Una historia de feminismo

Días después de celebrada la manifestación feminista del 8 de marzo convocada por Paro Internacional de Mujeres (PIM), también conocido como Movimiento 8M, nos proponemos indagar en antecedentes del feminismo en Cartagena, mediando la década de los 70.

La tesis doctoral de Francisco Arriero, titulada 'El Movimiento Democrático de Mujeres, del antifranquismo a la movilización vecinal y feminista' (Madrid, 2015) apunta a que una de las fundadoras del MDM en Murcia fue la profesora Elvira Ramos, del Partido Comunista de España (PCE), quien organizó en 1973 reuniones con esposas, hijas y parientas de militantes. Su objetivo era implantar el modelo del MDM, que tan buenos resultados estaba dando en Madrid. Esas primeras reuniones clandestinas se realizaron en domicilios particulares y posteriormente en pisos cedidos por los jesuitas y en algunas parroquias. Elvira Ramos habla de un grupo inicial de «más o menos 20 o 25 mujeres». Poco después, este núcleo creció conectando con mujeres de Yecla, Cartagena y Lorca, ciudades en donde también se crearon grupos. Josefina Pérez habla de unas 70 en Cartagena, siendo muy probable que entre todos los grupos de la Región fuesen más de doscientas en 1976.

El MDM fue clave en el resurgimiento y desarrollo del feminismo durante la dictadura y la transición. A pesar de sus orígenes comunistas, sus promotoras pronto comprendieron la necesidad de articular y promover un movimiento femenino de masas a nivel estatal, de carácter plural, interclasista e intergeneracional, en el que consiguieron integrar tanto a católicas progresistas como a militantes más a la izquierda del PCE, a mujeres de las clases medias, a trabajadoras y a amas de casa. Incluso algunas entraron en las mismísimas asociaciones de amas de casa para dotarlas de una orientación más moderna con la preocupación por los precios de los productos de primera necesidad, la educación de los hijos o la situación de los barrios. También tuvieron que afrontar incluso el machismo asentado en los partidos.

Para el caso cartagenero hemos consultado la obra 'Cien semblanzas de la Resistencia. La oposición democrática en Cartagena 1939-1979' (1995) y entrevistado a una de sus autoras, la mentada Josefina García. A partir de 1975 se irán agrupando «creyentes y no creyentes, militantes de partidos y amas de casa» en Barrio de la Concepción, Las Seiscientas, Barrio de Peral, Los Mateos, Lo Campano, San Antón y El Ensanche, celebrando asambleas en las parroquias de Santa Florentina y Las Seiscientas. Encuestan a la población para valorar los servicios e infraestructuras en las barriadas, lo que les llevó a la convocatoria de una manifestación el 9 de septiembre de 1976 que sumó a más de mil personas según las organizadoras. Unidas a la lucha por la democracia, demandan zonas verdes, guarderías, agua, luz y asfaltado, según la información del diario 'La Verdad', con foto de Cifre. El recorrido de esta marcha, ya legal, fue desde la plaza de España hasta el mercado de Santa Florentina.

Unos meses antes, en abril, se habían concentrado sin permiso oficial en el citado mercado público para protestar con pancartas por la carestía de la vida, disolviéndose con celeridad para evitar detenciones. Venciendo al miedo, se congregaron unas 42 mujeres mientras los hombres vigilaban fuera por si llegaba la policía. Más tarde lo hicieron a las puertas de los juzgados contra la minoría de edad legal de las mujeres.

La actividad de este grupo la podemos fechar entre los años 1975 y 1980, tomando el relevo otra asociación, el Colectivo Progresista de Mujeres presidido sucesivamente por Aurelia Quesada, Teresa Rosique, Carmen Sendra y Ángeles Nieto. Recuerda Josefina con especial cariño el trabajo desarrollado por la psicóloga y directora de la Casa de la Juventud Cristina Esparza. El Colectivo organizará talleres de coeducación y campañas para que las mujeres se incorporen activamente en los Consejos Escolares, AMPAS y Asociaciones de Vecinos.

Fueron fundamentales para la creación del Centro de Planificación Familiar al realizar el proyecto y negociarlo con la institución municipal presidida por Enrique Escudero, al tiempo que se municipalizan las guarderías de barrios que funcionaban merced al voluntariado vecinal. En los primeros carnavales de la democracia participan disfrazadas de sufragistas o de mujeres célebres como Teresa de Jesús, Indira Gandhi o Madame Curie. Otra lo hizo de mesa camilla con televisor bajo el cartel: 'Para qué leer, si ya veo Falcon Crest'.

Protagonizan dos encierros en la parroquia de Santa Florentina y otras acciones de protesta que las llevará a ser recibidas en el palacio de San Esteban con motivo del despido de trabajadores en los años negros de la crisis industrial.

Ahora Paro Internacional de Mujeres (PIM) en Cartagena inserta además la preocupación por la sostenibilidad del planeta, incorporando a una nueva generación estudiantil y universitaria muy animada, que reconoce la labor de los anteriores colectivos feministas y a quienes fueron sus protagonistas.