Alejandro Díaz Morcillo: «Tener más contacto con las empresas es algo obligado. Los estudiantes lo merecen»
El rector de la Universidad Politécnica de Cartagena llega al ecuador de su mandato «con la moral alta» para afrontar retos como recuperar alumnos y afianzar la dimensión regional de la institución
En el ecuador de sus cuatro años de mandato, Alejandro Díaz Morcillo (Bonete, Albacete, 1971) asegura que, tanto él como su equipo, tienen «la moral alta» para afrontar retos como la recuperación del número de alumnos y la captación de capital público y privado para financiar las tareas de enseñanza e investigación. El apoyo del Claustro a la reducción de departamentos le ha dado el impulso necesario para completar la reforma global de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y darle otro impulso regional, nacional e internacional. Pero reivindica una mejora de las comunicaciones, porque llegar en tren y autobús a Cartagena «cuesta mucho».
- ¿Cómo de rápido o de lento se le han pasado estos dos años?
- Han pasado rápido, pero se ha hecho mucho en este poco tiempo. Creo que hemos aprovechado el tiempo. Mi labor aquí es de coordinación y de lanzar ideas, pero el desarrollo lo hace el equipo de dirección. Y los logros en la Universidad son de los profesores e investigadores, del personal de administración y servicios y de los estudiantes. Si subimos en un ranking, es gracias a todo el cuerpo de la Universidad.
Infraestructuras. «Llegar a Cartagena en tren y en autobús cuesta mucho. La ciudad es formidable, pero eso no se sabe»
- ¿Cuál ha sido el día más satisfactorio y el más difícil para usted? ¿Quizás el más complicado fue hace dos semanas, en el Claustro? Hubo dudas, pero su propuesta salió adelante y el Consejo de Gobierno ha aprobado ya reducir los departamentos de veinticinco a quince.
- Días satisfactorios ha habido tantos... La moral del equipo de gobierno está alta. Tras años de crisis, hemos sacado adelante reclamaciones laborales justas del personal docente e investigador y del personal de administración y servicios. Y hemos sacado una oferta de empleo público para eliminar la lista de docentes acreditados que no han podido presentarse a plazas. En cuanto al Claustro, yo dije que la reforma de los departamentos es una cuestión de necesidad. No se trata de ahorrar, sino de redistribuir. No podemos invertir más dinero en recursos humanos. Esta reestructuración está englobada en una reforma general de la Universidad, en la que plantearé cambiar los estatutos para limitar el número de vicerrectorados. Aquí son todo vasos comunicantes. Y cualquier estructura moderna tiene que ser adaptativa.
- ¿Cuánto han avanzado en la cooperación con las empresas, por ejemplo en la Red de Cátedras?
-Mucho. Una de las ideas fundamentales de mi programa electoral es un mayor acercamiento a las empresas. Es nuestra obligación. Nuestros estudiantes se merecen ese contacto, tener oportunidades de coger experiencia y de empleabilidad. Y los investigadores necesitan también trabajar para las empresas y captar financiación. No podemos encerrarnos, sino tener en cuenta qué tipo de perfil profesional demandan los sectores naval, industrial, de telecomunicación, de agrónomos, de Caminos, de Arquitectura, de Empresa... Con la pyme cuesta más, porque tienen menos posibilidad de movilizar una inversión en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), pero hemos avanzado e intentamos que conozcan más en todos los municipios la Región. Y también fomentamos que los profesores y los estudiantes creen sus propias empresas.
La UCAM y el Gobierno regional. «La privada tiene derecho a su crecimiento, pero eso debe ser coordinado con las necesidades sociales»
- ¿A qué atribuye la caída del número de alumnos, unos 2.000 en los últimos cinco años?
- Hay varios fenómenos superpuestos. La demografía es uno general para toda la universidad española, que está perdiendo matrículas en los grados. En segundo lugar, las carreras tecnológicas están perdiendo muchos más. No hemos conseguido seducir a la juventud española, hacer ver las ventajas, no solo en términos de calidad en el puesto de trabajo, sino también de desarrollo personal pleno de las carreras de Ingeniería y de Arquitectura. Y en Cartagena no tenemos la atracción de las universidades politécnicas que están en Valencia, en Madrid y en Barcelona. Aquí hay problemas de infraestructuras y de conocimiento de la Universidad. Cartagena es preciosa, es una ciudad formidable para vivir, pero eso no se sabe. Y llegar aquí cuesta mucho.
- Se refiere a las comunicaciones por tren y por autobús.
-Sí. El que no es de la Región, y el que siendo de la Región se plantea estudiar una carrera, muchas veces ve si tiene mejores comunicaciones con Murcia o con Cartagena. Si tiene mejores posibilidades de alojamiento en un sitio o en otro... todo eso son condicionantes para tomar una decisión. Un estudiante de Lorca tiene servicios de autobús y de tren mucho mejores con Murcia que con Cartagena. La Universidad Miguel Hernández, que tiene una Escuela de Agrónomos en Orihuela, está más cerca para ellos, porque la conexión por tren es mejor entre Murcia y Orihuela que entre Murcia y Cartagena.
- ¿Por qué Renfe sigue sin mejorar el servicio ferroviario?
