«La calma es lo que más importa ahora»

Cada una de ellas, señala la cantante murciana, «está viviendo esta pandemia a su manera, pero hay algo que es igual para todos: la unión de la ocho de la tarde». «La unión siempre ha hecho la fuerza y últimamente nos estábamos preocupando solo por el yo, cuando el yo no tiene sentido si no existe todo lo demás», repara.

No le gusta «especular sobre el futuro». Prefiere, dice, vivir el presente y conseguir que «lo que hacemos hoy sirva para mejorar el día de mañana»; mirar, añade, «la realidad con ojos esperanzadores». La música le ayuda. Está siendo, cuenta, «una herramienta muy importante para sobrellevar el encierro», pero también un lugar de encuentro. Incluso con ella misma. «Siempre lo ha sido. La música es un idioma que entiende todo el mundo y que no diferencia razas, países ni pueblos. Es universal».

En estos días dice estar «metida dentro de mí para encontrar qué es aquello que necesito decir en estos momentos. Me he dado cuenta de que vivía muy rápido y de que algunos de mis hábitos no eran buenos para el crecimiento de mi yo interno. Ahora he aprendido a tenerlos: me levanto súper temprano por las mañanas y hago ejercicios de respiración y meditación, escribo y leo todo los días durante media hora..., cosas que antes no tenía tiempo para hacer, y que me han llevado a conectarme conmigo misma y a mantener una actitud muy positiva. Vivimos en una época en la que hay tantísima información sobre tantas cosas que el día a día te confunde, dejas de saber quién eres y qué es lo que quieres. Y no te centras, vives como en un vaivén, en un mar revuelto todo el rato. Creo que encontrar tu calma es lo que más importa en estos momentos», opina la cantante, para quien «es curioso ver cómo con mis actos puedo repercutir en muchas personas» y «cómo trabajando unidos podemos luchar contra el virus y salvar vidas».

Dice Ruth Lorenzo que está «superorgullosa de la Región» y de «cómo se han portado todos los murcianos». Sobre todo, de «cómo reaccionaron». Vive en Barcelona. Allí pasa estos días de confinamiento. Para cuando este se levante, ya tiene planes. Cogerá el coche o un avión, «lo que sea», y viajará a Murcia a darle un abrazo a su madre: «Necesito hacerlo, aunque tenga que ponerme doscientas bolsas de basura y diez mascarillas. Da igual. Quiero abrazar a mi madre. Y respirar el aire murciano, que me está faltando mucho».