Cultura espera un proyecto para reanudar la restauración forzosa de las ermitas del Miral en Cartagena

Desde el departamento que dirige la consejera Carmen Conesa señalan que la Justicia avala la actuación del Gobierno regional para proteger este conjunto sacro situado a los pies del monasterio de San Ginés de la Jara. Indican que la Dirección General de Patrimonio Cultural «está actualmente impulsando la ejecución forzosa de la recuperación de las ermitas del Miral, en Cartagena, tras haber ganado en los tribunales el proceso abierto contra la propiedad de estos bienes, la mercantil Portman Golf».

Desde el ejecutivo autónomico, portavoces autorizados se felicitan de que, «gracias a la firme actuación del Gobierno regional, avalada por la Justicia, la empresa está obligada a restaurar las ermitas y a acometer las labores de limpieza y recuperación del entorno. La propiedad deberá actualizar los proyectos de intervención y, una vez cuenten con la autorización de la Dirección General, ejecutar las obras de restauración conforme a lo estipulado en la legislación vigente».

Para el departamento de Carmen Conesa «este caso demuestra nuestro compromiso con la defensa del patrimonio histórico de la Región de Murcia y su capacidad para actuar con eficacia ante situaciones de abandono por parte de propietarios privados».

Desde la Consejería, sin embargo, no aclararon si la empresa estaría recibiendo multas coercitivas para forzar su intervención. Tampoco se aventuró a adelantar los pormenores de la intervención.

LA VERDAD se puso en dos ocasiones en contacto con la mercantil del cartagenero Grupo Unión, propietaria del conjunto monumental, pero no atendió a las preguntas de este periódico para intentar contrastar las afirmaciones de la Consejería y obtener más detalles sobre la documentación a la que aluden desde la Comunidad Autónoma.

La asociación Cartaginense recordó a principios de este mes en declaraciones a este diario que la promotora ya fue condenada a pagar una sanción, pero señalaban que la misma no había redundado en mejorar el deplorable de estado de este conjunto eremítico único en la Región.

Asimismo, la entidad defensora del patrimonio histórico cartagenero resaltó que, como se aprecia en las imágenes de dron, hay material de obra y plásticos abandonados junto a una de las ermitas. Algo que consideran un vertido perjudicial para el medio ambiente en un monte que está, además, declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC)

Una de las cuestiones que dificulta la restauración de este monumento protegido es precisamente su ubicación, su difícil acceso. En este sentido, la empresa sugirió abrir una nueva senda para facilitar el acceso de vehículos a la cima del Miral. Cartaginense y la Comunidad defienden que el traslado de material se haga con tracción animal a través de las sendas ya existentes o con medios aéreos.

Especialmente proactiva en favor de la recuperación de este enclave se ha mostrado la concejal María Dolores Ruiz, ex de MC actualmente en el grupo de no adscritos. Han sido varias las veces que la edil ha dirigido preguntas al concejal de Patrimonio, Pablo Braquehais (PP) en el pleno. En una de las últimas, en julio del año pasado, el edil del equipo de gobierno local señaló que ya había un proyecto, pero que, en el monte, había dos pozos cuyos concesionarios debían sellar antes de dar entrada a los obreros.

La Asociación Cartaginense comunicó esta pasada semana que ha registrado escritos ante el Ayuntamiento, la Dirección General de Patrimonio Natural y la Secretaría General de Patrimonio, Cultura y Deportes de la Región de Murcia solicitando la ejecución subsidiaria de las obras necesarias para rehabilitar el eremitorio del Miral y retirar los residuos abandonados por una promotora en el paraje protegido del Cabezo de San Ginés.

Según denuncia la asociación, las ermitas se están deteriorando a pasos agigantados. «Las pinturas murales del eremitorio 2 se deshacen, la cúpula de la ermita 4 se desploma y el resto del conjunto presenta un estado incompatible con su categoría legal de protección». Señalan que la administración autonómica advirtió en 2024 que, de no cumplirse una resolución, se impondrían multas coercitivas mensuales. «Diez meses después, esas sanciones no han servido para frenar la inacción del propietario».

Asimismo, Cartaginense insiste en que se retiren los residuos de obra «abandonados desde 2018 por la misma empresa en el paraje protegido del Cabezo de San Ginés, declarado espacio protegido a nivel nacional e internacional. Un informe oficial de 2020 de la Dirección General de Medio Ambiente concluyó que este abandono afecta al medio natural y a los bienes culturales, sin que se haya impuesto sanción alguna».

La Asociación Cartaginense recordó también que el Ayuntamiento tiene la obligación de actuar, «ya que el eremitorio y el cabezo se sitúan en su término municipal y están incluidos en el vigente Plan General desde 1987».

Avisan en este sentido que, de persistir la situación, no descartan ir a los tribunales. «Si en tres meses no se actúa, pondremos el caso en manos de la justicia», señalaron desde la entidad, que observa la solicitud de ejecución subsidiaria como último paso antes de pedir amparo judicial. «Estamos convencidos de que ni las sentencias del TSJ ni las multas han disuadido al propietario, cuya voluntad de destruir el eremitorio por inacción es evidente».