Calidad 'premium' para el arranque de la vendimia de la Región de Murcia

La calidad de los vinos de la Región de Murcia, seña de identidad que les ha servido de pasaporte para internacionalizar sus bondades y las de la gastronomía murciana, está presente en el arranque de esta vendimia. Si el tiempo respeta y no se producen grandes cambios climatológicos en lo que resta de agosto, la uva que se está vendimiando presenta buen estado, según las primeras estimaciones de las bodegas de las tres denominaciones de origen protegidas Bullas, Jumilla y Yecla, que empezaron a recolectar a principios de esta semana las variedades más tempranas de uva blanca.

Y, aunque es pronto para prever resultados, los muestreos realizados indican que la producción de las 30.000 hectáreas de viñedos regionales será ligeramente inferior a la de la campaña anterior.

La falta de agua y las altas temperaturas han adelantado la vendimia en algunos puntos de España. Por el contrario, en Bullas, Jumilla y Yecla las fechas de inicio son similares a las de años anteriores y no se han producido alteraciones en el calendario, dado que los viñedos están adaptados a sufrir este clima. De hecho, «el calor y la sequía son favorables para el estado sanitario de las uvas», comenta Carolina Martínez, secretaria general del Consejo Regulador DOP Jumilla, donde ya algunas bodegas han comenzado a vendimiar las variedades más tempranas de uva blanca: Chardonnay, Malvasía y Moscatel. «En Jumilla se da una de las vendimias más largas de Europa, porque la recolección se prolonga hasta noviembre», asegura. Una de las bodegas que ya ha comenzado la vendimia es Viña Elena, de la DOP Jumilla. El lunes pasado arrancaba la recolección de las variedades blancas, como Malvasía, que son las más tempranas, y la semana próxima iniciará la recolección de Macabeo, para, a finales de agosto, empezar a vendimiar las variedades Syrah y Garnacha.

Por lo general, en las tres denominaciones de origen, la mayor parte de los viñedos se sitúan en zonas frescas de altitud considerable, por lo que han soportado mejor las altas temperaturas. «Los viñedos del Consejo Regulador de la DO Bullas están rodeados de grandes zonas montañosas, que propician la existencia de pequeños valles con microclimas propios. Los veranos son muy calurosos por el día, con importante bajada térmica por la noche, un factor clave para la correcta maduración y calidad de la uva», indica la secretaria del Consejo Regulador de la DO Bullas, Emilia González.

La gerente de Bodegas Viña Elena, Elena Pacheco, aclara que «pueden estar sufriendo los viñedos jóvenes con la falta de agua y el exceso de calor, pero los que tienen sus raíces y están bien implantados no, porque nuestros suelos conservan la humedad, están adaptados a la sequedad y, al bajar las temperaturas por la noche, permite que la uva se refresque».

Además, las lluvias de primavera fueron muy buenas para aguantar la parte de madurez y el cuajo, ya que el viñedo tira de sus reservas. Así, para Pacheco, «se está dando un buen equilibrio de vigor y producción, que será media, la sanidad de la uva es buena porque no está sufriendo estrés, por lo que, también se va a completar el ciclo de madurez bien».

La puesta en valor de la cultura vitivinícola contribuye también a la internacionalización de los vinos regionales. No hay más qué ver el esfuerzo de los consejos reguladores por divulgar los beneficios de un consumo responsable de este alimento a través de sus actualizados medios sociales, y la promoción de eventos, rutas, catas y ferias, que tras la pandemia van recuperando su esplendor. Buen ejemplo de ello es el Envero de la Monastrell de Yecla, que se celebra a finales de julio y consiste en la transición entre el crecimiento de la uva y su maduración, convirtiéndose en una especie de cuenta atrás que permite calcular el instante de la vendimia. O las Fiestas de la Vendimia jumillana que se celebran en estos días.

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