La justicia se adentra en la 'finca de los horrores' de Murcia
El fiscal pide un año y medio de cárcel y cuatro de inhabilitación para un matrimonio acusado de maltratar a 60 animales en Javalí Nuevo
El sufrimiento de los animales que allí malvivían era tan evidente que aquel pedazo de tierra, perdido en un carril de huerta de la pedanía murciana de Javalí Nuevo, acabó siendo bautizado como la 'finca de los horrores'. Las imágenes recabadas por la asociación Equalia destaparon, en el invierno de 2019, el espanto que se ocultaba en esa parcela: perros hambrientos devorando los cadáveres de otros canes, montañas de heces, ovejas con las pezuñas deformadas... Cuatro años y medio después de que esos vídeos removiesen el estómago de medio país, la justicia pide ahora cuentas a sus propietarios. La Fiscalía solicita un año y medio de cárcel para el matrimonio al frente de este terreno. Reclama, además, que se les inhabilite durante cuatro años para cualquier profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales por un presunto delito continuado de maltrato.
El fiscal responsable de Medio Ambiente y Urbanismo, Miguel de Mata, en su escrito de conclusiones provisionales al que LA VERDAD ha tenido acceso, explica que los dos acusados, de 62 y 64 años, desde al menos junio de 2018 estuvieron manteniendo en su terreno alrededor de 60 animales «sin prestarles la mínima asistencia higiénica y veterinaria, con una muy deficiente alimentación y en condiciones insalubres». Este caso de presunto maltrato animal, uno de los más importantes acontecidos en la Región en los últimos años, saltó a la luz pública gracias a la denuncia de la asociación Equalia que, junto a otras organizaciones -como Abrazo Animal, Fapam, Deanimals, El Cobijo, Cuatro Patas Jumilla, Somos muy perros y Mi mejor amigo de cuatro patas-, movieron Roma con Santiago para sacar a esos animales del «infierno».
El fiscal explica que la situación que se vivía en la finca murciana precisó en varias ocasiones la intervención de agentes de la Policía Local y funcionarios del servicio de Zoonosis del Ayuntamiento de Murcia y del servicio de Producción Animal de la Consejería hasta que el vaso se desbordó y se ordenó la retirada de todos los animales. Entre junio y diciembre de 2018 hasta 19 perros, nueve ovejas, siete corderos, seis gallinas, cuatro tortugas, cinco conejos y tres jerbos abandonaron esa parcela para ser acogidos y cuidados por diferentes protectoras que lograron recuperar a gran parte de ellos. El estado de otros era tan grave, sostiene el fiscal, que acabaron falleciendo.
El rescate de 'Vivo'
El Ministerio Público, en su escrito, hace un detallado repaso por los informes que diferentes veterinarios realizaron sobre el estado de los animales a su llegada a los centros donde fueron acogidos. Es el caso, por ejemplo, de 'Vivo', un pastor alemán que apenas se mantenía en pie cuando salió de la finca rumbo a las instalaciones que la asociación Abrazo Animal tiene en el municipio madrileño de Las Rozas. «Hicimos el seguimiento del animal y estuvo hasta veinte días agonizando en el suelo», explica Equalia en un vídeo dedicado al rescate de 'Vivo'. «Desde fuera de la valla podíamos verlo sin fuerzas, muriéndose, sin que nadie hiciese nada».
La vida de este y otros perros, según recoge el fiscal, estuvo marcada por una «constante omisión de las atenciones indispensables para la vida, como el agua, alimentación y atención veterinaria regular». Los especialistas apreciaron en los canes toda una retahíla de dolencias, como un cuadro muy grave de debilidad severa y parasitación generalizada con atrofia muscular, caquexia, inanición, lesiones en la piel de «marcada gravedad», lesiones costrosas y descamativas generalizadas y furunculosis, entre otras, según recoge el Ministerio Público en su escrito. Fueron tratados con sueroterapia, antibióticos y antiparasitarios. «El estado del perro 'Vivo' era de una dejadez absoluta. Tuvo que estar ingresado en un hospital veterinario», subrayan desde la asociación, que logró recuperar al can y ofrecerlo en adopción.
Peor suerte corrió una de las ovejas que partió desde la finca hasta la fundación Santuario Gaia, en Gerona. El animal, explica el fiscal, llegó muy delgado, con un mal aspecto general y con la lana muy sucia y llena de excrementos secos. Las pezuñas de las cuatro extremidades, además, estaban deformes y muy largas, lo que le impedía una movilidad normal. Además, la oveja estaba embarazada y dio a luz a dos corderos un mes después. Tras el parto, según relata el informe veterinario, no tuvo suficiente leche para alimentar a sus crías y sufrió un deterioro progresivo seguramente como consecuencia de la malnutrición sufrida durante el embarazo. Pese a los cuidados que se le proporcionaron, acabó falleciendo.
En el informe de otro de los perros -'Caucus'- rescatados de la 'finca de los horrores', el veterinario destaca su estado de gravedad con una debilidad extrema y garrapatas por casi todo el cuerpo. Señala, asimismo, la aparición de un alambre metálico y oxidado de unos 25 centímetros de largo que se encontraba inmerso en el pelo de la cola. El especialista explica, además, que alrededor del collar que porta el perro había una gran cantidad de pelo enredado y anudado al propio pelaje lo que sugiere que el collar permanecía puesto de forma permanente. Otro de los canes presentaba una deformación ósea debido, al parecer, a la falta de espacio en el recinto donde se encontraba durante su crecimiento.
Varios veterinarios
El fiscal sostiene que «la afectación grave de la salud de los animales intervenidos fue causada por los acusados al omitir las atenciones indispensables para la vida animal, como es el agua, la alimentación y la atención veterinaria regular». Achaca a esta falta de cuidados la muerte de tres de estos animales y tratará de demostrarlo con la declaración, durante el juicio, de diversos veterinarios. Los propietarios de esta finca iban a sentarse en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 5 de Murcia a finales de noviembre, pero una coincidencia de señalamientos obligó a retrasar la vista. La nueva fecha es el 15 de marzo cuando la justicia se adentrará, por fin, en la 'finca de los horrores'.
La acusación particular exige que se les retire el permiso de caza
La acusación particular, que ejerce en este caso la asociación Abrazo Animal -con sede en el municipio madrileño de Las Rozas- va más allá que la Fiscalía y reclama para los propietarios de la finca cuatro años y medio de cárcel por tres presuntos delitos de maltrato animal con resultado de muerte y otro año más de cárcel por un supuesto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.
Esta parte considera, además, que los acusados incurrieron en hasta 58 delitos de maltrato -uno por cada animal rescatado del terreno- y solicita que se le sumen, a la condena, un año de cárcel por cada uno de estos delitos. Su petición global de pena, por lo tanto, alcanza los 63 años y medio de prisión.
La acusación particular en este caso exige, además, que estos dos vecinos de la pedanía murciana de Javalí Viejo sean condenados a una década de inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y la tenencia y convivencia con los mismos. Solicita, asimismo, la retirada de cualquier permiso de armas y caza -si lo tuvieran- durante ese mismo plazo de diez años.