Ecologistas en Acción presenta alegaciones a tres plantas solares en el Campo de Cartagena

Ecologistas en Acción presentó alegaciones a tres proyectos de Plantas Solares Fotovoltaicas (PSF) en el Campo de Cartagena, y criticó la ausencia de una normativa regional que regule estas instalaciones ante el aumento de los impactos ambientales y sociales. En concreto, las plantas son Cartago I (2.5 Mwp) y Cartago II (2,55 MWp), ambas en Molinos Marfagones, y la PSF Balsicas (99,97 MWp), en Cartagena y Torre Pacheco, informaron fuentes de la organización en un comunicado.

La asociación precisó que es «firme partidaria» de las energías renovables en general, y de la energía fotovoltaica en particular, «como elementos fundamentales en el proceso de descarbonización de la economía y de mitigación del cambio climático». No obstante, ha matizado que el desafío fundamental de la energía solar fotovoltaica es que, al tener bajas densidades de energía en comparación con otros medios de generación eléctrica, necesita más territorio para su instalación. «Esto obliga a una buena planificación del uso del territorio, asignatura deficiente en nuestra región».

Además, afirmó que el crecimiento significativo de estas industrias energéticas tiene lugar en un contexto de «ausencia de planificación sobre los proyectos fotovoltaicos», que producen impactos distintos en las diferentes instalaciones debido a su tamaño, ubicación, necesidad y condiciones de acceso a la red eléctrica. «Es necesaria una planificación ambiciosa y buenas prácticas en los procesos de evaluación ambiental para su coexistencia con la biodiversidad, la protección de espacios naturales y los intereses generales de la ciudadanía», indicaron desde Ecologistas en Acción.

La mayoría de los efectos perjudiciales para el medio ambiente no se derivan de los impactos directos de proyectos individuales, sino que provienen de la combinación de impactos generados por un gran número de proyectos. Así, «se minimizan y no se han desarrollado los efectos sinérgicos y acumulativos sobre el medio ambiente», alertó.

La asociación aclaró que los efectos sinérgicos son aquellos que se producen cuando el efecto conjunto de la presencia simultánea de varias actividades supone una incidencia ambiental mayor que el efecto suma de las incidencias individuales contempladas de forma aislada. También incluye aquel efecto cuyo modo de acción induce con el tiempo la aparición de otros nuevos. Los efectos acumulativos son aquellos que, prolongados en el tiempo, incrementan progresivamente su gravedad al no tener mecanismos de eliminación.

En este sentido, apuntó que la Directiva Europea de Evaluación de Impactos ambientales señala la importancia de determinar y analizar la interacción entre los diferentes factores ambientales, así como tener en cuenta la acumulación de dichos efectos provenientes de otros proyectos e infraestructuras asociadas. En los casos sobre los que Ecologistas en Acción presentó alegaciones «no se cuantifican los impactos de otras infraestructuras de producción de energía y transporte en el entorno».

Para la organización ecologista, el modelo que el Campo de Cartagena «necesita debe estar apegado al territorio, ser inclusivo y reflejar la autosuficiencia energética conectando todos los niveles. Es necesario redimensionar los proyectos de las megaplantas solares». Se estima que en torno a 6.500 hectáreas de la Región están ocupada por macroplantas de energía solar fotovoltaica, un espacio equivalente al área de la ciudad de Murcia.

Por ello, la asociación instó al Gobierno regional a implementar de forma «urgente» un Plan de Ordenación de la Energía Fotovoltaica, que contemple criterios de ubicación y tamaño unidos a la minimización de los impactos ambientales y sociales, y «con la mayor equidad posible».