La batalla contra los crecientes delitos de odio en la Región de Murcia
Los ataques contra la orientación sexual repuntan un 43% en la Comunidad
Lo rodearon y, al grito de «maricón de mierda», atacaron henchidos por el rechazo a lo diferente y por el miedo a una diversidad que ... les viene grande. La brutal agresión que sufrió un joven el pasado verano durante las fiestas de Librilla -y por la que cinco sospechosos fueron detenidos- es solo uno de tantos contra la intolerancia que el equipo de respuesta a los delitos de odio (Redo) de la Guardia Civil se ha apuntado en su primer año de andadura oficial. «Le acompañamos en la denuncia, inspeccionamos la zona y le pusimos en contacto con asociaciones LGTBI», explican los agentes Luz García y Ramón González, que han asumido el reto de plantar cara a esta criminalidad. «El chaval sintió un poco más de confianza para salir del trauma que generan estos delitos».
El Ministerio del Interior lleva años librando una batalla contra esta delincuencia, que encuentra en la intolerancia su parapeto y que arrastra un tiempo en continuo ascenso. Incide en que son delitos «que minan la dignidad humana y atacan los derechos universales que son inherentes a cualquier persona por el mero hecho de serlo». En junio del pasado año, el departamento de Grande-Marlaska decidió ir un paso más allá y crear equipos especializados en los grupos de Información de cada comandancia -hasta 54 en todo el país-, incluida la de Murcia. «Seis meses antes de la creación oficial del equipo empezamos a tantear el terreno porque es un delito relativamente nuevo en el Código Penal», explican los integrantes del grupo. «Comenzamos buscando a todos los colectivos vulnerables y llamando a las puertas de las ONG para darnos a conocer. Parte de nuestra labor es acompañar y asesorar a las víctimas».
El último informe estadístico del Ministerio pone de relieve que solo el año pasado se denunciaron en todo el país 1.869 delitos de odio, 24 en la Región. La cifra en la Comunidad no ha dejado de rondar la treintena anual en el último lustro. La gran mayoría de los casos registrados el pasado año están relacionados con conductas racistas (8) o con ataques motivados por la orientación sexual de las víctimas (7). Aunque menos frecuentes, también se registraron en la Comunidad arrestos por supuestos ataques relacionados con la ideología (2), por discriminación en materia de sexo (1) o por las creencias religiosas (4).
Los ataques relacionados con la orientación sexual de las víctimas repuntaron un 43% el pasado año en la Región
La cifra oculta
El incremento de los ataques homófobos se dejó sentir en todo el país y ya el año pasado llevó a Interior a elevar sus alertas. En la Comunidad se denunciaron una decena de estos ataques el pasado año, un 43% más que el ejercicio anterior, según los datos de Interior. «Es cierto que hay un aumento en las denuncias relacionadas con la orientación sexual», reconocen los integrantes de la unidad. «Ello no quiere decir que sean los casos que más se dan, pero sí los que más se denuncian. El colectivo ya está más concienciado».
La cifra oculta de delitos de odio es aún uno de los grandes interrogantes. Interior reconoce en su informe que, de acuerdo a sus últimos estudios, una de cada diez personas víctimas de delitos de odio no presenta denuncia, pero asume que la cifra es solo una estimación y puede quedar aún muy alejada de la realidad.
Sacar a flote esa delincuencia que no llega a los cuarteles es uno de los objetivos de este equipo de veteranos. «Sigue habiendo bastante infradenuncia porque la gente tiene miedo a una victimización tras la denuncia o a que se le señale desde su entorno», reconocen los agentes. «La gente tiene que saber que pueden contar con nosotros».
«Existe infradenuncia porque la gente tiene miedo a que se le señale desde su entorno», afirman los especialistas del grupo
Batida en las redes sociales
Para plantar cara a este tipo de criminalidad, el equipo Redo de la Guardia Civil controla las diferentes denuncias por delitos de odio que llegan a los cuarteles de la Región -se ocupan de la investigación de los casos más complejos-, pero también realiza una búsqueda activa en uno de los campos que, en los últimos años, ha servido de cobijo a esta criminalidad: las redes sociales. Los especialistas despliegan labores de 'ciberpatrullaje' en internet en busca de ataques contra diferentes colectivos y cuentan con la mano tendida de algunos «colaboradores» que no dudan en dar la voz de alerta cuando descubren que el odio campa a sus anchas. De esta manera lograron localizar a un hombre que había utilizado su página de Facebook para verter cantidad de mensajes cargados de racismo. «Con la IP conseguimos localizarlo y hacer un registro en su domicilio», remarca Ramón González. «Fue condenado».
Solo en el último año los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado lograron detener en la Región a 18 personas por este tipo de delitos. El porcentaje de esclarecimiento de ataques en la Región es muy superior al registrado a nivel nacional. En Murcia se lograron esclarecer 19 de los 24 hechos conocidos, más de un 79%. En España, en cambio, el porcentaje de esclarecimiento se queda en el 62,8%.
Los integrantes del equipo Redo destacan la «gran labor» que las asociaciones realizan en la lucha contra esta lacra y destacan la «satisfacción personal» que les genera su actividad al frente de la unidad. «Son uno de los delitos más emotivos con los que podemos trabajar», reconocen. «Es algo vocacional».
Formación a los agentes y a los municipios más 'calientes'
La actividad del equipo Redo de la Guardia Civil no se centra únicamente en investigar las denuncias por delitos de odio. En los últimos meses estos profesionales han dedicado muchas horas a formar a los propios agentes del Cuerpo y a los servicios sociales de algunos ayuntamientos que, por sus características poblaciones, se consideran más 'calientes'. Este grupo también mantiene un estrecho contacto con un gran número de asociaciones participando en mesas de trabajo y en conexiones telemáticas. Inciden, además, en la necesidad de que la lucha contra los delitos de odio se aborde desde el ámbito educativo.
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