La Armada dará forma en Cartagena a su buque autónomo del futuro
Directivos y expertos de grandes empresas presentan sus soluciones tecnológicas innovadoras para mejorar los barcos de guerra españoles
Las experiencias adquiridas en las guerras en curso, principalmente la que se libra en suelo ucraniano, y la irrupción de las nuevas tecnologías han acelerado ... los procesos de modernización de los ejércitos en todo el mundo teniendo como base la innovación tecnológica, la seguridad y la eficiencia. En España, los de Tierra, del Aire y del Espacio y la Armada redefinen en estos momentos sus estrategias respecto a cómo afrontar y las capacidades necesarias para asegurar la defensa del país en un entorno cada vez más incierto, peligroso y volátil. En ese escenario y con el documento estratégico Armada 2050 como marco, la marina de guerra española está dando forma a un ambicioso plan para dotarse de un buque autónomo capaz de operar en remoto de manera eficaz, en un entorno multidominio -incluyendo el lecho marino, además de los ámbitos ciberespacial, espacial y cognitivo- y en el que la superioridad en la información sea esencial.
En la búsqueda de sistemas disruptivos que modernicen la flota y la preparen para el combate del siglo XXI, la Armada ha decidido apoyarse en la industria tecnológica y en la Universidad. Entre otras razones, porque busca una movilización del ecosistema industrial español que contribuya a la soberanía tecnológica y a los desarrollos de doble uso. Una de las primeras acciones en esa dirección es el proyecto Elementos Esenciales del Buque Autónomo, que el próximo jueves reunirá en Cartagena a más de un centenar de representantes de todos esos ámbitos para dar forma al barco de guerra español del futuro.
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La Escuela de Infantería de Marina General Albacete y Fuster acogerá una jornada dirigida especialmente a ecosistemas de emprendimiento, pymes, microempresas y tecnológicas emergentes. En ella, representantes de diez firmas tecnológicas previamente seleccionadas explicarán qué soluciones ofrecen para integrar en los buques sistemas innovadores y mejorar la gestión de la información en operaciones navales manteniendo como premisas la seguridad, la eficiencia y la autonomía.
La Armada busca que sea capaz de operar en remoto de manera eficaz en un entorno multidominio
En la presentación del programa, a finales de septiembre, en Madrid, el jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante general Antonio Piñeiro, recordó que la carrera por el buque autónomo «es global y ya tiene interés estratégico». Repasó algunos proyectos similares y de vehículos navales no tripulados que desarrollan países como Estados Unidos, Francia, Reino Unido y China. Por otro lado, el almirante director de Ingeniería y Construcciones Navales, el vicealmirante Nicolás Lapique, destacó la confluencia en este proyecto de los esfuerzos innovadores públicos y privados por modernizar la Armada: «Cualquier actor que promueva la aceleración de la innovación debe ser nuestro compañero para alcanzar el objetivo de la soberanía técnica en todas las tecnologías que conforman nuestros sistemas de armas».
Selección de retos
La Armada, por medio de sus Jornadas Técnicas Armada-Industria Defensa (Aindef), se ha dado un año de plazo para definir ese proyecto. Tras seleccionar los retos innovadores y las soluciones que ofrecen las empresas participantes en asuntos como el uso seguro de la IA, la coordinación de enjambres de drones navales o la gestión inteligente del consumo energético, ahora se aborda el proceso de evaluación de las propuestas presentadas con el objetivo de anunciar los proyectos ganadores durante el primer trimestre del año que viene. En la organización, Funditec es el colaborador técnico que aporta experiencia en electrónica avanzadas, sistemas autónomos e inteligencia artificial embebida.
Este proyecto, según Piñeiro, no es «un fin en sí mismo, sino un paso más en un rumbo firme, el de construir la Armada del futuro». Tampoco es únicamente un reto tecnológico, ya que implica un cambio cultural, pues «vela por la salvaguarda del combatiente y lo aleja de la zona de riesgo». Y también habrá un cambio doctrinal, pues modifica las reglas de juego del combate naval, y también organizativo respecto a la manera de operar. En el tránsito habrá que decidir cuestiones como si una nave autónoma necesita un comandante o qué dotación precisa para operarla con garantías.
El cambio de paradigma es una realidad acelerada por la inclusión de la inteligencia artificial, los gemelos digitales y los sistemas autónomos en las nuevas generaciones de buque. Y esos avances, según los expertos de la Armada, no solo afectan a las plataformas. También a los sistemas embarcados, como los drones submarinos, cuya robótica y automatización marcarán diferencias esenciales en el combate.
«El empleo de gemelos digitales replicará en tiempo real la situación táctica y mejorará el análisis en tiempo real, permitiendo una rápida comprensión del entorno y apoyando la toma ágil de decisiones», puso de manifiesto el vicealmirante Lapique en la jornada de presentación.
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