La Cañada Real de Torreagüera y las casas cueva del Miravete entran en la Lista Roja

Hispania Nostra ha incluido un tramo de la Cañada Real de Torreagüera, una vía pecuaria de la red creada por Alfonso X El Sabio en el siglo XIII para la deambulación del ganado y evitar disputas con los agricultores. Estos itinerarios, gestionados por el honrado Concejo de la Mesta, que también creo Alfonso X en 1273, fueron rutas de pastoreo y trashumancia por la Península y constituyen una red de dominio público, hoy parte importante de los corredores ecológicos existentes.

En concreto, la cañada sobre la que ahora llama la atención Hispania Nostra fue una ruta utilizada por ganaderos valencianos para aprovechar los buenos pastos que había en el valle del Segura y «los alrededores del puerto de la Cadena era donde se celebraban la mayor parte de las mestas, asambleas de pastores con sus ganados, con origen en el siglo XIII».

El tramo entre Beniaján y Torreagüera, de 700 a 800 m de largo y 75,22 m de ancho, forma parte de una vía pecuaria de 22 km que se inicia cerca del puerto de la Cadena, pasa por todas las pedanías del municipio de Murcia en su recorrido por el límite del Parque Regional El Valle y Carrascoy y entra en la provincia de Alicante por Zeneta. En su tramo de la urbanización Montevida, entre El Palmar y La Alberca, el dominio público ha sido preservado y señalizado y es completamente transitable, eso sí, después de décadas de protestas vecinales que iniciaron Ecologistas en Acción en 1998. Sin embargo, entre Beniaján y Torreagüera, «la vía pecuaria está interrumpida totalmente y no se puede circular por ella, constituyendo una usurpación del dominio público, ya que se encuentra cerrada por particulares y se imposibilita su uso por el ganado y los ciudadanos. Además de esto, se encuentra invadida por construcciones», constata Hispania Nostra.

Desde BiciHuerta llevan desde 2022 luchando por su conservación y, a principios de 2024, Comunidad y Ayuntamiento incoaron un expediente para la recuperación de su propiedad que, según los informes emitidos, es camino público municipal, conforme a datos de la Dirección General del Catastro, y coincide en su mayor parte con la Cañada Real de Torreagüera, administrada por la Comunidad. Pero, hasta la fecha, ni autoridades municipales ni autonómicas han actuado. «El Ayuntamiento responsabiliza a la Comunidad por ser vía pecuaria y la Comunidad, al Ayuntamiento por la recuperación del camino público», explican desde la asociación BiciHuerta cómo se pasan la patata caliente de una administración a otra.

De hecho, desde la Dirección General de Patrimonio Natural y Acción Climática alegan ahora, ante las demandas vecinales, que «se han planteado dudas razonables sobre la exactitud del trazado de la clasificación de la Cañada Real de Torreagüera –que se remonta a 1966–» desde El Palmar a Zeneta, lo que exigiría hacer una nueva clasificación y «no se dispone de los medios necesarios para abordar el deslinde solicitado».

Mientras eso no suceda, Medio Ambiente insta al Consistorio a recuperar el camino público de Monteazahar. Algo que tampoco se llega a ejecutar. «Esto es el cuento de nunca acabar, pero no abandonaremos», dicen en BiciHuerta. Y el Comité Científico de Hispania Nostra señala «la pasividad y dejadez de la administración regional» como la causa del riesgo de este dominio público.

Por su parte, las casas cueva del barranco de la Higuera, también en Torreagüera, debieron usarse como «dependencias o viviendas de los jornaleros de las canteras de la zona para la obtención de yeso y cal» en el monte Miravete, ilustra Hispania Nostra. Excavadas en los márgenes derecho e izquierdo del barranco de la Higuera, conservan su estructura básica. Se encuentran cercanas al antiguo camino a las yeseras y las caleras, en uso al menos desde el siglo XVIII, según los primeros documentos sobre esta actividad.

Su inclusión en la Lista Roja persigue que «se retiren los escombros y basuras acumuladas y se pongan en valor» como testimonio de un modo de vida secular. Además, las casas cueva están incluidas en la delimitación de la solicitud de la declaración del Monte Miravete como lugar de interés etnográfico y próximas a los hornos y caleras restaurados hace un par de años.