Juan Diego, un trovero en el futuro
José Sánchez Conesa
Martes, 2 de septiembre 2025, 23:45
Juan Diego Celdrán Madrid nació en fecha muy aguilandera, el 28 de diciembre de 1992. Este verano ha sido noticia al alzarse con el primer ... premio del Certamen de trovo recitado Pascual García Mateos, dentro del Festival Internacional del Cante de las Minas. Un concurso al que dedica este trovo: «Después de este torneo, al trovo más lo defiendo. No lo quiero en un museo, el trovo en el que yo creo es libre y sigue creciendo».
Su familia ha cantado siempre en las reuniones familiares el aguilando local, el de Tallante, aunque no existen antecedentes de troveros ni siquiera de instrumentistas. Coge la guitarra con 12 años para acompañar a la cuadrilla pensando ya alguna que otra copla. Juan Andreu, el acordeonista, le enseñó algunos secretos de la guitarra y a cantar. Alfonso Zaplana, aficionado al trovo, le corregía coplas y de Alfonso El Claro, el célebre trovero o guión, aprendió un lema que sigue trasladando a sus alumnos de las escuelas de trovo: «Tú siempre p'alante. Aunque te equivoques». Otra frase recurrente que expresa, dentro de este mundo repentista, su pedagogía más elemental: «Si quieres aprender, arrímate».
Con 16 años conoce a Juan el Baranda y a Diego Ortega, troveros con incursiones en la órbita cuadrillera. Será Diego el que lo invite a asistir a las reuniones que celebra la asociación trovera Marín en el centro cívico de La Palma, corriendo el año 2008. Allí alterna con los citados repentistas más El Palmesano, Taxista, Andrés Marchán, el cantaor Paco Pedreño y el guitarrista Angelín. No era propiamente una escuela, aunque El Palmesano le pasó materiales didácticos a modo de deberes para casa. También es cierto que abordando algún asunto del orden del día más de uno decidía emitir su opinión en verso o incluso se proponían temas para glosar, como forma de ejercitarse en el arte verseador.
«Después de este torneo, al trovo más lo defiendo. No lo quiero en un museo, el trovo en el que yo creo es libre y sigue creciendo»
Durante el segundo curso de Lengua y Literatura en la Universidad de Murcia conoce a Emilio del Carmelo Tomás Loba, profesor asociado, y a Pedro Cabrera. Esos encuentros serán estímulos importantes al descubrir otras visiones dentro del mismo repentismo, aunque se sentía extraño, a contracorriente, ya que no era propio de un joven dedicar parte de su ocio a tales menesteres tan ligados con la tradición de los mayores.
Siente honda satisfacción porque su primera velada completa fuese en un acto conmemorativo del Cuarto Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes en Murcia, año 2017, compartiendo escenario con los dos últimos artistas citados y ante el busto del aclamado escritor, junto a la Facultad de Letras. Ahora se canta él mismo pero al principio su cantaor fue el joven Álvaro y en ocasiones Isabel Nicolás.
Escuelas de trovo
Se apuntó a un curso online impartido por uno de los más grandes, el trovador cubano Alexis Díaz Pimienta, aunque también le han servido mucho los conocimientos que le proporcionó la carrera universitaria como recursos métricos, fonéticos, figuras retóricas y poéticas. Otro hito en su progresión fue la Escuela del Trovo de Galifa y Perín, auspiciada por la Junta Vecinal Municipal de esta última población, presidida por Isa Andreu.
Juan Diego ejerció de profesor junto a Emilio del Carmelo, contando con ocho participantes de perfiles diversos como era el caso del veterano Juan El Pulga, hijo del célebre Pulga de Galifa, trovero y cuadrillero. Otro alumno era Juan Ortega El Vorico, de profesión veterinario y autor de libros y artículos de etnografía y repentismo, quien se acercaba con la intención de perfeccionar el trovo de escritura en mesa, no tanto para subir a un escenario. Se sumaron jóvenes como el gran Tomás Parra, el propio nieto de Juan el Pulga o Natalia Martín, La Niña de la Magdalena, quien anda con proyectos de sostenibilidad medioambiental y cultura del territorio.
La experiencia de talleres de enseñanza trovera pasaron a la Universidad Popular de Cartagena para marcharse a Lorca en el curso 2024-2025, a donde acuden alumnos sobre todo de las pedanías. En estos cursos no falta el acercamiento a otras realidades de la trova mundial, caso de Cuba y Puerto Rico, y dentro de nuestro país se hace imprescindible conocer el versolarismo vasco, el caso catalán o los verseadores valencianos. Hay vida más allá de nuestras fronteras.
Nuevos espacios
Resulta fundamental que el trovero escuche al público, siendo sensible con aquellos temas que preocupan y ocupan en nuestra contemporaneidad. Que se planteen temas para el debate como el divorcio (después de décadas aprobado en España) o quién es mejor, si el hombre o la mujer, queda algo trasnochado. Cuenta Juan Diego que aquellos de sus amigos que asistieron al certamen del trovo quedaron satisfechos con temas como la jornada laboral o el gasto en defensa. Observa con satisfacción que a las veladas entra gente joven al identificarse con la nueva generación de troveros como es el caso de Tomás Parra, quien también se aventura en el rap.
Las cosas se mueven, ahí esta el dúo murciano Maestro Espada, quienes versionan el folklore regional en clave de rock, pop y músicas electrónicas. Cuando entrevistamos a Juan Diego, apodado Barbarroja, marchaba al exitoso evento Agrocuir en Monterroso (Lugo), mientras se prepara el Achocuir, que tendrá lugar en nuestra Región, una tendencia de la contemporaneidad que reivindica la diversidad sexual y el futuro rural, donde tiene cabida la juventud disidente y el movimiento LGTBI, junto con el folklore ligado al territorio.
El trovo gana terreno en ámbitos que hasta hace poco eran considerados ajenos, como ha sido el caso de unas jornadas de Literatura y Feminismo en las que tomaron parte las troveras Patricia Navarro y Natalia Martín, quienes hicieron llorar de emoción a las presentes. Cambian los contextos de nuestra trova.
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