La Comunidad descarta ahora la sede de Enfermería en el Naval de Cartagena y busca otras opciones

Fuentes de este departamento regional aseguraron que «desde octubre trabajan en la plena integración de la Escuela de Cartagena en la UMU, tal y como están los campus de El Palmar y Lorca». Lo cierto es que en diciembre, la Comunidad Autónoma anunció que la Escuela de Enfermería en Cartagena tendría plena autonomía universitaria para homogeneizar la organización y los contenidos del Grado con las enseñanzas impartidas en el resto de campus de la Región. Asimismo, expresó su apoyo y voluntad de colaborar con el Ayuntamiento de Cartagena para que la sede del centro de estudios pudiera establecerse en el Hospital Naval, propiedad de Defensa.

Los alumnos rechazaron este emplazamiento porque consideran que no cumple los requisitos técnicos y que está alejado del circuito universitario. Según las informaciones que manejan los estudiantes, hay un proyecto «parado más de año y medio» para ubicar el futuro centro de Enfermería en la antigua sede de Arquitectura de la UPCT, frente a la Asamblea Regional. La vicerrectora de Ciencias de la Salud de la UMU, Paloma Sobrado, aseguró que la ubicación de la Escuela en el antiguo Hospital Naval «está descartada» y que «no ha existido nunca la posibilidad de la Politécnica». Añadió que «sí hay otras opciones y estamos estudiando propuestas que se adaptan a las necesidades de los estudiantes». Aunque no especificó cuáles. En cualquier caso, aseguró que «la plena integración será efectiva en cuatro meses», pese a que el inmueble no esté disponible para esa fecha.

Los más de 200 alumnos de los cuatro cursos de Enfermería de Cartagena se reparten entre unos barracones en el aparcamiento del Rosell y la planta baja del antiguo cuartel de Antigones, sede de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de la UPCT.

La Escuela de Enfermería es un centro propio de la Comunidad, dependiente de la Consejería de Universidades y adscrito académicamente a la UMU. Los alumnos temen que acabe desapareciendo por «inacción». Por ello, piden que el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, y el rector de la UMU, José Luján, adquieran por escrito los compromisos.

La diputada del PP en la Asamblea Regional, María Casajús, afirmó que «el Gobierno regional sigue trabajando para buscar una ubicación estable para la Escuela y, en ningún caso, se ha planteado cerrarla ni privatizarla».

Por su parte, la diputada de Podemos, María Marín, presentará una moción en la Asamblea para garantizar el futuro del centro. Marín denunció que su financiación «se ha reducido notablemente» y añadió que «si en 2012 se destinaban 700.000 euros, en los presupuestos de 2024 solo hay 399.000 euros. Esto pone un riesgo el futuro de la Escuela y apunta a un gran beneficiado: la Universidad Católica, que tiene el mismo grado por 7.700 euros por curso».

Los futuros enfermeros estarán respaldados en la concentración de este martes frente al Ayuntamiento por sociedad civil, sindicatos y grupos políticos. No obstante, la protesta continuará de forma paralela en los aularios de Antigones y «solo se levantará cuando tengamos un compromiso firme».

Bajo el lema «Mismas matrículas, mismas instalaciones», los alumnos de la Escuela Universitaria de Enfermería han convocado una concentración a las 17 horas en la Plaza del Ayuntamiento. La portavoz, Verónica López, leerá un manifiesto en defensa de este centro público que está abierto desde 1987 de forma ininterrumpida. Desde entonces ha cambiado de ubicación en numerosas ocasiones y ha sido objeto de otras tantas protestas y concentraciones por parte de los alumnos. En 2012, por ejemplo, hubo un encierro de tres días que acabó tras la promesa del entonces consejero de Universidades, José Ballesta de traspasar los estudios a la Universidad de Murcia, para que este último organismo se hiciera cargo de la gestión económica y académica. Cinco años más tarde, en 2017, la Consejería de Educación, dirigida por María Isabel Sánchez-Mora anunció una inversión de más de tres millones de euros a partir de 2018, para levantar un nuevo edificio en el patio del antiguo colegio Antonio Arévalo.

«Esto no es una fiesta de pijamas. Es un encierro indefinido porque la situación es insostenible desde hace décadas en la Escuela Universitaria de Enfermería de Cartagena. Las administraciones competentes ya no nos convencen con promesas y apoyos oportunistas de última hora, queremos acciones concretas. Solo pedimos igualdad. Pagamos las mismas matrículas que los alumnos de Murcia y Lorca y queremos los mismos recursos», reivindicó ayer la estudiante de tercero, Vanesa Salas.

Junto a ella hay unos 45 alumnos de los cuatro cursos de Enfermería repartidos en dos aulas desde el viernes, que van rotando para poder asearse en sus casas y atender sus responsabilidades, ya que hay quienes trabajan. Los familiares y alumnos traen comida, y en una de las salas han habilitado colchonetas para poder dormir más cómodos. Las peticiones de los futuros enfermeros están secundadas por exalumnos del centro, que sufrieron durante su promoción la falta de materiales para hacer prácticas y los inconvenientes de no disponer de un centro propio unificado. «Las salas de prácticas eran un desván y los guantes caducados se deshacían cuando intentabas ponértelos», recordó Antonio Vieito. Desde este curso académico no tienen que desplazarse hasta el Campus de Ciencias de la Salud, en El Palmar, para realizar prácticas de simulación clínica, como si lo hicieron en el anterior, porque tienen aula propia. A pesar de la precariedad del centro activo de forma ininterrumpida desde 1987, la Escuela Universitaria de Cartagena es un referente formativo del que salen las mejores notas.

Los alumnos encerrados recibieron en la noche del viernes la visita del director general de Universidades e Investigación de la Comunidad, Antonio Caballero, la vicerrectora de Ciencias de la Salud de la Universidad de Murcia, Paloma Sobrado, y el secretario general de la UMU, Francisco González, pero no les convence el compromiso verbal de integración en la UMU en cuatro meses, sin un acuerdo firmado.

Los primeros días de protesta han transcurrido con normalidad, pero hay quienes temen por su salud. «Soy epiléptico y tengo una tensión brutal por mis compañeros y también por sus padres, que se preguntan qué va a pasar. Aunque, de momento, controlo con la medicación», explicó el delegado de primero, José María Vallejo. Los estudiantes también recibieron la visita de ediles de MC y PSOE, así como de sindicato.

Transcurren ya 4 días desde que se iniciara el encierro del estudiantado de la Escuela de Enfermería de Cartagena en las instalaciones de la UPCT y sin recibir contestación alguna de López Miras, José Lujan y Noelia Arroyo. La delegación de estudiantes comunica la decisión del estudiantado de dar un paso adelante en sus reivindicaciones y convocar el paro académico, una figura semejante a la Huelga en el entorno laboral. En palabras de la portavoz de la delegación, Verónica López, «con la convocatoria de paro académico queremos recordar que el estudiantado de la escuela de enfermería no se rinde, que no van a aceptar más palabras vacías, queremos hechos y no más promesas incumplidas». López ha recordado también que el encierro sigue adelante con convocatoria indefinida y agradece todo el apoyo recibido de diversas organizaciones.