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En los últimos doce meses, la comarca del Noroeste de la Región se ha convertido en el epicentro de una oleada de robos de cobre ... que ha golpeado con especial virulencia explotaciones agrícolas, instalaciones municipales y empresas industriales. La Guardia Civil, a través de sus Equipos Roca (contra robos en el campo), ha desmantelado varios grupos criminales responsables de sustraer toneladas de cableado de cobre, generando pérdidas millonarias y graves daños a los sectores afectados.
Según el balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, en 2024 se registraron 4.433 robos de cableado de cobre y materiales conductores en España, un 87% más que los 2.367 casos de 2019. Se trata de una tendencia ascendente, que comenzó a notarse en 2021 con 2.365 casos y continuó con 3.650 en 2022 y 4.053 en 2023, refleja la creciente demanda de este metal en el mercado negro, donde puede alcanzar hasta 10 euros por kilo.
Castilla-La Mancha lideró en 2024 con 799 casos, seguida de Andalucía (745), Madrid (678), Castilla y León (428), Aragón (298), Asturias (272), Comunidad Valenciana (271) y Galicia (259). En esa lista no aparece la Región. La Delegación del Gobierno en Murcia no ha facilitado datos del número de delitos de este tipo en la Región (a pesar de las reiteradas solicitudes de este diario) y no aparece entre las más afectadas, pero, en todo caso, registró menos de 259 casos. No obstante, las cuatro grandes operaciones de 2024 y 2025 demuestran que se trata de un problema emergente.
Las operaciones 'Recyclage', 'Draht', 'Tío Gilico' y 'Furniture', en Cartagena y, sobre todo, en municipios del Noroeste, permitieron esclarecer decenas de delitos, detener a más de una decena de personas y recuperar miles de metros de material robado. El cobre, 'oro rojo' del siglo XXI, supera los 10.000 euros por tonelada por su alto valor en el mercado de reciclaje. La alta demanda convierte el robo de cableado en un negocio rentable para bandas organizadas que venden el metal en el mercado negro. Algunas lo colocan en chatarrerías sin licencia, otras lo envían al extranjero, principalmente a Asia.
En la comarca del Noroeste, estos grupos especializados han atacado desde canteras de mármol en Cehegín hasta la planta depuradora de aguas residuales de Bullas, pasando por explotaciones agrícolas en Moratalla, Calasparra, Caravaca de la Cruz y Bullas. Según la Guardia Civil, en la 'operación Recyclage', iniciada en abril de 2023 y culminada un año después, se esclarecieron una veintena de robos que sumaron más de 4.000 metros de cable de cobre, valorados en más de 200.000 euros. Los ladrones no solo se llevaron el cableado, sino también herramientas industriales, extintores y material de seguridad, dejando a las empresas afectadas inactivas temporalmente.
En la 'operación Tío Gilico', desarrollada el pasado mes de enero en colaboración con la Policía Local de Calasparra, se desarticuló un grupo de cinco personas que sustrajo más de 40 kilómetros de cableado aéreo, causando daños por valor de 200.000 euros. Este grupo, que operaba desde Calasparra, atacaba tanto tendidos eléctricos como instalaciones deportivas y alumbrado público, dejando sin luz avenidas enteras y afectando la calidad de vida de los vecinos.
Las bandas desmanteladas en la Región se caracterizan por tener un alto grado de organización y conocimiento técnico. En la 'operación Draht', de noviembre de 2024, los tres detenidos, presuntos extrabajadores del sector de telecomunicaciones, utilizaban una furgoneta con logotipos de empresas y herramientas especializadas para pasar desapercibidos mientras sustraían 16.730 metros de cable en municipios como Caravaca de la Cruz, Cieza, Moratalla y Torre Pacheco. Su conocimiento de los trazados de líneas aéreas y soterradas les permitía planificar los robos con gran eficacia.
Por su parte, la 'operación Furniture', centrada en un robo de 120.000 euros en bobinas de cobre en Cartagena, reveló la existencia de un grupo criminal itinerante que operaba desde Cuenca. Este grupo, que cometía varios robos en una sola noche, utilizaba técnicas como el 'butrón' para acceder a almacenes y dejaba el material robado 'enfriar' en una vivienda antes de venderlo en chatarrerías de Madrid. La Guardia Civil recuperó tres toneladas de cobre, valoradas en 21.000 euros, y detuvo al gerente de un centro de reciclaje por receptación.
La comarca del Noroeste ha sido la más castigada. Los robos no solo han generado pérdidas económicas, sino también interrupciones en servicios esenciales como el alumbrado público, las telecomunicaciones y el suministro eléctrico. En Calasparra, por ejemplo, el robo de cableado en una avenida principal dejó el casco urbano a oscuras, mientras que en Bullas la sustracción de cobre en la depuradora de aguas residuales comprometió el tratamiento de aguas. Las explotaciones agrícolas, muchas de las cuales dependen de sistemas eléctricos para el riego, han sufrido, especialmente, con costosas reposiciones de material.
Estos grupos criminales aprovechaban su conocimiento del terreno, desplazándose a pie, en bicicleta o en vehículos de alquiler para evitar ser detectados. En algunos casos, como en la 'operación Recyclage', los ladrones se hacían pasar por montañeros, usando mochilas y ropa de campo para camuflarse mientras transportaban el cobre robado. Nadie sospecha de un montañero, aunque lleve el saco de dormir hasta arriba de cobre. En estas cuatro grandes operaciones, se han esclarecido 53 delitos, detenido a trece personas e investigado a otras cuatro por delitos que incluyen robo con fuerza, hurto, receptación, falsificación de documentos y pertenencia a organización criminal. Además, se han recuperado miles de metros de cableado, herramientas y otros objetos sustraídos.
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