Eduardo Azcona: «Hay que eliminar la sensación de impunidad al tirar enseres en la calle»

Lleva más de una década en el sector y hasta subir en el escalafón de la empresa ha ocupado el cargo de delegado de limpieza viaria y recogida de residuos de Levante, Aragón y Baleares en la Dirección Regional III de PreZero España. Es ingeniero industrial superior por la Universidad Miguel Hernández de Elche y cuenta con un Programa de Gestión Directiva por IE Business School y un Programa de Desarrollo Directivo por IESE Business School.

–Si de algo no se le puede acusar es de haber estado 'pegado' a una silla en estos años, laboralmente hablando.

–El movimiento es muy común en este sector y lo bueno que tiene es que te permite compartir experiencias. Cada ciudad y comunidad autónoma tienen su percepción sobre el servicio y hacia dónde tiene que tender, por ejemplo, el reciclaje, los modelos de recogida... Y eso enriquece, porque puedes aportar iniciativas que has visto que funcionan en otros lugares.

–En años pasados ha tenido contacto con Murcia, pero en un nivel más técnico, como responsable de mantenimiento de instalaciones. En estos cuatro meses al frente de la concesión, ¿qué se ha encontrado y hacia dónde quiere redirigir el servicio?

–La concesión del contrato de recogida, limpieza y tratamiento de los residuos está totalmente afianzada con ingenieros, tanto de la empresa como del Ayuntamiento de Murcia, que llevan doce años trabajándolo y mejorándolo, con una estructura muy estable. Es una casa construida y, desde el punto de vista técnico y de equipamiento, muy bien construida. Los servicios urbanos de Murcia están entre los mejores, si no lo son, de entre los que he gestionado yo y, sin duda, de España. Pero, como todo, tienen muchos retos por delante porque quedan muchos años de contrato (ocho).

–¿Qué retos?

–Principalmente y dada la situación actual, es la cantidad de muebles, enseres y otro tipo de residuos que se dejan alrededor de los contenedores. Es un problema que está generando mucho ruido en redes sociales, en los medios de comunicación y entre la ciudadanía. Pero no es sencillo de abordar. Y no es cierta la percepción que esto provoca de que se estén recogiendo menos trastos. Este año vamos a recoger 9.600 toneladas de enseres alrededor de los contenedores, que, mirando la serie histórica, supone el año que más con diferencia. Es un 300% más que cuando comenzó el contrato con el Ayuntamiento. Pero hay que señalar que no es solo un problema de Murcia, sino que es general en toda España.

–¿Y cómo propone abordar el problema?

–Desde mi punto de vista, hay tres caminos. Uno es incrementar y poner más medios, que es necesario. Otro es hacer más campañas de concienciación y hacer partícipes al resto de los ciudadanos, porque el vecino que tira el colchón sin permiso o la empresa que abandona restos de podas o escombros, nos está perjudicando a todos. Este grado de conciencia y colaboración es el que debemos de conseguir y eliminar esa sensación de impunidad de quien piensa que hace lo que es habitual. Es una cuestión que va a llevar años, pero debemos lograr que se entienda que ese tipo de actuaciones son una atrocidad, y más cuando hay medios a su disposición para evitarlo. Una tercera vía es el método sancionador, aunque no creo que nos debamos centrar en ella. Debe ser una conjugación de las tres.

–Hace unos años desde el Ayuntamiento se lanzó una campaña de concienciación con un mensaje muy directo: 'No seas marrano'. ¿Tienen datos sobre la repercusión de la misma?

–No. Pero lo que sí tenemos son datos que nos hablan del crecimiento, de la mayor cantidad de kilos que recogemos, no ya en la calle, sino también en los ecoparques. Hay más residuos que hace años, lo que demuestra que los hábitos de consumo crecen en esa línea. Y se está pidiendo un esfuerzo por cumplir las normas en favor de la convivencia, que en definitiva es una cuestión de educación y de vivir en comunidad. Aún así me gustaría destacar que solo un mínimo porcentaje de la población genera este problema en Murcia, aunque el efecto que causa es muy perjudicial, tanto para la empresa como para el propio municipio.

–Ha comentado antes que una de las soluciones es poner más medios y eso significa más dinero. ¿Ha llegado el momento de renegociar la concesión?

–Si hablamos puntualmente de la recogida de enseres, que es la parte problemática, cualquier momento es bueno para abordarlo. Todo depende de las partidas presupuestarias que tenga la administración y de que se decida si la vía es ampliar ese servicio, y creo que se abogará por ello. Porque las acciones que se hagan en materia de concienciación o de sanción, si las hubiera, surtirán efecto a medio o largo plazo. Pero si aumentas los medios, el resultado se ve al día siguiente y esa sería la mejor solución.

–¿Ha hecho la empresa algún cálculo de cuánto costaría?

–Tenemos totalmente calculado lo que cuesta cada servicio, porque la recogida de la basura y la limpieza viarias son dos bloques totalmente diferenciados. Y te puedes gastar todo lo que quieras y más para mejorarlo. Pero no depende de nuestra cuantificación sino de la sensatez presupuestaria del Ayuntamiento, porque el ciudadano quiere un buen servicio público, pero supongo que no a costa de cualquier cosa. Ese equilibrio quien mejor lo puede determinar es la Administración.

–El municipio de Murcia es complejo en cuanto a la distribución de la población y a su crecimiento. ¿Con qué datos juegan para replantearse, si lo van a hacer, los servicios?

–Lo más relevante de ese aumento es que se ha movido del centro hacia las pedanías y que el desplazamiento se ha centrado en la zona norte, con un incremento tremendo. Lo que se necesita es atender estos cambios con más servicios y se está trabajando para hacerlo a corto plazo. El que viva más gente en pedanías aumenta más la presión sobre la recogida de enseres, pero no sobre la limpieza viaria, por ejemplo.

–¿Hacia dónde señala el futuro en el tratamiento de residuos?

–Sin duda, el porcentaje de recogida y tratamiento de la basura selectiva es mejorable. Y el gran reto es la implantación del quinto contenedor, el marrón, para la basura orgánica. Cuando lo tengamos, generaremos compost o incluso energía eléctrica a través de un proyecto de biometanización que estamos estudiando, muy preliminarmente, para instalar en la planta de tratamiento que tenemos en Cañada Hermosa. Eso nos permitirá que lleguen menos toneladas al vertedero y se reducirán costes.