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«Lo vi caer en picado y explotar»
Decenas de vecinos se congregan en la playa de Eurovosa para seguir las labores de búsqueda, que recordaron «a las del accidente de agosto»
«Estaba pescando con unos amigos. Los aviones pasaron varias veces y en una de ellas, uno se quedó solo, realizó dos piruetas y, de repente, cayó en picado. Al tocar el agua, explotó». Casi una hora después, Ceferino Sánchez aún no se podía creer lo que había visto. Él fue uno de los pocos testigos que ayer vieron caer al agua el avión de la Patrulla Águila en el que falleció el comandante Eduardo Garvalena Crespo. Lo presenció sentado en una hamaca y mirando al mar, en la playa de Eurovosa (La Manga), casi desierta. «Alguien tiene que mirar qué está ocurriendo con esos aparatos, porque es una lástima, ya van dos de la misma forma y casi en el mismo lugar», añadió.
Esa era la pregunta que más se repetían los vecinos que sobre las cuatro de la tarde comenzaron a poblar esa playa, situada en el kilómetro 6 de La Manga, al escuchar las continuas pasadas del helicóptero y el avión que participaban en las labores de búsqueda de la aeronave.
Con móviles y cámaras de fotos, muchos captaron un momento que les recordó al vivido en agosto, cuando otro C-101 cayó al agua. Incluso los había con prismáticos para no perder detalle de los trabajos de las siete embarcaciones que apenas se divisaban a lo lejos.
«Ha sido muy similar al accidente que hubo en verano. En esta ocasión, como en aquella, he escuchado el avión y después un fuerte ruido. Me he asomado a la terraza de mi casa, en la zona del Hotel Galúa, y he visto la humareda en forma de champiñón», explicó Francisco Sarrión, que tras el siniestro se acercó a Eurovosa. El número de curiosos fue en aumento conforme llegaban los efectivos de la Guardia Civil y la Policía Local de San Javier. Los agentes se diseminaron cada doscientos metros para vigilar la llegada de partes del avión a la orilla. Donde más vecinos hubo fue a la altura del cine El Galán. Allí estaba un grupo de jóvenes, que, tras escuchar el «fuerte estruendo» que provocó el avión al caer al agua, bajaron a la arena. «Nos ha recordado al que hubo en agosto. Ha sido prácticamente igual», aseguró Patricia López.
Desde la embarcación 'Griego'
Quien mejor lo presenció fue José María Fernández, patrón de la embarcación de recreo 'Griego', que se encontraba navegando por la zona donde cayó la aeronave. «El reactor llevaba diez minutos haciendo maniobras en solitario en la zona. Cuando estaba realizando un 'looping' se produjo el accidente. El avión no entró en picado en el agua, sino que lo hizo planeando unos 50 metros, hasta que el aparato estalló, provocando una gran bola de fuego. Enseguida llegaron dos aviones que estaban por la zona», manifestó a LA VERDAD. José María había salido de Cabo de Palos y se dirigía al puerto deportivo de Torrevieja, donde tiene su base el 'Griego'.
Uno de los momentos más emotivos fue la llegada del alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, al puesto de mando de la Guardia Civil. Allí se fundió en un fuerte abrazo con el comandante Daniel Zambrano, jefe de la Patrulla Águila. «Tan solo seis meses después del accidente del comandante Marín nos encontramos en estas mismas circunstancias. Es muy doloroso. En poco tiempo hemos sufrido tres accidentes de avión y los desastres de las DANA. Esto es un mal sueño», dijo Luengo.