El Ayuntamiento de Murcia intenta iniciar al menos una de las tres escuelas infantiles anunciadas antes del 28-M

Dicha inversión, con un coste de en torno a un millón de euros, se iba a acometer gracias al dinero procedente del Ministerio de Educación y de los fondos europeos 'Next Generation', que está siendo canalizado por la Comunidad Autónoma. La iniciativa, teniendo en cuenta el estado de las maltrechas arcas del Ayuntamiento, era todo un regalo para un gobierno municipal, el socialista, que había marcado entre sus principales prioridades el refuerzo de la oferta pública en esta etapa educativa.

Pero tan precaria era -y es- la situación del erario público que ni siquiera permitirá recibir al Ayuntamiento de Murcia esos fondos europeos sin contraprestación. A perro flaco todo son pulgas, dice el refrán. Así, fuentes de la Consejería de Educación confirman a LA VERDAD que el Consistorio difícilmente podrá hacerse con estas ayudas, al «no encontrarse al corriente del necesario informe de sostenibilidad económica». Fuentes municipales, que reconocieron hace meses la más que posible pérdida de estos fondos, aluden al remanente de tesorería negativo relativo a los años 2020 -con el PP en el Gobierno- y 2021 -año de la moción de censura- como el principal impedimento para haber cumplido con este requisito ineludible para ser beneficiario de la propuesta.

Este déficit no pudo financiarse y dio lugar a la aprobación de un plan de saneamiento ante las demoras en aprobar la Cuentas municipales, que impidieron, asimismo, la autorización ministerial para las operaciones de crédito. Ante esta situación, el edil de Educación, Antonio Benito, culpaba en verano «a la mala gestión de Ballesta, en la que se escuda López Miras» para la denegación de dichos fondos. En total, asciende a casi 1,5 millones la cuantía que dejará de percibir el Consistorio, 252.00 euros para la reconversión del Centro de Atención a la Infancia y el Programa de Aprendizaje Integral, y 1,2 para la construcción de la escuela infantil de El Raal y la reconstrucción de la de San Roque (Algezares), que deberán afrontarse íntegramente con fondos propios.

Es de hecho este último proyecto el que más posibilidades tiene de ver su licitación antes del 28M. Fueron los daños estructurales en el antiguo edificio de la subida de la Fuensanta los que obligaron a su cierre y al traslado de sus alumnos al antiguo centro del Lugarico, en El Palmar, en 2019. El Ejecutivo de José Ballesta inicio la elaboración de la propuesta para su reconstrucción y el Presupuesto de 2021 recogía 350.000 euros para tal fin. Pero la contratación de los trabajos precisaba del traslado del actual centro de salud de Algezares -anexo a la anterior escuela- a sus nuevas instalaciones, circunstancia que, tras meses de espera, no se ha consumado hasta el día de hoy. Ahora, el servicio de Patrimonio debe emitir un decreto que constate la recuperación del uso pleno del terreno donde se ubica el consultorio, con el fin de iniciar el expediente para la adjudicación de su demolición y la ejecución de las obras.

Además de los dos proyectos de escuelas infantiles mencionados, el gobierno municipal incluyó en las cuentas del año pasado una partida de 750.000 euros para acometer otra propuesta de este tipo en la pedanía de Sangonera la Seca. «Haremos una por año», ha señalado en varias ocasiones el alcalde Serrano. Pero, en este caso, el terreno escogido ofrece para el centro educativo dudas de su idoneidad y está pendiente de la realización de un estudio geotécnico.

Así, la imposibilidad práctica de iniciar próximamente las actuaciones en Sangonera ha llevado al Consistorio a replantearse sus planes y a priorizar, frente a esta, la construcción de la escuela infantil de El Raal, cuyo proyecto está ultimando Urbamusa, y que recogerá los fondos consignados para la primera en las cuentas del año pasado. Pero esta operación exigirá una modificación presupuestaria que debe pasar por el Pleno, a la que se une otra dificultad técnica: las fuentes de financiación previstas para el centro de Sangonera en las Cuentas municipales incluyen fondos procedentes de la venta de suelo y apenas se han concretado operaciones en este sentido en los últimos años. Algezares parece así la única bala disponible en los últimos meses.