Borrar
Fernando López Miras, José Ángel Antelo, Francisco Lucas y María Marín.

El Partido Popular entra en barrena

CEMOP

Jueves, 2 de octubre 2025, 01:31

Comenta

El Barómetro del Cemop muestra un panorama singular: reducción significativa de los apoyos al Gobierno regional, reequilibrio de las preferencias hacia el PSOE e incremento sustancial del apoyo a Vox, que se convierte en la segunda formación política a nivel regional. A pesar de estos cambios, las dinámicas de alta polarización mantienen el peso de los bloques en la misma proporción que en 2023.

Si es significativo que Vox pase a ser la segunda fuerza política, no lo es menos que el PP haya perdido en estos últimos dos meses más de 7 puntos porcentuales y tres escaños. Esta es una reducción de gran calado. Por el contrario, Vox crece diez puntos y cuatro escaños. ¿Qué explica ambos fenómenos?

En primer lugar, las oscilaciones al interior del bloque de la derecha se producen por la interacción entre ambos partidos. A nivel nacional se venía observando que la transferencia del voto socialista hacia el PP estaba reduciéndose. Esto también ocurre en la Región. El PP no recibe transferencias desde el PSOE y son muy escasas las obtenidas de nuevos votantes o antiguos abstencionistas. Entonces, todo su sistema se basa en su intercambio con Vox, que en el caso del voto nacional es muy negativo (por encima de 1.200.000 votantes del PP abandonan ese partido en su hégira hacia Vox) y que también lo es en el caso regional: cerca de 37.000 electores han cambiado su voto del PP a Vox en los últimos dos años, pero especialmente en los últimos dos meses. Es decir, el fenómeno es nacional, pero se agrava en el caso de la Región, que es la 'zona 0' de experimentación del asalto al poder de la extrema derecha.

Y, en segundo lugar, si las oscilaciones están correlacionadas, ¿que explica esta interacción tan fuerte entre dos partidos que deberían responder a ideologías y electorados distintos? Partiendo de la lógica de que los partidos son maquinarias electorales, el PP a nivel nacional ha detectado hace tiempo que un grupo importante de electores tiene preocupaciones que parecen estar mejor atendidas por su rival, Vox, y han optado por la estrategia de la asimilación de mensajes (curioso, porque es la principal causa de la desaparición de los partidos de centro derecha en Europa a manos de los populistas). La tesis es bastante sencilla (aunque demuestra un profundo desconocimiento de las dinámicas políticas por parte de la cúpula genovesa): si a un partido le va bien con un determinado discurso, porque ha visualizado que eso es lo que la gente demanda, entonces hagamos un discurso similar.

¿Qué falla entonces? La oferta, no la demanda. La demanda sobre ese tema (pongamos nombre al elefante: se llama inmigración) ha sido generada por un actor, que ha controlado los mensajes, y que ha estudiado que el emisor (Abascal) es 'creíble' en la oferta de respuesta a esa demanda. Sin embargo, el PP se suma a una oferta en la que él no generó la demanda y con un líder no confiable para poder satisfacerla (según datos de Db40 para 'El País', el 40% de los que cambian su preferencia del PP a Vox lo hacen porque no confían en el liderazgo de Feijóo). Por tanto, la clave no es el qué, sino el quién. Cada liderazgo se asocia a unas determinados atributos o capacidades de los líderes. No todos los líderes pueden defender todos los temas. Y aunque sí pudieran, no todos los temas tienen el mismo rango de prioridad para los diferentes públicos. Uno debe saber a quién comunicar, qué comunicar, y testar su credibilidad entre cada público con cada mensaje.

¿Y explica esto la debacle del PP regional? Pues explica bastante, aunque se agudice más en este caso porque el centro de atención sobre el debate migratorio (aunque debate, lo que se dice debate, no exista) se hizo epifanía a mediados de julio en Torre Pacheco. Este suceso cambió de manera brusca las preferencias de los electores. La inmigración fue el centro de una narrativa donde Vox propuso soluciones simplistas a un problema complejo aprovechando su hegemonía en el mundo de las redes sociales. Y el resultado se refleja en este barómetro: la inmigración pasa a ser el segundo problema para el conjunto de los encuestados, incluidos los 'millennials' (de 29 a 44 años), y es el principal problema para la 'Generación Z' (menores de 28 años, que se informa de manera exclusiva por las redes) que además tiene como principal preferencia de voto a Vox (21,7% de intención directa, frente al 13,2% para el PP, similar a la de los 'millennials', 23,7% de estos prefieren a Vox frente a un 17,5% que prefiere al PP).

El Barómetro del Cemop abre un panorama de mucha incertidumbre y nos deja una lección: tantas horas de desasosiego en los partidos buscando el mejor mensaje, para que al final un hecho inesperado se convirtiera en un terremoto político tanto a nivel nacional como especialmente regional. Esto nos habla de nuestra propia naturaleza, la humana, y de cómo la construcción de nuestras estructuras institucionales en torno a conceptos como la democracia o la libertad, o de valores como el respeto o la solidaridad, acaban siendo mucho más débiles, mucho más vulnerables, de lo que pensamos.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad El Partido Popular entra en barrena

El Partido Popular entra en barrena