Un centenar de monjas de clausura de toda la diócesis peregrinan a la Vera Cruz
Compartieron una jornada de convivencia, gracias a una dispensa especial del obispo; visitaron la exposición The Mystery Man; asistieron a la Misa del Peregrino, presidida por Lorca Planes; comieron y rezaron juntas
Un centenar de religiosas de clausura de los monasterios de vida contemplativa que hay en la diócesis de Cartagena han peregrinado a la Vera Cruz de Caravaca para recibir las indulgencias del Jubileo. Aunque no es la primera vez que tiene lugar un acontecimiento, es un evento «especial» como se recordó durante la jornada. Para algunas religiosas más jóvenes si que era la primera vez que salían de la clausura.
Las monjas, de distintas congregaciones, pudieron salir de la clausura y de sus monasterios y conventos gracias a una dispensa especial del obispo de la diócesis, monseñor José Manuel Lorca, que también se desplazó hasta la basílica caravaqueña para presidir la eucaristía.
La ceremonia fue muy emotiva. Durante la homilía, Lorca Planes, realizó una comparativa entre la vida de las religiosas y la figura de la Virgen María y finalizó destacando las virtudes de la Madre del Redentor: fe, esperanza y caridad. Entre las religiosas participantes estaban las clarisas de Caravaca, única congregación de clausura que hay la localidad tras la marcha de las carmelitas descalzas en 2003.
Según comentaron algunas de las religiosas, el momento de la adoración de la Sagrada Reliquia fue el momento más emocionante de la celebración. Tras la participación en la misa, compartieron una comida de hermandad en la que se puso de relieve la unidad en la diversidad de carismas y dieron gracias a Dios por la jornada compartida y los dones recibidos.