La CHS pondrá orden a partir de este año a las extracciones en los acuíferos degradados del Segura

Antes del verano, el organismo de cuenca debe sacar a licitación el contrato que inicie la redacción de estos planes de ordenación, que traerá, como consecuencia, la creación de una comunidad de usuarios de estos acuíferos, como ya ha ocurrido en el Campo de Cartagena. Estos documentos marcarán las pautas para evitar el uso excesivo de estas masas de agua, cuya sobreexplotación en la cuenca se estima en 214 hectómetros al año. En el plan hidrológico, la CHS ya adelanta que estos recursos deberán ser sustituidos con agua desalada o, incluso, del Trasvase Tajo-Segura. Los acuíferos que comparten cuencas diferentes será otro tema a tratar desde este año, ya que para junio la Confederación tiene previsto sacar a adjudicación los trabajos para preparar un nuevo inventario de todos los recursos subterráneos del Segura y la mejor definición de límites y extensión de estas masas intercuencas.

El plan de contratación de la CHS de 2024, dado a conocer este lunes, marca el camino del organismo dirigido por Mario Urrea para los próximos meses, donde también se quiere revisar las zonas regables y cultivos de la Región de Murcia mediante imágenes por satélite, y analizar cada solicitud para regularizar o no los aprovechamientos de agua consolidados. Es decir, titulares de fincas agrícolas sin autorización para riego que buscan el 'ok' de la CHS para legalizar la actividad. En este caso, el vigente plan de cuenca del Segura no contempla aumentar la superficie de regadío, pero el contrato de la Confederación menciona la posibilidad de consolidar esas posibles concesiones de cara a la cuarta planificación del Segura. Las actuaciones mencionadas tendrían un presupuesto de casi un millón de euros.

La Comisaría de Aguas de la CHS, dentro del plan de control ambiental de la demarcación, destinará por su parte 750.000 euros para actuar contra las actividades que no cuentan con permiso del organismo, a aplicar ejecuciones subsidiarias o a reforzar la vigilancia sobre los vertidos al dominio público que controla la institución. Otra gran parte de las actuaciones que pretende comenzar la CHS a lo largo de este año son la renovación o mejora en proyectos de ingeniería que afectan a embalses, balsas de riego o cauces. La inversión más cara que se pretende realizar conlleva ocho millones de euros para adecuar el desagüe de fondo del pantano del Cenajo, el de mayor capacidad de la cuenca.

Atajar las pérdidas de agua en los canales del postrasvase, entre Alicante y el Campo de Cartagena, incluido el embalse de la Pedrera, es una línea de actuación donde se prevé una inversión millonaria. Sin ir muy lejos, la CHS también formalizará a finales de año un contrato de 1,9 millones de euros para la explotación de las estaciones de bombeo del Albujón, Los Narejos y El Mojón, dentro de la red de drenaje de la comarca del Mar Menor. Esta tubería, donde la Confederación tiene el visto bueno del Ministerio para la Transición Ecológica para su renovación integral de cara a los próximos años, desvía cuando está activo una ínfima parte del caudal del Albujón. La conexión alcanza los 28 kilómetros de longitud y muere en el canal del postrasvase.

El control de los procesos de eutrofización (exceso de algas) por el mal estado del agua continuará realizándose en los embalses de la cuenca. Las medidas contra las inundaciones se centrarán en los municipios de Almería dentro de la demarcación del Segura, mientras que otra inversión de 1,8 millones de euros irá destinada a corregir las líneas eléctricas y sus apoyos que supongan una grave amenaza para las aves protegidas que se posan en ellas y acaban electrocutadas.

La CHS prevé invertir 1,2 millones de euros en musealizar la Casa del Agua de Santomera, ubicada al lado de la presa. Este edificio sirve de laboratorio de muestras y contiene parte del archivo de la Confederación, pero su rehabilitación para mejorar la zona visitable lleva pendiente muchos años. El contrato saldría a licitación en junio.