Cartagena Casco Antiguo quiere comprar el edificio contiguo al Peninsular
La adquisición por parte de la sociedad municipal permitiría ampliar las dependencias oficiales y sacar la prostitución de la calle Cuatro Santos
La sociedad municipal Cartagena Casco Antiguo está haciendo gestiones para adquirir el inmueble contiguo al antiguo Hotel Peninsular, cuyo bajo ocupaba una frutería, y ampliar ... el espacio destinado a los servicios municipales en la calle Cuatro Santos.
Las obras en el antiguo Peninsular, iniciadas en febrero del pasado año, han entrado ya en su «última fase», según fuentes municipales. De hecho, los andamios han desaparecido de la céntrica calle Cuatro Santos. Una vez concluidos los trabajos, se procederá al traslado de dependencias del Área 2 de Servicios Sociales, ubicadas en unas oficinas de la Plaza de España, que incluyen los departamentos de Trabajo Social, Inmigrantes y Familia, así como el retén de la Policía Local de la Plaza de la Merced. En la actualidad, ambos servicios están en locales alquilados por el Ayuntamiento.
Sobre las negociaciones, las mismas fuentes se mostraron precavidas y no quisieron adelantar en qué punto se encuentran, el presupuesto disponible, ni si hay previsión de llegar pronto a un acuerdo.
Imagen poco turística
Si la operación entre Casco Antiguo, adscrita a la Concejalía de Patrimonio y Vivienda, y el propietario del inmueble resulta fructífera, el Ayuntamiento de Cartagena no solo aumentaría la superficie destinada a dependencias municipales, centralizando servicios en una misma calle, sino que podría acabar con uno de los últimos focos de prostitución del casco histórico. En la puerta de la antigua frutería se sitúan personas vinculadas a ese reducto de marginalidad.
El equipo de gobierno municipal escogió este emplazamiento en la calle Cuatro Santos con el propósito de resolver la falta de espacio en algunos servicios del Ayuntamiento de Cartagena y revitalizar la actividad económica de la zona, al mismo tiempo que «favorece la inclusión social y la seguridad», en palabras de la alcaldesa, Noelia Arroyo. De hecho, el antiguo Peninsular y el edificio administrativo municipal de la calle San Miguel estarán unidos internamente.
Además de la prostitución, la calle Cuatro Santos presenta una deteriorada imagen urbanística desde hace décadas, junto con solares y edificios en estado ruinoso, o con fachadas sustentadas por aparatosos andamiajes, que conforman una de las estampas del casco histórico menos atractivas y amables para regalar a los turistas que visitan la ciudad. A efectos patrimoniales, dicha calle se encuentra en el entorno del Teatro Romano, yacimiento arqueológico estrella de la ciudad.
En cuanto a la actividad comercial, desde hace meses no se suma ningún negocio nuevo a la oferta, entre la que se encuentran los clásicos como los bares Pórtico Romano y El Pellizco, así como los locales de ocio nocturno, que funcionan por temporadas, y alguno clandestino. No obstante, hay previsión de que en el primer trimestre del año se sume 2020 Studio para hacer tatuajes con distintas técnicas y convertirse en punto de encuentro de artistas.
Obras desde febrero
La empresa MGM comenzó las obras en febrero para transformar el viejo hotel adquirido por el Consistorio a finales de 2016 por 505.609 euros. La inversión para rehabilitarlo asciende a 1,6 millones de euros, parte de los cuales proceden de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
La previsión inicial era acabar las obras en septiembre del pasado año, pero el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana concedió al Ayuntamiento una prórroga de tres meses. Por su parte, el futuro Hotel de Asociaciones, que ocupará el antiguo colegio San Francisco Javier en Los Barreros, obtuvo una prórroga de siete meses.
Eficiencia energética, amplias áreas de trabajo y accesibilidad
El edificio del Hotel Peninsular, en la calle Cuatro Santos, tiene 920 metros cuadrados repartidos en cinco plantas. En las cuatro superiores quedarán instalados los Servicios Sociales. El retén policial ocupará parte de la planta baja, en la que también se reservan espacios para que los trabajadores sociales puedan atender a personas con movilidad reducida. En las plantas superiores se habilitarán despachos y zonas de trabajo que ocuparán unos 500 metros cuadrados y estarán destinados a las unidades de Trabajo Social, Inmigrantes y Familia. Dispondrá de amplias áreas de trabajo, equipadas con la última tecnología, tanto en comunicaciones como en eficiencia energética.
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