La plantilla de Navantia elude cualquier responsabilidad en los retrasos del submarino S-82
El comité del astillero defiende la legitimidad de sus «medidas de no colaboración» con sus jefe y esperan la reacción al aviso de la ministra
En la Armada y en el astillero de Cartagena hay expectación por ver cómo Navantia mueve ficha tras el toque de atención que dio este lunes la ministra de Defensa, Margarita Robles, por los retrasos en el programa de los nuevos submarinos S-80 y, en particular, en la fabricación de la segunda de las cuatro unidades: el S-82 'Narciso Monturiol'. De esas incidencias se desmarca el comité de empresa de la factoría naval cartagenera, que en un comunicado advirtió de que las demoras que afectan a los S-80 «en ningún momento» y «bajo ningún concepto» son imputables a la plantilla.
La ministra Robles convocó el lunes en el Arsenal a una representación del comité del astillero para «contrastar», según los sindicalistas, las informaciones facilitadas por la compañía acerca de los retrasos en la fabricación del 'Narciso Monturiol'. Allí le confirmaron que hay problemas de suministro de materiales, en cuyo origen el comité no entró. También, que se necesita más mano de obra cualificada para atender la actual carga de trabajo. Los sindicatos calculan que hacen falta unos 400 profesionales.
La plantilla de Navantia aplica desde febrero de 2023 «medidas de no colaboración» con la empresa. Es decir: el cumplimiento estricto de las condiciones laborales del I Convenio Colectivo 2018-2022, caducado y no renovado aún. Básicamente, no hacen horas extraordinarias.
La Armada y los obreros aguardan a que la dirección de la compañía mueva ficha pronto tras las quejas de Robles
Los obreros de los astilleros públicos reclaman la firma del II Convenio Colectivo Intercentros, así como un plan industrial que recopile todos sus derechos y obligaciones laborales, junto con las necesidades de incorporación de la mano de obra necesaria para cumplir con los encargos. Este jueves y viernes se reunirá el comité intercentos y la dirección de Recursos Humanos de Navantia.
Reuniones en Madrid
Se trata de una cita programada antes de que Robles mostrara su preocupación por los retrasos en el S-82, de los que dijo que «exceden de lo razonable», y convocara de urgencia el lunes por la tarde, en Madrid, al presidente de la compañía, Ricardo Domínguez. Ni Defensa ni Navantia informaron de lo acordado en esa entrevista. Tampoco hubo reacciones este martes en el astillero, donde la empresa concentra el diseño y producción de submarinos.
Navantia realiza en la actualidad una reprogramación de los plazos de fabricación, puesta a flote, pruebas de mar y entrega del 'Narciso Monturiol'. Robles confirmó el lunes una obviedad: que es imposible entregarlo este año, pues ni siquiera está cerrado su casco resistente. Y después hay que concluir el montaje y pasar unas pruebas de mar que durarán meses. En Defensa dejan en el aire incluso que pueda estar listo en 2025. Mientras tanto, Navantia trabaja en la fabricación de las otras dos unidades restantes de la serie: el S-83 'Cosme García' y el S-84 'Mateo García de los Reyes'.
El prototipo, el S-81 'Isaac Peral', fue entregado en noviembre y está en el proceso de ajuste de equipos por parte de ingenieros y técnicos de Navantia antes de su entrada en servicio. Se trata de tareas propias del periodo de garantía del barco.
