Las críticas por las talas dejan en evidencia los planes para plantar árboles en Cartagena

El Ayuntamiento informó de que los cuatro brachichitos, o árboles botella, talados serán sustituidos por plataneras orientales para que la plaza tenga un tratamiento arbóreo uniforme, dado que prolifera esta especie. Además, su eliminación está justificada, según los técnicos, ya que sus largas raíces habían deteriorado las tuberías del subsuelo. Esto ha provocado que las obras de cambio de esas conducciones y del pavimentado de la plaza incluyan «la eliminación de las raíces, la renovación de las tuberías y la reposición del servicio dañado», explicó ayer el jefe de Infraestructuras Vicente Pérez Zulueta.

No obstante, en un municipio con altas temperaturas llama la atención la falta de reposición de los árboles que por unas causas u otras desaparecen. En 2021, el gobierno local aseguró haber introducido 500 ejemplares en todo el municipio, a través del trabajo conjunto entre el servicio de Parques y Jardines y la empresa concesionaria del mantenimiento de zonas verdes, Actúa-Acciona. La reposición se concentró sobre todo en calles del Ensanche.

Pero no ha trascendido el número de árboles plantados desde el año pasado. A preguntas de LA VERDAD, el Ayuntamiento no especificó qué está haciendo actualmente en esta materia. La cantidad de ejemplares que quedan dañados o desaparecen con los temporales de viento o lluvia no está compensada por campañas organizadas de replantación. En los últimos años, hay muchas iniciativas de replantación forestal, pero pocas de recolocación de árboles en el casco urbano, como es posible comprobar en un paseo por distintas calles y avenidas.

Las reposiciones se han hecho esperar en la calle Jorge Juan, donde hace un par de años un coche tumbó varios árboles y que han sido repuestos hace pocos días. En las calles Pintor Balaca, Ángel Bruna y Jiménez de la Espada es fácil apreciar que hay tocones y alcorques sin troncos desde hace meses. Incluso en las inmediaciones del colegio Franciscanos han enlosado los huecos que dejaron unos árboles arrancados.

«Es una pena que no fomenten las zonas arboladas porque son un alivio a las altas temperaturas de Cartagena», apuntó el presidente de la Asociación para la recuperación del bosque autóctono de Cartagena (Arba), José Luis Sánchez. Además de proporcionar sombra, los árboles producen oxígeno, purifican el aire y reducen la temperatura del suelo.

A principios de este mes, la Comunidad taló treinta y cinco sabinas moras en la carretera de La Palma para mejorar la seguridad vial. Los vecinos pidieron la poda para garantizar la visibilidad en la carretera RM-F36, en Los Salazares. Se trata de una especie incluida en el Catálogo Regional de la Flora Silvestre Protegida. La zona afectada está entre el restaurante El Leñador y el primer cruce con un camino rural.

Ya en 2018 taló «por error» cerca de sesenta cipreses cartageneros, o sabinas moras, situados en el margen izquierdo de la carretera. Una denuncia de la Asociación de Naturalistas del Sureste, Anse, y los vecinos de La Palma paralizó aquella tala.

Para el presidente de Arba es una «negligencia que no tiene justificación alguna porque es una especie en vías de extinción en Europa». Para alcanzar su altura máxima, unos seis o siete metros de media, tienen que pasar sesenta años, según destacó José Luis Sánchez.

La mesa de contratación del Ayuntamiento reactivó en octubre el contrato de parques y jardines superior a los 33 millones de euros, tras rechazar el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TARC) los recursos que lo tenían en suspenso. La mesa está a la espera del informe del Comité de Expertos sobre las propuestas técnicas de las nueve empresas licitadoras.

El nuevo contrato, dividido en varios lotes, incluye el mantenimiento de las zonas verdes y arbolado del centro, barrios y diputaciones. También las zonas verdes y la jardinería del litoral.