La CHS redobla su vigilancia sobre los regadíos más cercanos al Mar Menor
Un nuevo mapeo de las fincas agrícolas mejorará el control de los recursos hídricos utilizados, los ciclos de cultivo y la extensión de las plantaciones leñosas
La vigilancia de la actividad agrícola del Campo de Cartagena, sobre todo de las producciones más cercanas al Mar Menor, es más precisa y ... amplia a cada año que pasa desde que se establecieron las medidas cautelares para proteger el acuífero. La Confederación Hidrográfica del Segura va a elaborar un nuevo mapeo de la actividad de los cultivos en regadío en la cuenca que se ha llevado a cabo durante el pasado año hidrológico 2022/23 y el actual, que finaliza en dos meses. La revisión de las imágenes de satélite de alta precisión, unido a la recopilación de datos con visita a pie de campo, formarán el grueso de un trabajo que se centrará en los cultivos leñosos.
El control de la superficie regada no es una novedad en el trabajo que realiza el organismo de cuenca junto a la laguna. La revisión de las parcelas y de los derechos inscritos para poder regar ha permitido detectar 9.000 hectáreas de regadío ilegal. Ahora, el objetivo es afinar en el volumen de agua que se emplea por finca, la demanda hídrica de los cultivos, el número de meses que una plantación está con riego y cuántos ciclos de cultivo se llegan a producir. Este último detalle está muy controlado tanto por la CHS como por la ley autonómica del Mar Menor.
La Confederación no tiene una cartografía fiable y actualizada de cómo ha evolucionado el terreno agrícola desde 2022, por lo que la intención es «revisar y depurar los mapas de cultivos leñosos en regadío disponibles» para la demarcación del Segura, remarca el informe de los trabajos, que están a la espera de ser adjudicados. La revisión pondrá el ojo en los cultivos con determinadas dotaciones de agua (cítricos, almendros, olivos, viñedos o frutales) para cuantificar cuánta agua pueden llegar a recibir y si corresponde con las asignaciones autorizadas para cada regante.
La inspección con imágenes satelitales también buscará cultivos que no estuvieran identificados en los mapas de años anteriores
La inspección mediante imágenes satelitales también pondrá encima de la mesa los cultivos leñosos que no se encontrasen dentro de los mapas de años anteriores al ser de pequeño tamaño o recién plantados. Los cultivos bajo plástico e invernadero y las plantaciones estacionales se revisarán por igual.
Por meses, estaciones y años
La cartografía de los cultivos herbáceos hortícolas se llevará a cabo con la elaboración de mapas mensuales, pero también por estación y anuales, «donde se indicará la presencia o no de riego a lo largo de los doce meses de los años naturales 2023 y 2024 y los doce meses de los años hidrológicos 2022/2023 y 2023/2024, lo que debería permitir un mejor ajuste en el cálculo de la demanda hídrica, identificando la duración de los períodos de riego y los momentos a lo largo del año en los que se produce».
La Confederación no tendrá esta información hasta dentro de dos años. Es el plazo que da para elaborar el mapeo a partir de fotogragías tomadas por el satélite Sentinel 2. Pese a ellos, cuando termine este año hidrológico, los regantes del Campo de Cartagena deberán comenzar a preparar los documentos que justifiquen que han cumplido las medidas cautelares en vigor desde 2020. Tendrán de plazo para presentar los informes requeridos por la CHS hasta el 31 de diciembre.
Las campañas sobre el terreno implicarán la visita a las parcelas en riego con cultivos hortofrutícolas donde se anotará el tipo de plantación y su desarrollo fenológico, junto con una fotografía de la finca. Además, se visitarán otras parcelas ocupadas con diferentes usos del suelo (barbechos, malas hierbas, vegetación natural, etc.) con el fin de tener información para contrastar.
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