Un buen samaritano dona 98 camas

A veces una buena acción desinteresada queda engrandecida porque su protagonista prefiere quedar entre bambalinas, mientras su obra ocupa todo el escenario. Las 98 camas que ayer llegaron al Hospital del Rosell de Cartagena y han aumentado un 60% su capacidad para acoger ya mismo a afectados por el coronavirus, fueron la gran acción solidaria del día. Sin embargo, el empresario cartagenero artífice de esa donación no quiere notoriedad y ha pedido a las autoridades sanitarias mantenerse en el anonimato.

El Servicio Murciano de Salud (SMS) había pedido ayuda del Ayuntamiento para llegar a los mil puestos de ingreso, que pueden hacerle falta en la actual crisis sanitaria. Conseguirlas por los canales habituales fue imposible. Incluso los contactos municipales con la Delegación del Gobierno resultaron infructuosos. Por eso la alcaldesa, Ana Belén Castejón, recurrió a otras vías. Contactó con un empresario que ejerció de salvador al conseguirlas en Cieza, donde una compañía tenía un cargamento de material para residencias de mayores, válido para hospitales aunque las patas no tienen ruedas.

La adquisición y la donación fueron cosa de horas, en coordinación con el SMS y con el conocimiento y el aval del gerente del Área II de Salud de Cartagena, José Sedes. «Esto demuestra cómo tratamos de dar soluciones, sin mirar colores ni signos políticos. Nuestra prioridad es hacer frente a la crisis y hacerlo de la mejor manera posible, en ello estamos trabajando y seguiremos haciéndolo», explicó la primera edil. Tanto Castejón como Sedes manifestaron su agradecimiento al verdadero héroe de la jornada, que adorna su buena acción al pasar desapercibido.

La llegada de las camas permite al equipo que dirige Sedes poner en marcha la reorganización de servicios y tener más sitio en el municipio para afectados por el virus. El paso de 162 a 262 camas de hospitalización es considerado adecuado para hacer frente a las necesidades de asistencia contra la pandemia.

El cargamento fue recibido por el personal del Rosell en la zona de Rehabilitación, cuya entrada y espacio están actualmente restringidos al público. A Sedes le acompañó el gerente de Rosell, José Carlos López Lacoma.

Gracias al material recibido ha sido posible montar dos unidades adicionales de hospitalización en las plantas tercera y cuarta del bloque C del centro medico. También poner en marcha un dispositivo complementario de camas en la citada zona de Rehabilitación, informaron desde el Servicio Murciano de Salud.

Hasta el momento, la reorientación organizativa del centro médico ubicado en el Paseo de Alfonso XIII de Cartagena, para hacer frente al impacto de la epidemia, había supuesto reorganizar toda la hospitalización del recinto para que las personas no infectadas puedan ingresar en las diferentes unidades y bloques de la planta cuarta. Allí es factible tenerlas aisladas del resto de casos positivos, que ahora están en pisos inferiores.

La Unidad de Cuidados Paliativos puede ofrecer, en la cuarta planta del bloque D, entre 7 y 14 plazas según las necesidades de separación y aislamiento. En el mismo nivel, pero en el bloque B, hay otras listas para el ingreso de enfermos, con Covid-19 o con otras patologías. En el mismo edificio, plantas primera y segunda, hay dos unidades de hospitalización para pacientes con el virus, donde funcionará un dispositivo de observación de urgencias.

La donación de ayer ha permitido completar el Plan de Contingencia por el que los dos hospitales de Cartagena tiene disponibles mil camas, para hacer frente a la atención de nuevos ingresados por la crisis sanitaria.

El Rosell empieza ahora a ser un complemento para el Santa Lucía, que ha sido el que ha acogido a todos los pacientes del virus hasta ahora. El centro médico del Hondón cuenta para ello con 585 camas. En función del recrudecimiento de la pandemia se puede echar mano de otras 110 más, pertenecientes a servicios de Pediatría y Psiquiatría, a la Unidad de Ictus y a Consultas Externas.

También pueden ser habilitados otros 42 puestos de Neumología y Medicina Interna y se podría ampliar de 27 a 44 y liberar 17 del servicio de Reanimación. Pero ahora que es necesario disponer de más espacio en el Rosell, las cuentas salen gracias al colchón que ayer proporcionó el empresario que donó cien camas para la causa.