El personal de los submarinos S-80 se adiestra con tecnología de videojuegos
Navantia pone en marcha simuladores digitales de gran precisión para que los marinos se familiaricen con la Clase Isaac Peral antes de embarcar
Los especialistas de la Armada que embarcan por primera vez en el nuevo S-81 'Isaac Peral' son capaces de moverse casi con los ojos ... cerrados en las estrecheces del buque, distinguir qué clase de conducto es la goma gris que tienen sobre sus cabezas alineada a otras cinco del mismo color o encontrar sin titubear el lugar exacto donde se guarda un equipo contraincendios. Antes de subir al buque más moderno de la marina de guerra española ya han recorrido virtualmente mil veces sus estancias, han accionado otras tantas los botones de las consolas que permiten operarlo, han resuelto averías, atacado fuegos en compartimentos, soportado apagones en la cámara de mando y control o reaccionado ante inesperadas vías de agua que amenazan con llevarlos a pique si el timonel carece de temple y pericia.
Todo ello ha sido posible gracias a los reproductores digitales de última generación Navantis, desarrollados por Navantia Sistemas e instalados en el aula virtual de la Base, Escuela y Flotilla de Submarinos, a escasos metros de los simuladores de plataforma y táctico, o de combate, de los nuevos S-80. Se trata de tecnología de videojuego que permite al militar en formación familiarizarse con su nuevo entorno laboral antes de poner un pie en él y utilizando pantallas digitales y mandos de videoconsolas.
El desarrollo de esos equipos de última generación, únicos en el mundo y piezas esenciales en el Programa S-80, lleva miles de horas de trabajo por parte de ingenieros y técnicos de la empresa pública expertos en desarrollo tecnológico. Su trabajo complementa cada vez más al que realizan sus compañeros especialistas en construcción naval.
Modelado del barco
Todo empieza con el modelado exhaustivo del interior del buque para reproducirlo con gran precisión en pantallas y hacer, después, por medios electrónicos, que el simulador se comporte como si fuera el propio barco cuando alguien acciona un botón en cualquier consola de los sistemas de navegación y combate. En palabras de los propios usuarios, a modo de ejemplo de las ventajas que ofrecen estos adelantos tecnológicos, permite arrancar «siete veces los motores del submarino sin arriesgarse a sufrir una avería».
Los formadores ponen retos a los alumnos, que tienen que resolver satisfactoriamente según el protocolo de trabajo de la Flotilla de Submarinos y en el menor tiempo posible. Consiguen así familiarizarse con los sistemas de consolas del barco mediante el uso de elementos interactivos táctiles basados en los reales. El aprendizaje se completa con el uso de gafas de realidad virtual que facilitan al alumno moverse por todo el barco, sentarse en los puestos de control y accionar dispositivos como si estuviera en una navegación real sin salir del aula. «Todo ello permite a las dotaciones adiestrase en el más mínimo detalle del funcionamiento del submarino», explicó la directora de Navantia Sistemas, la ingeniera Cristina Abad Salinas.
Esa línea de negocio de Navantia, con sedes en Cartagena, Ferrol, San Fernando y Madrid, es la que se encarga de los desarrollos y adaptaciones tecnológicas en todos los buques que fabrica la compañía pública española. En el caso de los submarinos, ha sido la encargada de integrar en los barcos todos los equipos suministrados por compañías internacionales especialidades, como los sónares de SAES y Lockheed Martin, los de Babcock para el núcleo de medios de combate o los lanzadores de Calzoni.
«Todos esos elementos tienen que trabajar en perfecta armonía para que el submarino pueda cumplir sus funciones», explicó, didáctica, Abad.
Los desarrolladores de Navantia Sistemas en Cartagena tienen ahora como reto terminar los simuladores virtuales de navegación y equipos de combate. Para el primero de ellos han modelado el puerto de Cartagena y sus aguas cercanas, con el fin de que quienes se sometan a ese entrenamiento tengan la sensación real de una navegación, incluida la vista de la costa cartagenera cuando se escruta el horizonte con el periscopio.
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Los ingenieros: «Puede parecer banal, pero ahora la gente está muy familiarizada con estos sistemas»
Un buque, ya sea submarino o de superficie, está formado por una serie de sistemas tecnológicos complejos que hay que integrarlos para que funcionen a la perfección. A ello se dedican los ingenieros de Navantia Sistemas, que desarrolla 'sofware' (programas), 'hardware' (equipos) y electrónica para todos los programas de construcción de la compañía, como los submarinos S-80, las fragatas F-110 y las corbetas construidas para la marina saudí.
«Nos aprovechamos mucho de la industria del videojuego. Puede parecer banal, pero la gente joven está muy familiarizada con este tipo de sistemas», explicó el responsable de tecnología de control de Navantia Sistemas, Juan Luis Muñoz. Los simuladores virtuales desarrollados para formar dotaciones de los S-80 llegan al detalle de etiquetar piezas del submarino con sus características y discriminar en la pantalla a qué equipos del buque pertenece para que el profesional pueda ampliar su conocimiento de dicho material y del barco en su conjunto. El entorno es tan realista que los marineros practican con un ordenador trabajos de repostaje de combustible o ejecutan funciones tocando virtualmente botones de una consola como si estuvieran embarcados. «El entorno es tan realista que lo que los alumnos ven en este aula lo encuentran en el submarino», detalló Muñoz sobre la 'gamificación' de tareas.
El uso de la realidad virtual para el adiestramiento de dotaciones de buques da a Navantia ventaja sobre otros astilleros militares punteros. Navantia Sistemas es la línea es una de las líneas de negocio que más ha crecido en los últimos años. Quinientos profesionales, cien de ellos en la factoría naval de Cartagena, forman parte de sus proyectos de desarrollo de soluciones tecnológicas para los productos de la compañía. Y la plantilla va en aumento, ya que contempla nuevas incorporaciones de personal con perfiles tecnológicos, entre los que entran los de ingenieros informáticos y de telecomunicaciones, según su directora, Cristina Abad. Sus sistemas permiten acciones impensables hace algunos años, como arrancar desde San Fernando, en Cádiz, los motores de un barco construido por Navantia atracado en Australia.
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