Expertos de la UMU proponen más 'ondas verdes' en los semáforos de Murcia contra la contaminación

Los autores de los dos informes realizados hasta ahora, uno en primavera y otro en otoño –cuyos resultados publicó LA VERDAD–, son la profesora de Ingeniería Química Antonia Baeza y el catedrático de Análisis Matemático Francisco Esquembre. Ambos expusieron ayer las conclusiones de la investigación a presidentes de varias juntas municipales. Allí estuvo también el concejal de Movilidad, José Francisco Muñoz.

Esquembre destacó, en un encuentro con los medios, que dado que el tráfico es un tema «sensible» para la ciudadanía era «importante» la regulación semafórica para que hubiera la mayor fluidez posible, evitando atascos y concentración de emisiones contaminantes. El catedrático insistió en que «también como vecino del barrio del Carmen he visto que se han producido cambios tras la apertura al tráfico privado de los carriles bus y por la 'onda verde' semafórica desde la Iglesia hasta El Rollo». De ahí su defensa a ampliar la regulación al resto de la ciudad. Por su parte, Baeza apuntó que las mediciones realizadas en ambos periodos dieron un valor alto en PM1 (las partículas más pequeñas y cancerígenas) en primavera, valores que habían descendido en otoño; igual que ocurrió con las PM2.5. «Ahora han bajado y eso tranquiliza», dijo.

Estas partículas son emitidas sobre todo por los vehículos diésel y tienen la capacidad de penetrar en el torrente circulatorio las primeras o ultrafinas, y en los alvéolos las segundas. La profesora indicó que tanto los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) como los gases provocados por compuestos orgánicos volátiles (COVs) habían descendido entre ambos periodos por debajo de los valores límite autorizados, si bien advirtió de que había que estar preparados para el futuro. Comentó que en 2030 la UE va a reducir los valores máximos de estos elementos, que «serán mucho más restrictivos».

Esto ocurría después de que la estación medidora de la contaminación, ubicada en el barrio de San Basilio, marcara a las 9 de la mañana unos valores de 37,97 µg/m3 en las partículas PM2.5, las más pequeñas y nocivas, una cifra que supera el límite de 15 establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La misma estación registró 77,36 µg/m3 en las PM10, cuando el límite es de 50.

En la estación de Ronda Sur, junto al Paseo de Florencia, los datos eran algo mejores, pero igualmente superaban los límites. En las PM2.5 se queda en 27,05 y en las PM10 en 72,41.

De hecho, la Policía Local, en su cuenta de 'X' informaba el martes 21 de que se había activado el umbral de información por mala calidad del aire en la zona 1 del área metropolitana, que ayer seguía activo. Recomendaba el uso de transporte público y, por lo tanto, evitar coger el coche particular salvo que fuera necesario; y recordaba que las quemas agrícolas están prohibidas.

El concejal de Movilidad, José Francisco Muñoz, ante las propuestas de los expertos, destacó la mejora de los niveles de las emisiones contaminantes al comparar ambos estudios. Puso en valor la colaboración con la UMU y subrayó que el objetivo del Ayuntamiento era «aplicar la ciencia a las decisiones que tomamos en la reordenación del tráfico» con tres objetivos, «abrir la ciudad, ganar en fluidez circulatoria y reducir la contaminación».

Indicó que se había reducido en un 40% el tiempo que un coche tardaba en cruzar la calle Floridablanca hacia El Rollo, «lo que repercute en el descenso de las emisiones». Y que también al abrir al coche el carril bus de Teniente Flomesta, desde el cruce de la calle Correos, se tardaba un 14% menos en cubrir el trayecto.

De la reunión con los pedáneos, Muñoz apuntó la petición del presidente de la Junta municipal del Distrito Este, Rafael Gómez, quien solicitó medidas para evitar que los coches «den vueltas» por Vistabella, Ronda de Levante y Primero de Mayo buscando aparcamiento.

Por su parte, desde el Grupo Municipal Socialista, su portavoz, Ginés Ruiz, criticó que el concejal «llamara a la tranquilidad» con este tipo de declaraciones sobre el descenso de los niveles de contaminación. «El problema es muy serio y no todo se puede achacar a la entrada de polvo sahariano, porque estas no influyen en las PM2.5», por ejemplo.