Un testigo cree que López quiso retener al ingeniero jefe, pero descarta que intentara pegarle

El tribunal dejó vista para sentencia la causa, en la que la acusación, que ejerce el Ayuntamiento, confirmó la petición de condena a López por unas presuntas coacciones leves al ingeniero jefe de la Concejalía de Infraestructuras, Vicente Pérez Zulueta. López admitió que participó en «una discusión» en la que levantó la voz, «frustrado» por denegarle un informe. Pero, según él, no hubo agresión ni violencia.

El edil indicó que conocía la existencia de unas pesquisas acerca de una supuesta gestión irregular de FCC sobre los recursos materiales y humanos de la empresa municipal de limpieza Lhicarsa, que el Ayuntamiento ha dado después por probada, aunque todavía no ha tomado medidas. Había pedido el expediente y tenía permiso para consultarlo, desde el 3 de abril, a la espera de una fecha. «El lunes anterior me confirmaron la cita para el 26 de junio. Y esa mañana parte del contenido apareció en LA VERDAD y pensé que el equipo de gobierno daba su versión antes de que lo hiciera yo», relató el exalcalde.

Sin embargo, cuando cuatro miembros de MC, incluido él mismo, se presentaron a hacer la consulta, una letrada les hizo saber que tendrían que esperar dos semanas más. Pérez Zulueta acudió a los pocos minutos a confirmarlo, tras recibir, dijo, una llamada de la edil de Infraestructuras, María Casajús. «Vino con actitud chulesca y provocando», aseguró este lunes López, a quien contradijo el demandante. En su declaración, el alto funcionario subrayó que fue para aclarar la situación y se encontró con que «López focalizó su ira hacia mí. Pero yo mantuve la calma y permanecí callado ante esa situación de violencia verbal».

Primero informó a López de que «el expediente era muy complejo y estaba desordenado» y luego permaneció en silencio, relató, mientras la tensión iba en aumento. «Su reacción fue levantar la voz y decir que no se iba sin el expediente, que quién era yo para no enseñárselo y que él era concejal y tenía derecho a verlo. Además, rompió la mascarilla al quitársela, cada vez más nervioso» y «golpeó contra una mesa un casco de moto que llevaba en la mano», relató. También intentó grabar la escena.

«Me dijo que era un vendido del PP, que no trabajaba por Cartagena. Soy de Murcia y quizás no me tiene mucho aprecio por eso», dijo el empleado municipal y añadió que «como para sus adentros, el señor López dijo que iba a ir contra mi carrera» y que «estaba harto de los funcionarios corruptos que ocultan datos de las concesionarias del Ayuntamiento».

El funcionario testigo, que estaba en el despacho junto con el acusado, el demandante y la letrada, confirmó esta última afirmación, aunque expresó sus dudas sobre si se trataba de una alusión a alguien, porque López no miró a nadie directamente. Añadió que, a continuación, se interpuso entre López y Zulueta para evitar «un contacto físico» , pero no una «agresión». Eso fue en el primer intento del demandante de dejar el despacho, con la oposición del edil. Cuando pudo salir, unos minutos más tarde, López también se fue. «Huí y me oculté tras una columna. Luego informé a la concejal de lo ocurrido y comunique al abogado municipal Francisco Pagán lo sucedido, antes de ir al hospital con un ataque de pánico», concluyó el funcionario demandante. Y el letrado presentó la denuncia.