«Tenemos un problema de salud pública junto al colegio El Molinico»

«En La Alberca los peatones convivimos con los coches por el mal estado de las aceras y el nefasto acondicionamiento de muchas vías que absorben gran cantidad de tráfico a diario». La presidenta de la Asociación de Vecinos de esta pedanía murciana, Carmen Gallego, se refiere en esta queja al Camino de Salabosque, que da entrada a la localidad desde la Costera Sur; a la calle Turbintos, una amplia avenida que conecta la población con El Valle, y al exiguo carril que lleva a la entrada del instituto Alquibla de la localidad.

Las quejas por la estrechez de la aceras y el escaso acondicionamiento de las vías son las principales reivindicaciones que han querido exponer a un equipo de laverdad.es para la sección 'Objetivo extrarradio'.

Otro de los problemas que ha sacado a los alberqueños a la calle es la eliminación de la antigua línea de autobús que cada hora les llevaba al Hospital Virgen de la Arrixaca, su centro de referencia. Por contra, ahora circula la línea 78, que realiza en la zona solo cuatro servicios diarios. «No podemos acudir a ninguna cita que no sea a partir de las 11 de la mañana porque el primer bus pasa a las 10.50 horas y para volver tienes que quedarte a comer, porque el siguiente de vuelta pasa por la tarde. La otra opción que nos queda es coger la línea 6 hasta Murcia, bajarnos, volver a subirnos en el 18 que va para El Palmar. Y hacer lo mismo a la vuelta». Esta alternativa cuesta a los ciudadanos unos 8 euros por los cuatro billetes (ida y vuelta) y emplear unas «dos horas» para recorrer los escasos dos kilómetros que separan La Alberca del centro hospitalario.

Por último, Gallego lamenta que, hasta ahora, la junta municipal no haya puesto solución a «un problema de salud pública» para decenas de niños del colegio Los Molinicos. Se trata de un solar abandonado junto al centro educativo. «Al lado del patio donde juegan los niños existe un criadero de ratas, garrapatas, culebras y pulgas que han proliferado en un solar privado abandonado y sin vallar. Hasta ahora, y pesar de haber padecido ya un episodio en el que los alumnos sufrieron una oleada de picotazos de pulgas y mosquitos el pasado mes de mayo, nadie ha hecho nada por remediar el peligro insalubre que supone ese vertedero», afirma la presidenta vecinal.