El Rosell y el Santa Lucía de Cartagena tendrán quirófanos mejor dotados para operar más

La reforma de los dos bloques quirúrgicos será una de las grandes inversiones del Servicio Murciano de Salud (SMS) para este 2023 en Cartagena. Incluirá la modernización de los equipamientos, de la tecnología y del mobiliario. La previsión es que primero se trabaje en los diez del Rosell, a partir del próximo lunes, para, inmediatamente después ejecutar las obras en los quince del Santa Lucía. La inversión prevista, según la Consejería de Salud, es de 8,3 millones de euros.

Para el hospital del Paseo de Alfonso XIII supondrá todo un salto cualitativo, ya que tras la reforma en sus salas de operaciones se podrán hacer intervenciones más complejas, como las que se llevan a cabo ahora en el Santa Lucía. Será gracias a su adaptación a las nuevas tecnologías.

«Será la continuación de los trabajos iniciados hace casi un año, aprovechando la oportunidad que brindaban los fondos de financiación europeos Feder, cuando se realizó un ingente trabajo de planificación, diseño y selección. La inversión permitirá actualizar y ampliar la cartera de servicios actual del área sanitaria», explicó a LA VERDAD el gerente del área de salud, José Sedes.

A lo largo de los dos últimos años de pandemia, el Rosell ha realizado una serie de cambios. Entre ellos, el aumento del número de camas en Medicina Intensiva hasta 43. Además fueron renovadas más de un centenar de camas, incorporados 106 sillones para los acompañantes de los pacientes e instaladas 120 taquillas. También ha sido renovada la zona de Urgencias, ampliada la sala de altas hospitalarias, los espacios del servicio de Rehabilitación y los de las consultas preanestesia.

El objetivo en ambos hospitales es disponer de un equipamiento más moderno para mejorar la asistencia sanitaria y acelerar los procedimientos diagnósticos y terapéuticos, además de incrementar la seguridad de los pacientes y facilitar el trabajo a los profesionales.

El gran contrato incluye modernas mesas y lámparas quirúrgicas para llevar a cabo operaciones de diversa complejidad. Una de las novedades es que podrán ser retransmitidas para ser aprovechadas por alumnos y profesionales de otros hospitales.

La mejora de la integración de los quirófanos ayudará en la visualización de las lesiones durante la operación, lo que redundará en un mayor número de intervenciones y en una mayor eficacia en su tratamiento. Por otro lado, supondrá una notable mejora en la capacidad docente, al permitir el archivo y visualización de imágenes y pruebas a médicos y estudiantes en formación.

Por su parte, la modernización de los quirófanos de Angiología y Cirugía Vascular permitirá aumentar la capacidad de diagnóstico intraoperatoria y tratar patologías isquémicas de modo más eficiente. Mientras, los equipos que servirán para obtener información del estado de las estructuras y tejidos del cuerpo, como microscopios, ecógrafos de alta definición y el navegador cráneomaxilofacial, aumentarán el nivel de resolución y la eficacia quirúrgica.

Estas tecnologías se complementarán con nuevos equipos de videolaparoscopia con fluorescencia en tres dimensiones, motores de cirugía ósea y equipos de injertos de piel, entre otros. Estos equipos permitirán «tratar un mayor rango de lesiones», indicaron fuentes de la Consejería de Salud. También serán modernizados los quirófanos de Oftalmología con nuevas tecnologías diagnósticas de alta sensibilidad y equipos para tratamientos.

Todo ello, supondrá, en palabras de José Sedes, «un salto cualitativo exponencial». «En este proyecto de modernización han participado todos los servicios clínicos y no clínicos implicados, que han consensuado tanto los materiales como la tecnología de la que dispondrá el área sanitaria para la próxima década».

Otro de los objetivos que se marca la gerencia es reducir al máximo las listas de espera, puesto que el Rosell no solo podrá hacer operaciones simples, como ahora, sino también de mayor complejidad. Actualmente, hay 5.389 pacientes que aguardan a entrar a un quirófano. De ellos, más de 1.300 lo hacen más de cuatro meses y medio. Los que más, los de la lista de Cirugía Plástica y Reparadora, con 155 días de espera. Le siguen: Cirugía Maxilofacial, con 133 días; Traumatología, con 126 días; y Ginecología, con 103 días. Por debajo de ese rango está Dermatología, donde los enfermos tienen una demora de 85 días, Urología, con 84 días, Oftalmología, con 80 días; y Cirugía General y Digestivo, con 72.

El hospital Santa Lucía continúa dando pasos importantes en el campo de la investigación médica. Ahora, los médicos se han marcado como objetivo aprovecharse de una de las tecnologías más punteras del mundo, como es la inteligencia artificial, para crear terapias que puedan dar un mejor resultado a los pacientes con cáncer colorrectal metastásico.

Para ello, participan en el proyecto internacional 'Revert' financiado por la Comisión Europea. Lo hacen junto a investigadores de Italia, Rumanía, Alemania, Suecia, Luxemburgo y España. Los servicios de Análisis Clínicos, Anatomía Patológica, Cirugía, Farmacia y Oncología del hospital Santa Lucía liderados por el grupo de investigación de Patología Molecular y Farmacogenética del IMIB están participando en la creación de una base de más de 400 pacientes que incluye datos clínicos, anatomopatológicos y moleculares. También recogen información sobre los hábitos de vida del paciente y las variables bioquímicas.

La combinación de esas bases de datos confeccionadas en Italia, España, Suecia, Rumanía se emplearán para aplicar herramientas de inteligencia artificial. El objetivo es averiguar qué características del paciente hacen predecir una mejor respuesta a una terapia de combinación de las ya empleadas en la práctica clínica. El Santa Lucía participa igualmente junto a otros grupos de Alemania y Suecia en el establecimiento de organoides, cultivos tridimensionales tumorales de excedentes para probar esos tratamientos en estas células en cultivo. La idea posterior es que con ese algoritmo infomático, se pueda iniciar un estudio clínico en el que se evalúe la utilidad del sistema, para ayudar en la toma de decisiones en los tratamientos ya probados en pacientes.