Servicios Sociales tramitó el sepelio de 32 personas sin recursos en Cartagena el año pasado
El Consistorio gestionó 148 enterramientos en el último lustro; fue en 2023 cuando más funerales contrató, 38 en total
Cada vez se habla más de la soledad no deseada como una lacra. Algunas de esas personas terminan también sus días así, sin acompañamiento. Hasta ... el punto de que algunos no tienen a nadie que vele sus cuerpos. Es en esos casos extremos, cuando nadie se hace cargo o no se dispone del dinero para hacerlo, cuando interviene el Ayuntamiento. En los últimos cinco años, el Consistorio ha destinado 124.472 euros en los llamados enterramientos de beneficencia, según datos de la Concejalía de Servicios Sociales. Durante este periodo, se han gestionado 148 entierros de personas para las que nadie se ofreció a responder de los gastos funerarios.
En el último quinquenio, el año que más fallecidos encontraron sepelio digno gracias al Ayuntamiento fue 2023, con 38 funerales, seguido de 2021 con 31. En lo que va de 2025 ya se han registrado 12 casos.
Beatriz Jurado, jefa del área de Servicios Sociales del Ayuntamiento, explica a LA VERDAD que este servicio se presta mediante un contrato municipal adjudicado a la funeraria cartagenera Estavesa. El servicio estará vigente hasta este próximo año, cuando toca de nuevo sacarlo a licitación. Con un límite de gasto de 40.000 euros anuales, el Ayuntamiento trabaja con un serie de perfiles, los que requieren este último y excepcional servicio. «Los fallecidos suelen ser personas que no tienen medios económicos, ni sus familias, ni seguro de decesos para darles un enterramiento digno», afirma Jurado.
LAS CLAVES
124.472 euros
ha destinado en los últimos cinco años el Ayuntamiento a financiar los entierros de beneficencia
El proceso, explica la funcionaria, se activa cuando algún familiar o vecino del finado informa al Ayuntamiento del fallecimiento y se verifica que no disponen de recursos. Entonces, desde Servicios Sociales se autoriza por escrito a la funeraria para proceder al enterramiento. En otros casos, es el hospital o incluso el juzgado el que comunica la necesidad de gestionar el entierro, especialmente cuando se trata de personas no identificadas.
Colapso en la morgue
«Hablamos de cuerpos que están en la morgue y no hay sitio para ellos. Son personas que no han sido identificadas. Se les entierra en nichos municipales del cementerio de Los Remedios o el de San Antón», detalla Jurado.
No obstante, la técnico recalca que son casos excepcionales. «No llegan muchos cadáveres del juzgado, pero cuando sucede es urgente porque no hay sitio en la morgue. Suelen ser cuerpos hallados en extrañas circunstancias, con investigación policial abierta», indica Jurado.
Asimismo, asegura que tampoco suelen recibir casos de muertes violentas, sino que, en la mayoría de los casos, son por enfermedad o edad avanzada, aunque también se han gestionado situaciones muy puntuales, como el de un menor que se ahogó en Cabo de Palos y cuya familia no tenía medios para el sepelio.
El contrato contempla dos modalidades: con velatorio o sin él. El servicio incluye el ataúd, la recogida del cadáver, el traslado al cementerio y, en algunos casos, la sala de velatorio.
La mayoría de los casos son debidos a enfermedad y edad avanzada
«La mayoría de estos casos son personas mayores sin familia, o con situaciones de exclusión social muy graves. A veces algún amigo o conocido solicita acompañarlos en el velatorio», añade la responsable de Servicios Sociales.
Jurado recuerda que el servicio solo se presta a residentes habituales en Cartagena, aunque en ocasiones surgen casos en el hospital de Santa Lucía que son derivados al municipio donde el fallecido tenía su residencia habitual.
Durante la pandemia de la covid hubo cambios, recuerda Beatriz Jurado. Entonces se tuvieron que establecer protocolos especiales en algunos de estos entierros, empleando bolsas de material más aislante y costoso, sobre todo cuando se tenía certeza de que las personas fallecidas eran víctimas del virus y estaban en situación de exclusión social.
Los cementerios municipales se adaptan con nuevos columbarios
Es un hecho. Cada vez más las personas prefieren incinerarse que ser enterradas a la vieja usanza. En este sentido, los cementerios municipales de Los Remedios y San Antón ya están poniéndose al día. El segundo de ellos, tal y como anunció el año pasado el Ayuntamiento, tendrá 80 columbarios para incineraciones.
Las incineraciones representan ya el 60% de los servicios funerarios en el municipio de Cartagena, según las empresas del sector. Por contra, Cada vez es menos frecuente la adquisición de panteones y tumbas familiares.
En planificación, también está dar cabida en los cementerios a otras confesiones distintas a la cristiana. Pendiente está dar cumplimiento a la sentencio que obliga a habilitar un camposanto específico para musulmanes. 17.000 metros cuadrados adyacentes al camposanto de San Antón pretende habilitar el Ayuntamiento para esta finalidad. El avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), además, recoge esta futura ampliación.
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