- Se está dilatando la decisión. Hay algo que no tiene ningún coste para Renfe: que determinados vagones del Altaria sean utilizados como si fueran del servicio Regional. Es algo bueno para nuestros estudiantes y también para los de Cartagena que van a la Universidad de Murcia.
El máster de Cifuentes. «Hay muchos controles internos, pero tenemos que predicar con el ejemplo y reforzarlos»
- También están tratando de mejorar la enseñanza de las matemáticas en colegios e institutos.
- Hay un problema de vocaciones tecnológicas, físicas y matemáticas. Debemos mejorar la transmisión de conocimientos de una forma atractiva para los estudiantes en la etapa preuniversitaria. El Gobierno regional quiere desarrollar un plan en Primaria y Secundaria. Y los consejos sociales de las universidades politécnicas también hemos firmado un convenio para colaborar en ello.
- También quieren despertar las vocaciones científico-tecnológicas entre las chicas.
- En colaboración con el Ministerio y otras cuatro universidades españolas, vamos a lanzar unos proyectos piloto sobre mujer e ingeniería. No es una cuestión a corto plazo, sino que llevará una generación. Pero hay que intentar que cale en la mujer que la ingeniería y la tecnología no es una profesión de hombres. En la UPCT, las chicas son quienes mejores resultados tienen y eso significa que estamos perdiendo muchísimo talento femenino. Hay roles sociales que tenemos que corregir. Las chicas tienen que elegir con total libertad, a veces están condicionadas por la sociedad o autocondicionadas, por considerar que es mejor otro tipo de carreras para ellas.
-Lo que sí han conseguido es, al menos, un aumento del número de alumnos de másteres, ¿no?
- Sí. Hemos crecido mucho, del orden del treinta y tantos por cien en el último año. El alumno de máster tiene dos perfiles: quienes cursan la continuación natural del grado, para tener la habilitación para ser ingeniero o arquitecto; y el profesional que ya está trabajando. Estamos potenciando la enseñanza semipresencial y on line [por internet].
- Cada vez vienen más universtiarios extranjeros y han reforzado su presencia en India y China.
-Sí. Tenemos un foco natural, histórico, en Suramérica. Por ejemplo, impartimos títulos propios en la República Dominicana. Y hemos abierto mercado, por así decirlo, en India y en China. Cada vez vienen más indios a estudiar Arquitectura y Ciencias de la Empresa, y queremos que vengan a más centros. China quiere títulos preferentemente en inglés, y vamos a dar incentivos a los profesores para enseñar en inglés.
- ¿En qué situación están las finanzas de la UPCT, después de los años de crisis y la actual recuperación?
- El plan plurianual de financiación se está desarrollando según lo previsto. Pero el plan dura hasta 2020 y creo importante que, una vez disipadas la incógnita en la Universidad de Murcia con su nuevo equipo rectoral, no pongamos a trabajar con el Gobierno regional para ir diseñando el plan 2021-2025.
- ¿Qué relación hay con el nuevo equipo de gobierno de la Universidad de Murcia?
-A todos los candidatos les deseé lo mejor, porque tenían capacidad suficiente y equipo para llevar a la Universidad de Murcia adonde se merece. Pero no voy a ocultar que Pepe Luján ha sido profesor y secretario general de la UPCT. Nos conocemos y las primeras conversaciones informales van en la dirección que los dos queremos. Vamos a trabajar codo con codo, y esperamos que salga reforzado el Campus Mare Nostrum, que el Gobierno central dejó de financiar junto al resto de campus.
- Respecto a la posible competencia de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) y otras privadas, usted reclama una Ley de Complementariedad. ¿Cree que el Gobierno regional la impulsará?
- Yo no sé, con los cambios en el Gobierno regional, qué va a pasar. Decían que querían sacar la Ley General de Universidades. Yo lo veo complicado, sobre todo si es con la búsqueda del consenso del que habló el presidente de la Comunidad. Yo creo que es fundamental esa complementariedad. Hay que racionalizar la oferta. Si existe ya una inversión de presupuesto público en unas titulaciones, que además en el ámbito de las ingenierías tienen problemas de matrícula, no tiene sentido que surjan otras opciones en la universidad privada. La inversión está hecha y no somos capaces de llenar esos cupos, esas plazas. La universidad privada tiene todo el derecho a plantear sus estrategias de crecimiento, pero eso debe ser coordinado con las necesidades sociales de la Región.
- ¿En qué debería esforzarse el Gobierno central?
- La Conferencia de Rectores ha pedido incrementar las becas. Tenemos que volver a los niveles de 2008 en los niveles de financiación de la investigación. Y también hay que reducir la burocracia de justificación de ayudas a la investigación.
- El caso del máster de Cifuentes en la Rey Juan Carlos ha dañado la imagen de la universidad pública.
- Son noticias que vienen de una Universidad, pero que afectan a todo el sistema universitario. Nosotros tenemos que predicar con el ejemplo y reforzar los controles internos, que son muchos. Nos va en ello nuestro prestigio y el de la universidad pública. Con la incorporación de la firma electrónica, tenemos mayor control de que la presentación de trabajos fin de grado y fin de máster ha sido efectiva y que ha habido un tribunal. Nadie está libre de pecado, porque siempre puede haber una actuación indebida de un funcionario. Pero yo estoy tranquilo. Creo que la UPCT y la UMU tenemos los controles necesarios para que esto no ocurra. Y las empresas están contentas con nuestros titulados.