El cambio climático pone en jaque la producción y exportación hortofrutícola en la Región de Murcia
Los mercados europeos han adelantado sus producciones locales por el calor, mientras que la Comunidad ha tenido menos frío y más lluvias, que han trastocado las cosechas
El cambio climático está poniendo patas arriba la producción y exportación hortofrutícola en la Región de Murcia. El campo achaca cada vez más los periodos ... extremos de lluvias, altas temperaturas y pérdidas de horas de frío. En paralelo, en los mercados tradicionales europeos se han adelantado este año las altas temperaturas, y por lo tanto las producciones propias. Es una tendencia que va en aumento, como señalan los responsables de Apoexpa y Proexport. El consejero delegado de Primafrio, José Esteban Conesa, ofrece una cifra: en estos meses se ha reducido aproximadamente en un 15% el envío de frutas y verduras a Europa a causa del calentamiento global y al mayor consumo de productos propios.
Aunque las repercusiones varían por fechas, productos y programas de suministro, existe unanimidad en que este año se nota más que otros el adelanto de producciones locales en varios países. Joaquín Gómez, presidente de Apoexpa, la asociación de productores y exportadores de fruta de hueso y uva de mesa, señala que es una tendencia. Estima que se nota más en las hortalizas que en la fruta. Esta también se ve afectada, aunque tiene a su favor el precio en ciertas variedades.
Variedades adaptadas
Pone como ejemplo países del Este con cosechas de ciruela y melocotón, aunque son volúmenes pequeños en comparación con los de Francia, Italia y Grecia. Son países que habitualmente no tienen producción propia hasta entrado el verano, pero este año se ha adelantado con la subida de temperaturas . «El calor por un lado, y los episodios de heladas que se producen con mayor frecuencia, hace que sus cosechas sean muy aleatorias», señala Gómez. Este considera más preocupante otra tendencia encaminada a 'nacionalizar' los mercados, como ocurre en Francia, marcando una diferencia entre el producto local y el exportado, y fomentando el consumo del primero. «Al margen de la calidad, que es la misma, la fruta y verdura propia se vende más cara que la exterior», indica, con la intención de darle valor añadido vía precio y relegar sus importaciones. «Para algo tenemos un mercado común con unas reglas para todos», critica.
Apoexpa contrarresta esta doble dinámica climática y comercial con la innovación en nuevas variedades de fruta y uva de mesa, presentadas recientemente, que tienen en cuenta el calentamiento global (están más adaptadas al calor) y tratan de mantener las cuotas de mercado.
Menos horas de frío
En lo que atañe a la Región de Murcia, el dirigente de Apoexpa pone el acento en otros efectos del cambio climático: la reducción de las horas de frío, un fenómeno importante en los últimos diez años. Eso dificulta que el fruto se desarrolle y madure satisfactoriamente, alterando el ciclo y el calendario de la campaña frutícola. No cabe otra opción que adaptarse, apunta. Alude a la reducción de las horas de frío de noviembre a febrero, que oscila entre las 272 horas perdidas de Yecla y las 26 de Cieza. En Jumilla se ha mermado en 130 horas y en Alhama en 112.
«Hemos pasado del invierno de abril a un verano rabioso en mayo; no hemos tenido primavera», declara el presidente de la Comunidad de Regantes de Lorca y directivo de Proexport, Juan Marín. Apunta que algunos mercados tradicionales «han dejado de importar» productos o han reducido el volumen. «Han tenido mucha luz y calor, lo cual ha provocado que se adelanten las producciones propias tres o cuatro semanas». Señala no obstante que la fruta de hueso y sobre todo la sandía y el melón se venden bien en verano debido a que los cultivos autóctonos no son suficientes.
«En este periodo, las producciones propias han acelerado su crecimiento en un mayo veraniego y se consume antes y más las hortalizas locales y menos las nuestras», apostilla. Marín pone como contrapunto que el cultivo de hortalizas en invernadero en países del centro y norte de Europa, que compite con la Región de Murcia, tiene que hacer frente al elevado precio del gas y la electricidad. «Bélgica y Holanda necesitan enormes cantidades de energía para dar luz y calor a sus invernaderos, y eso nos puede favorecer», explica.
El presidente de Proexport, Mariano Zapata, se muestra más preocupado por los efectos de las intensas lluvias de marzo y abril. «Han causado mucho daño en los cultivos hortícolas». En cuanto a los mercados europeos, señala una de cal y otra de arena: hay cultivos como el pimiento que coinciden con los de Holanda, que ha tenido más producción este año y a precios más baratos. Por otro lado, el melón y la sandía esperan su oportunidad en un caluroso verano, indica.
¿Qué pasa con los pimientos?
El pimiento ha sufrido de una forma particular las consecuencias de las intensas lluvias de marzo y abril, otra derivada del cambio climático. La combinación de las precipitaciones con la falta de luz -hubo muchos días seguidos totalmente nublados- provocó un descenso drástico de la producción, señalan Mariano Zapata y Juan Marín, de tal forma que, en mayo, el pimiento alcanzó precios históricos a causa de la escasa producción en los invernaderos.El presidente de Proexport explica que la cosecha ha estado al 50% durante mes y medio. Zapata espera una subida importante de la producción a partir de julio, a la vista de cómo se encuentran las matas de invernaderos. No obstante, los estragos causados por las lluvias aún se dejan notar. En circunstancias normales se obtienen entre 10 y 12 kilos de pimientos por metro cuadrado, pero en lo que va de año se ha reducido a 6 o 7 kilos, casi la mitad en muchos casos.
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