La gran afluencia de bañistas lleva al límite los accesos a La Manga los fines de semana
Los atascos del domingo por un cúmulo de colisiones ponen en guardia a los vecinos, que piden más policías regulando en hora punta
Los atascos en La Manga ya son un clásico del verano, pero no por ello los vecinos dejan de reclamar que se estudien medidas para intentar paliar el problema. Este domingo, el mismo se hacía especialmente evidente. Una sucesión de fortuitas colisiones entre vehículos –ninguna de ellas de gravedad– provocó kilométricas retenciones en la salida del principal destino turístico de la Región. Todo ello cuando buena parte de los visitantes se disponían a regresar a sus casas por la tarde tras una jornada de baño. Tal y como probaron las distintas fotografías que circularon por redes sociales, la cola de coches llegó al menos hasta el kilómetro 7.
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Así lo confirman fuentes de la Guardia Civil a este periódico. «Hubo una colisión y, después, a lo largo de la cola, se reprodujeron otras que fueron incrementando el problema», señalan medios del instituto armado.
Los vecinos consultados por este periódico coinciden en que la solución no es en absoluto sencilla, pero también en que la presencia de la Policía Local durante las horas de mayor tráfico no es suficiente y consideran que el despliegue de uniformados regulando el tránsito ayudaría a paliar esta sempiterna queja de todos los estíos.
El Ayuntamiento de Cartagena asegura que los agentes ya controlan los ciclos de los semáforos para favorecer la fluidez
El presidente de la Asociación de Empresarios de La Manga, José Espinosa, asegura que, desde el Ayuntamiento, ya se adoptó la medida de incrementar el tiempo que los coches deben esperar parados frente al semáforo para cambiar de sentido. Reconoce que esta «aligera el tráfico en la Gran Vía», pero señala que no es suficiente.
«El problema está en los primeros tres kilómetros, entre el Cavanna y Nueva Sirena», indica el representante de la patronal local. Espinosa lo tiene claro, las reuniones de preparación entre administraciones no están dando todavía sus frutos en esta materia. «La presencia de Policía Local y la coordinación entre Cartagena y San Javier con la Guardia Civil brilla por su ausencia. Es necesario que haya agentes regulando el tráfico en dos momentos clave, dos horas los sábados por la mañana y otras dos los domingos por la tarde. Es una cosa que venimos reclamando de hace mucho tiempo», valora.
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Un problema al que, dice, se suma el de las pocas plazas habilitadas para carga y descarga. «Te encuentras con camiones y furgonetas aparcadas en cualquier lado porque los repartidores no tienen donde parar. He visto incluso alguno bloqueando un carril de la Gran Vía».
«Lo de anoche fue un caos», denuncia por su parte Gonzalo Chacón, de la Asociación Vecinal de Cultura, Deportes y Ocio La Manga. «Hubo retenciones hasta las 12 de la noche. Yo volví a esa hora de Cartagena y había todavía colas. Este fin de semana ha sido increíble la afluencia de gente y agosto será todavía más», vaticina este vecino.
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Desde la asociación de Chacón, coinciden en parte con la solución propuesta por Espinosa. «Quizá si la Policía se pusiera a regular el tráfico en las salinas y pusieran un carril más de salida en vez de de entrada, podría aliviarse algo mas el tráfico. Solo los domingos, que es el día que más gente viene», analiza.
Para Chacón, La Manga se ha convertido en una «ratonera». «Damos gracias de que no pasa tanto como podría. Porque dime si pasa alguna emergencia en el final de La Manga y tienen que trasladar al Santa Lucia con las colas que se producen. Imposible que lleguen a socorrerte».
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Desde el Ayuntamiento de Cartagena afirman que «la configuración de La Manga no permite grandes márgenes de acción por lo que la Policía Local actúa principalmente sobre la regulación semafórica en función del tráfico». Desde el Consistorio, afirman que los agentes ya regulan y sincronizan los semáforos en tiempo real desde la central del 092, ajustando los ciclos. «Esta gestión permite adaptar el funcionamiento de los cruces y mejorar la fluidez, con un margen máximo de hasta tres minutos entre fases».
La estructura lineal de La Manga, con una sola vía de entrada y de salida, resaltan, «hace que su tráfico sea especialmente sensible a horas punta de desplazamiento o pequeñas incidencias como el accidente de este fin de semana, que generan con rapidez retenciones. Por eso, los agentes tratan de reducir al mínimo los tiempos de respuesta ante ese tipo de eventualidades».
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Además del control semafórico, el Ayuntamiento subraya que llevó a cabo actuaciones para mejorar la infraestructura viaria y reducir los cuellos de botella para facilitar los desplazamientos y minimizar las esperas.
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Cabo de Palos pide más contundencia policial contra los conductores que dejan mal aparcados sus vehículos
Cabo de Palos se ha convertido en un destino turístico y gastronómico de referencia en el litoral y sus vecinos lo sufren. La gran afluencia de bañistas a las playas y de comensales a sus terrazas ha transformado las calles del antaño poblado pesquero en la jungla. La queja no es nueva, pero este verano, según denuncia el presidente de la Asociación de Vecinos de Cabo de Palos, Raúl Sánchez, se reproduce o incluso se agrava. Pide al Ayuntamiento más contundencia policial contra aquellos que dejan mal aparcados sus vehículos. «Te encuentras los coches en medio de aceras, en vados, encima de jardines, por todas partes». Entre otros puntos recurrentes, señala el entorno de la iglesia del pueblo. «Ahí hay una acera donde se puede aparcar, del lado del puerto, pero la otra es línea amarilla», resalta.
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A su juicio, los agentes no ponen todas las multas que podrían. «Si estos se encontraran más a menudo con el papelito rosa en el parabrisas, sería otra cosa».
La asociación vecinal propuso instalar un disuasorio en la calle del cine, pero Sánchez asegura que no está teniendo la acogida esperada. «Tienen que dar facilidades. No dejan pagar el bus con tarjeta», asegura.
Con este panorama, manifiesta rotundo, «lo que se provoca es que la gente prefiera jugársela a pagar una multa de 40 euros, que, al final, si pagas pronto, se te queda en 20 euros».
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