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La Armada «ayudó a interceptar» a 3.600 inmigrantes en patera durante el año 2021
El balance del almirante de Acción Marítima indica una pequeña reducción respecto al número de extranjeros detenidos en las costas en 2020
El almirante de Acción Marítima (Almart), Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo, informó este jueves, en el acto de celebración de la Pascua Militar en Cartagena, de que en 2021 las unidades de la Armada «ayudaron a interceptar» a 3.600 inmigrantes, que intentaban llegar a las costas españolas del Mediterráneo, a bordo de 300 pateras. Esta cifra supone un leve descenso sobre los 4.000 que contabilizó en el balance del año pasado respecto a 2020.
«En el marco de la Operación Indalo 2021, dirigida por la Guardia Civil y coordinada por la Agencia Europea de Fronteras, Frontex, hemos cumplido el objetivo de realizar un control efectivo de la frontera marítima sur del continente, para evitar el tráfico ilegal de personas, la mayoría de nacionalidad argelina», explicó Sobrino Pérez-Crespo
Este dispositivo fue uno de los realizados el año pasado que destacó el alto mando militar responsable del control en las aguas costeras. En su balance en la sede de Capitanía, mencionó la participación de submarinos y cazaminas en operativos de la OTAN, así como la actuación de la Guardia Civil en misiones en Irak, Senegal y Mauritania. También el despliegue de unidades del Ejército de Tierra en Líbano y Mali, así como el apoyo del Regimiento de Artillería Antiaérea 73 a Turquía, en la frontera con Siria.
Piratería en dos frentes
La lucha contra el abordaje de barcos en su travesía junto a las costas africanas siguió ocupando a la Armada Española en la Operación Atalanta. Pero en 2021 hubo una misión especial del Buque de Acción Marítima 'Furor', en el Golfo de Guinea. Allí desarrolló durante cuatro meses «misiones de cooperación, diplomacia de defensa y vigilancia de la costa de media docena de países. Su presencia en esta zona de creciente actividad de la piratería fue especialmente agradecida por los buques pesqueros españoles que faenan allí», según el almirante.
Asimismo, en el discurso hubo una mención especial para el Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides, «que navega sin sobresaltos hacia la Antártida para realizar su nueva misión». Sobrino Pérez-Crespo recordó que la de hace un año tuvo que ser abortada por el contagio de Covid que hizo mella en la tripulación y que causó la muerte del sargento primero Francisco Rodríguez Sánchez. Tras rememorar con emoción su pérdida, el Almart hizo lo mismo con dos miembros del Ejército de Tierra, el sargento Rafael Gallar Martínez y el cabo Andrés Martínez Pérez, fallecidos en unas maniobras de adiestramiento en aguas cercanas a Cartagena, también el año pasado. Asimismo, hizo extensivo el recuerdo «a todos los militares que nos dejaron en 2021».
En el Ejército del Aire, destacó la labor de los zapadores paracaidistas en Irak y Senegal y el hecho de que el año pasado se superaron los 200.000 lanzamientos. En la Academia General del Aire (AGA) de San Javier, 120 tenientes recibieron sus despachos y este año comienza el sistema de adiestramiento con los aviones Pilatus PC-21 «que sustituirán el próximo curso a los C-101». Ya hay varias aeronaves nuevas en la base, que llevarán a su paulatina retirada.
El apoyo de la Armada a la lucha contra la sexta ola de contagios por la pandemia «ha supuesto reactivar de manera urgente a 50 rastreadores, que podrían llegar a 100 este mes, y a poner a disposición de la Comunidad Autónoma cuatro equipos de vacunación», explicó Sobrino Pérez-Crespo. El almirante incidió en que «el servicio de las Fuerzas Armadas a la ciudadanía en las operaciones Balmis y Baluarte muestra un compromiso en misiones no militares» en las que «actúa con ilusión, vocación de servicio y trabajo en equipo y la sociedad lo agradece».
Entre las incorporaciones de buques, Sobrino Pérez-Crespo destacó que «el submarino S-81 'Isaac Peral' iniciará las pruebas de mar en primavera. También que el último sumergible de la serie S-70, el 'Galerna' ya está a flote y «afronta los últimos hitos de su quinta gran carena».
Sobrino Pérez Crespo lamentó que «las obligadas restricciones y las medidas de seguridad sanitaria nos han impedido mantener la intensa relación consolidada con la sociedad de la Región». «Las visitas a nuestras instalaciones fueron prohibidas durante gran parte del año y apenas ha habido juras de bandera con presencia de civiles», indicó el alto mando de la Armada. Con todo, destacó que se ha seguido con las actividades divulgativas en colegios, que pudieron ser realizadas por vía telemática en 120 sesiones y de forma presencial en 14 ocasiones.
Al principio del acto, el almirante impuso condecoraciones a una docena de militares por sus méritos en el servicio. Sobrino Pérez-Crespo estuvo acompañado en la ceremonia por el presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo; el delegado del Gobierno, José Vélez; el consejero de Hacienda de la Comunidad Autónoma, Luis Alberto Marín, y el teniente de alcalde de Cartagena, Manuel Padín. También hubo una nutrida representación de los destacamentos militares de los tres ejércitos, con presencia en la comarca y en la Región, con cuidado de no rebasar el aforo que aconsejan las medidas sanitarias contra la pandemia, en las instalaciones de la Capitanía de la Armada.
Música del Tercio de Levante
Una formación reducida de la unidad musical del Tercio de Levante interpretó el himno de España, con todos los militares presentes firmes ante la bandera nacional. A la salida, los asistentes pasaron junto al belén instalado en el vestíbulo del edificio, escoltado por soldados con uniforme de gala.
Al final de su alocución el almirante recordó las bondades de mantener la celebración todos los años de la Pascua Militar que conmemora la recuperación de la Isla de Menorca, en enero de 1782, invadida por los ingleses. A su juicio, es la mejor manera de recordar a la sociedad el servicio que las Fuerzas Armadas prestan, no solo en defensa de la integridad territorial, sino en seguridad y emergencias en misiones militares y civiles.
«Es una pena que por segundo año no haya desfile, aunque sea con medidas de seguridad sanitaria»
«Llevamos toda la vida viniendo a ver el desfile, desde que mi marido trabajaba en una tienda de modas aquí mismo en la Puerta de Murcia y tras poner el cartel de 'Rebajas' me acompañaba a ver la parada militar», explicaba este jueves Fina Pedreño con su esposo, Antonio Egea, a las puertas de la Capitanía de la Armada. «Es una pena que este año tampoco lo hagan. Pensábamos que habría algo, aunque fuera con restricciones por las medidas sanitarias», comentaba él. Como ellos, alrededor de cien personas se concentraron allí con la esperanza de volver a ver a marineros, infantes de marina, aviadores y artilleros marcar el paso a los compases de la música militar. Sin embargo, las autoridades siguieron las directrices del Ministerio de Defensa a nivel nacional y los actos de la Pascua Militar se limitaron a la recepción con aforo limitado en el interior del edificio. «Se puede entender que tomen precauciones. Esperemos que el próximo vuelva el desfile al aire libre», indicó Blanca Martín, que también acudió con su marido, Francisco Rubio, y con sus hijos, Enrique y Mencía.