Un colector iniciado hace cuatro años ya protege El Albujón de la lluvia torrencial

Más de mil vecinos de El Albujón ya pueden mirar al cielo cuando amenace lluvia, sin albergar temor de que un chubasco moderadamente intenso anegue sus calles e inunde la planta baja de sus casas. Cuatro años hace que el Ayuntamiento planificó el colector de un kilómetro de longitud y un metro de diámetro que sacará del pueblo el agua recogida a lo largo de la Avenida de la Constitución y proveniente de cuatro de las calles perpendiculares más importantes. La alcaldesa, Ana Belén Castejón, y la vicealcaldesa, Noelia Arroyo, recorrieron ayer los mil metros de la vía publica bajo los que se ha acabado la tubería y comentaron los beneficios de esta infraestructura con algunos de los habitantes del pueblo, que recordaron varias inundaciones.

La obra, que ha costado 700.000 euros, ha sido ejecutada en dos fases. La primera empezó en 2017, con cargo a los presupuestos participativos de ese año, pero no concluyó hasta 2019. La recién terminada entró en el plan de inversiones con los fondos del superávit de Hidrogea. Comenzó en agosto del año pasado y, a diferencia de la otra, ha acabado antes de lo previsto. Ha supuesto dar continuidad, hasta la salida del pueblo, a la canalización ubicada en la primera fase bajo la replaceta enmarcada por las carreteras que conducen a La Aljorra y Pozo Estrecho, enfrente del Bar Pedrín. Esa zona se ha convertido en una explanada peatonal y dispone de nuevo mobiliario urbano. El resto de la avenida cuenta con pasos de cebra nuevos y carriles y señales de giro repintadas.

El colector tiene una capacidad de evacuación de 1,5 millones de litros por segundo. Entronca con tuberías anexas de las calles San Juan, Sierra de Gata, Sierra de Gádor y Sierra Iguana. Así se evitará que se conviertan en ríos a los que vaya a parar la lluvia desde la avenida principal, por el desnivel existente.

Durante la inauguración, Antonio Nicolás, que ha vivido toda su vida al lado del Bar Pedrín, mostraba fotos de las inundaciones de los últimos 67 años. «Aquí hemos salido en barca o hemos estado aislados media decena de veces, por la proximidad de la Rambla del Albujón y los desniveles que tiene el pueblo. Recuerdo la de 1954. Luego, la de 1974, agravada por los árboles en el cauce, que hizo que quedara taponado y se desbordara», subrayó.

«Todo el mundo se hizo con tablachos para ponerlos en las puertas. Yo elevé la entrada de la vivienda por encima del nivel de la calle», añadió el vecino. En 1998, la solución expeditiva que se tomó fue romper el puente de la prolongación de la Avenida de la Constitución, que entonces se llamaba General Moscardó. Después ha habido dos o tres episodios mas de diversa consideración, Pero para los responsables municipales, la prueba de que todo eso ha quedado atrás es que las lluvias del pasado 5 de marzo apenas dieron problemas.

«Los vecinos disfrutan ya de una avenida remodelada sin temor a que, en el futuro, las lluvias puedan provocar inundaciones en la zona», según Castejón.