La cabalgata «más segura» brilla con fuerza en Cartagena

Si la ilusión tuviera forma de manifestarse, sería la expectante mirada de los niños cartageneros y sus orgullosos padres y abuelos desde primera hora de la jornada de este viernes. La emoción por reencontrarse con la magia, desenvolver y entregar regalos, invadió por igual a unos y a otros en un día mágico que puso el broche de oro a una Navidad con más de 300 actividades para toda la familia, tanto en el centro como en barrios y diputaciones, y nuevos escenarios, como el parque de Los Juncos.

Al ritmo del villancico 'Ya vienen los Reyes Magos', el aguinaldo venezolano 'Mi burrito sabanero' y el popular tema 'Amigos para siempre' interpretados por la charanga, y acompañados por el multitudinario público, desembarcaron a mediodía de este viernes Melchor, Gaspar y Baltasar en el Muelle Alfonso XII.

Sus Majestades recibieron una calurosa bienvenida de niños y mayores, que les transmitieron sus deseos para la mágica noche. Ganaron los juguetes y videojuegos, la telefonía y el material deportivo para cumplir los propósitos de año nuevo, pero también hubo muchas peticiones de bienes inmateriales. «Qué las buenas intenciones se mantengan los doce meses, para que seamos un poco más empáticos y la sociedad pueda ser más justa e igualitaria», dijo Carmen Valverde, que acompañó a su nieta Claudia Martínez, de tres años, para recordarle a Baltasar que quiere «una muñeca llorona». La mirada expectante de abuela y nieta acortó los sesenta y siete años de diferencia. Tampoco hubo diferencias entre Jeremy Velázquez, de diecisiete años, y su prima Alba Rocío Marín, de ocho: «Hemos pedido juegos de mesa para compartir en familia y que nuestra abuela salga del hospital». Los primos quedaron encantados con su primera visita al desembarco desde que llegaron de Perú hace ocho meses. Además de deseos hubo quienes centraron sus esfuerzos en chocar la mano a los Reyes Magos y tocar su capa porque «da suerte», aseguró Marta García, de siete años.

Los Magos de Oriente también compartieron sus deseos para el municipio en este año. Gaspar pidió que Cartagena «siga creciendo tan bonita y cada vez más unida». Tras el desembarco, los Reyes Magos ofrecieron su tradicional recepción en el Palacio Consistorial, no sin antes corear desde el balcón villancicos para animar al público asistente.

Ya por la tarde, el Grupo Operativo Especial de Seguridad Ciudadana (Goesc), constituido en febrero del año pasado, abrió la cabalgata sobre las 18.30 horas. El itinerario arrancó en la Alameda de San Antón, a la altura de la calle Francisco de Borja, y transcurrió por la Plaza de España, calle del Carmen, Santa Florentina, Plaza Juan XXIII, calle Juan Fernández y Paseo Alfonso XIII para finalizar a la altura de calle Esparta.

El grupo de amigas de urbanización Mediterráneo Maruja Alfonso, Encarna Asensio, Angelita Serrano y María Rodríguez siguieron el desfile desde la calle del Carmen porque «no hay que perder la capacidad de sorprenderse y de volver a ser niños por una noche, aunque superemos los sesenta». Pero los verdaderos protagonistas de la cabalgata fueron los niños, que ocuparon las primeras filas de asientos y los hombros de sus progenitores, desde donde no perdieron detalle de la comitiva de diez carrozas que acompañó a los Magos de Oriente. La alcaldesa del municipio, Noelia Arroyo, apuntó que esta reducción, casi a la mitad en el número de carrozas, era para hacer el desfile «más dinámico y fluido», en un año en que las energías renovables se convirtieron en el motor de la cabalgata, como pretenden serlo de la economía cartagenera. Destacaron los grupos coreográficos y de animación, con personajes fantásticos y populares que invitaron a los asistentes a participar de esta fiesta.

El refuerzo de la seguridad con el vallado de todo el recorrido para evitar incidentes fue una de las grandes novedades de este año. Además, el Ayuntamiento de Cartagena reservó zonas para que las personas con discapacidad pudieran disfrutar de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Los asistentes pudieron recoger gominolas y peluches con un caza caramelos en forma de cono que repartió el Consistorio desde el jueves para facilitar la captura. Los Reyes, representados por los ediles Nacho Jáudenes y José Martínez, y Gospel Okolie, del Club de Fútbol San Ginés, repartieron desde sus carrozas con ayuda de los pajes, y algún concejal de la Corporación, más de 5.000 kilos de caramelos, 68.700 bolsas de gominolas y 38.000 peluches.

Como no siempre llueve a gusto de todos, ni siquiera en fiesta, no faltaron las quejas vecinales por los inconvenientes de tráfico que suscitó la colocación a mediodía de las vallas en la Alameda. Nada que no pudiera solucionar la cálida presencia de los Reyes Magos en una noche única para el recuerdo.

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