Una multinacional mexicana buscará en la zona oeste de Cartagena mineral para hacer cementos

Una amplia zona de 786 hectáreas delimitada por Los Puertos de Santa Bárbara, Cuesta Blanca y La Magdalena es la elegida por la multinacional del cemento para evaluar la creación de una cantera. Los trabajos de investigación durarán tres años.

Previamente a las comprobaciones físicas de la zona, realizarán un trabajo de documentación en los archivos existentes y, especialmente, en la bibliografía de la UPCT.

También realizarán cartografía geológicas a escalas variables según el detalle requerido en base al interés de la zona.

Simultáneamente a estas labores tomarán muestras de las características existentes en las áreas volcánicas con potencial puzolánico.

Los exámenes geofísicos para determinar la extensión de las cuerpos interesantes se harán mediante pruebas gravitacionales y electromagnéticas.

Después de estos estudios comenzarán con las catalíticas superficiales para evaluar las características del terreno. Supondrán la apertura de unas 10 zanjas de 15 metros de longitud 1 metro de ancho y 75 centímetros de profundidad. Según los planes de Cemex esto sucedería a finales del segundo año de investigación.

Por último, las catas que tendrán unos 20 metros de profundidad y unos 46 centímetros de longitud se llevarán a cabo durante casi todo el tercer año. Las perforaciones serán realizadas mediante circulación directa, lo que permitirá llegar a la máxima profundidad posible para la maquinaria. Tras cada abertura se cementará y taponará el punto.

Una vez finalizadas todas las pruebas, si los sondeos son exitosos desarrollaran un cálculo final de las reservas disponibles para valorar su rentabilidad y se promovería la correspondiente solicitud de aprovechamiento, lo que supondría la creación de una cantera, que quedaría sometida al correspondiente procedimiento de evaluación de impacto ambiental.

LA VERDAD se puso en contacto con la empresa, que no informó sobre el estado del estudio que llevará a cabo en Cartagena.

Si bien alrededor de una decena de vecinos de la zona oeste ya han recibido misivas de la comunidad autónoma en la que les solicitan permiso para entregar sus datos a Cemex para que se pongan en contacto con ellos y poder entrar en sus propiedades, que se encuentran en la zona autorizada por la Carm, a realizar los sondeos. Este territorio esta definido como un rectángulo irregular de unos 4 kilómetro de longitud este-oeste, hasta cerca de Las Palas y unos dos de norte-sur, en el límite entre Cuesta Blanca y La Magdalena.

Estas poblaciones destacan por tener núcleos residenciales diseminados en pequeños caseríos. Según el padrón municipal cuentan con más de 2.000 habitantes. En la zona prevista para los estudios, lejos de ser un lugar deshabitado, hay comercios, una farmacia, restaurantes, un club hípico y varias casas rurales, entre otras. Además, de un museo etnográfico, que recoge la historia y tradiciones del campo de Cartagena, recientemente remodelado, un molino declarado BIC y una ermita del siglo XIX.

La zona es atravesada por la auto vía del Mediterráneo AP7 y con esta situación en la mente de los vecinos resuenan las expropiaciones que tuvieron que aceptar para su construcción.

La llegada de estas cartas desde hace unos tres meses a los distintos propietarios ha ido generando incertidumbre entre los habitantes de la zona, en su mayoría de avanzada edad, por la falta de información al respecto. Es el tema de conversación más repetido, no se habla de otra cosa en los pueblos afectados estos días que además hay fiestas patronales en la zona.

Una de las primeras personas en recibir las inquietudes de los habitantes de la zona fue José Ramón Casanova, presidente de la asociación de vecinos de Los Puertos de Santa Bárbara de arriba que aseguró los vecinos harán todo lo que esté en su mano para evitar que esto suceda, movilizándose si es necesario.

En el área que trabajará la multinacional crece el garbancillo de Tallante, una planta endémica que se consideró extinta hasta que se redescubrió en 2004. Está cerca de la Zona de Especial Protección a las Aves de la Muela-Cabo Tiñoso. El búho real o el águila perdicera son algunos de los animales que surcan estos cielos. Y según un documento presentado por la compañía, «las áreas de trabajo de las calicatas y los sondeos deben considerarse incluidas en los territorios de campe, alimentación y de dispersión de estas aves rapaces, cuyos ámbitos de campeo se establecen en entornos desde 3 a 7 km de distancia desde sus áreas de cría».

Luis Sánchez y su mujer María del Carmen Martínez son algunos de la decena de vecinos de los Puertos de Santa Bárbara que han recibido una carta de la Dirección General de de Energía y Actividad Industrial y Minera de la Comunidad Autónoma. Les informan que han autorizado a la empresa Cemex a realizar sondeos en sus terrenos con el objetivo de analizar el potencial de la zona para extraer la puzolana empleada para la realización del cemento. En la misiva les solicitaban entregar sus datos a la mercantil para que se pusieran en contacto con ellos para entrar en sus fincas.

«Cuando recibí la notificación no entendía a que venía. Llamé al Ayuntamiento y no supieron decirme nada, aunque se comprometieron a informarme de lo que averiguaran», manifestó Sánchez. Su finca está al lado del molino de viento de los Puertos de Santa Bárbara, declarado Bien de Interés Cultural, y que también entra dentro de la zona seleccionada para las catas. «Esto nos toca a todos, es una cosa del pueblo, aunque a un vecino no le hagan catas en su terreno también le va a afectar», afirmó el propietario. La mayoría de vecinos se encuentran preocupados por la situación y lejos de verlo como una oportunidad, les invade la incertidumbre.

Pedro Miguel Martínez se sorprendió cuando su vecino Ramón Fuentes acudió a su casa para que revisara la documentación que le había llegado. Así descubrió que se trataba de la aprobación del plan de investigación de la multinacional mexicana. «Es increíble que autoricen eso y luego a los vecinos que queremos reformar o hacer una casa nos exijan mil cosas», comentó el joven enfadado.

«Estamos asustados porque no sabemos lo que va a pasar », continuó. «Si las pruebas les salen favorables a sus intereses nos pueden echar de aquí. Ya no podríamos vivir en la zona, lamentó.