AUGC denuncia que la Guardia Civil trabaja con ordenadores obsoletos
La asociación asegura que el 96% de los ordenadores tienen entre 5 y 15 años y lamenta que se trabaje con equipos donados
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denunció la antigüedad del parque informático del cuerpo. En un comunicado, la organización lamentó que el 96% de los ordenadores en la Región tienen entre cinco y quince años y que los agentes utilizan los aparatos donados que ya no sirven para los escolares y particulares. Esta situación, adviertió, «complica y ralentiza» la labor de la plantilla.
En su escrito AUGC hizo hincapié en que la Dirección General de la Guardia Civil ya prometió hace dos años la digitalización y modernización al anunciar la creación de la aplicación SIGO-Movilidad, pero la realidad es que incluso hay ordenadores de más de 15 años.
Ante esta situación, la asociación realizó un completo informe con datos oficiales de su antigüedad y «escasa operatividad» y propuso a la Dirección General de la Guardia Civil un plan plurianual para su renovación y actualización. El dato de la antigüedad del parque informático es peor en Murcia que a nivel nacional, donde son el 83% de los ordenadores los que superan el lustro. Durante el pasado año, aseguran desde AUGC en base a los datos facilitados por la Dirección General, se compraron 1.201 ordenadores nuevos en todo el país por un importe de 1.065.077 euros.
«Trabajo extra»
La organización advirtió que «considerando que tan solo el 17% de ordenadores en uso –6.110 equipos- tienen menos de cinco años, serían necesarias más de tres décadas para la renovación completa del parque informático».
AUGC incidió, asimismo, en que del total de ordenadores en uso –36.882–, 2.656 proceden de donaciones. «Esto quiere decir que operamos policialmente con el material anticuado o en desuso que ya no les funciona totalmente a otras Administraciones, a particulares o a los niños en edad escolar», aseguró. «Los más pequeños ya no los pueden utilizar, pero en la Guardia Civil aceptamos su reutilización para desarrollar investigaciones o instruir diligencias». Esta realidad, concluyeron, supone un «trabajo extra» para los efectivos del Instituto Armado.
