Talasur, 30 años latiendo
La distancia que separa Cartagena de Santiago de Compostela –una de las cinco ciudades santas declaradas por el Vaticano– es de 1.314 kilómetros. Allí reposan los restos mortales del Apóstol Santiago, conocido también como Santiago el Mayor, Santiago el de Zebedeo o como 'El hijo del trueno', apelativo que usó Jesús con él. Santiago es el patrón de Galicia y el patrón de toda España. Pero, según la tradición, Santiago Apóstol entró en España por nuestro puerto de la Villa y Condado de Santa Lucía. Se cuenta que entró por mar trayendo consigo el mensaje del Evangelio. En la iglesia de Santa Lucía que lleva su nombre está ubicada una inscripción en latín que dice: «Ex hoc loco orta fuit hispaniae Luc evangélica». Su significado en castellano es: «Desde este lugar nació para España la Luz del Evangelio». Esta inscripción tiene su origen entre los siglos XI y XIII, según los expertos.
Es un gran día la festividad de Santiago. «¡Santiago y cierra España!». Y este día fue el elegido por un extraordinario empresario cartagenero para celebrar el trigésimo aniversario de su empresa. Fue en un evento en el que mostró una gran experiencia emocional, estratégica y sensorial dejando una impresión duradera con sus empleados y familias. Constituyó un emotivo viaje por los valores de la compañía, el orgullo de pertenencia y el reconocimiento a quienes han hecho posible sus 30 años. Del mismo modo lo hizo con sus clientes, proveedores, autoridades y líderes empresariales, proyectando con la sencillez y elegancia que le caracterizan una visión estratégica del pasado, presente y futuro de Talasur. Todo ello envuelto con una puesta en escena cuidada, elegante, simbólica y profundamente emocional, ante los cerca de 1.500 invitados que disfrutaron durante más de seis horas de un ambiente y unas atenciones extraordinarias en el Salón de Celebraciones Aquario.
El alma del gran proyecto Talasur es Salvador Bernal, el cual cruza todos los días junto a sus equipos fronteras en más de 70 países y 397 ciudades de todo el mundo. En sus macro-instalaciones de Balsicas cuenta con cinco centros de producción concentrados en más de 30.000 metros cuadrados distribuidos del siguiente modo: producción de ebanistería, estructuras metálicas, lacados y acabados, centro de mecanizados, almacén y logística. Dichas instalaciones han dado luz durante el último año al desarrollo de 820 proyectos a medida que contemplaban la fabricación de mobiliario comercial y contract. Conjugan tradición y modernidad con la más alta tecnología, pero sin olvidar el trabajo artesanal de la madera. Salvador apuesta por la tecnología, pero sin dejar de lado el ingenio y la creatividad de su equipo humano.
La empresa está presente en 367 ciudades de todo el mundo y en el último año se ha dado luz verde a 820 proyectos a medida
Talasur se ha convertido en una incubadora y un centro de desarrollo donde grandes diseñadores, grupos de inversión internacionales y operadores confían en el trabajo bien hecho para desarrollar proyectos en los cinco continentes. Su propio equipo de Arquitectura e Interiorismo - formado por cerca de 50 profesionales - diseña, desarrolla, fabrica en sus plantas de producción y montan in situ. Con premisas que, al margen de solicitarlas los clientes, la compañía las aplica orientándose hacia la excelencia: personalización, cercanía y escuchar siempre al cliente. Para Talasur trabajar en Nueva York, en Marruecos, Alemania, Italia, Golfo Pérsico y en otros muchos países con proyectos para cadenas como Marriott, Hospes o Room Mate hacen que la marca tenga el prestigio mundial del que goza.
Corría el mes de julio del año 1995 cuando Salvador inauguró un pequeño taller de carpintería en la Media Sala de nuestra ciudad. Marcó diferencia con el resto de empresas del sector sellando un ritmo y un rumbo propio. Ese modesto taller de hace 30 años es, hoy, Talasur, grupo empresarial de carácter internacional y multinacional integrado por 8 empresas altamente especializadas e innovadoras. Trabajan cerca de 800 empleados con una gran vocación de compromiso con el cliente, manteniendo el estilo de empresa familiar que perpetúa los valores de sus comienzos.
Compromiso con la ciudad
Salvador contribuye con Cartagena a través de la Responsabilidad Social Corporativa. Colabora y apoya a organizaciones como Apanda, el Banco de Alimentos, la Hospitalidad Santa Teresa o el Asilo de Ancianos, dando a su ciudad parte de lo que recibe de ella y de la que está tan agradecido, al igual que colabora con el mundo del deporte con esponsorizaciones y apoyo.
Para celebrar estos 30 años qué mejor manera que con buena gastronomía y espectáculo. El evento fue una muestra tangible de respeto, apertura y sensibilidad, valores que definen también la forma de trabajar de Talasur. Para Salvador y su equipo directivo el evento no fue solo una fiesta. Fue una oportunidad para agradecer el recorrido, reafirmar el propósito y mirar al futuro. Fue un latido colectivo de una gran empresa que sigue creciendo, innovando y demostrando que se puede construir una gran compañía sin perder la humanidad por el camino.
Las frases de bienvenida del fundador de la empresa lo definen todo: «Hace treinta años no teníamos grandes planes ni una visión de futuro. Teníamos algo valioso: ilusión, compromiso y generosidad. Talasur nació de la humildad, acompañada de quienes creyeron cuando aún no había certezas. Personas que dieron más de lo que se les pedía. Que se esforzaron sin que nadie se lo recordara. Que pusieron alma donde sólo se pedía eficacia. A todas estas personas quiero decirles, de corazón: ¡Gracias! Se ha llegado hasta donde hoy está la compañía gracias a tres pilares: el compromiso, que nos hace cumplir incluso cuando es difícil; la generosidad, que se traduce en compañerismo, en respeto y en entrega; y la excelencia, que no es un acto, es un hábito».
El espíritu inclusivo y global de Talasur se reflejó hasta en la oferta gastronómica. De hecho, hubo opciones 'halal' para garantizar que todos los invitados pudieran sentirse parte y disfrutar plenamente de la celebración. El arte fue también protagonista como lenguaje narrativo: una violinista recorriendo el espacio y amenizando con un recital, zancudos, batucadas y música con orquestas en directo.
Todo estuvo acompañado de una degustación de marineras, tortitas de camarón estilo Balbino de Sanlúcar, cazón gaditano, buñuelos de bacalao, croquetas cremosas de jamón ibérico y de gamba roja, gambas en gabardina con salsa sweet-chili, brochetas de pollo Teriyaki, mini-burgers y sushi. A estas exquisiteces se unieron diez cortadores de jamón acompañados de regañás y unas estaciones de quesos de diez países. Todo regado con verdejo Palazuelos de Rueda y tinto Viña Paceta de Rioja. El bocado dulce fueron unas brochetas de frutas. También un amplio surtido de petit fours y dulces finos que dieron paso a un brindis. Y termino con esta reflexión muy aplicable: «Nunca sueñes con el éxito: trabaja para lograrlo». Enhorabuena amigo Salvador. Esperamos tu 50 aniversario.