La Audiencia suspende el juicio contra el industrial que disparó a los Yepes por su «padecimiento físico»
El forense no aprecia síntomas del cuadro vertiginoso que asegura sufrir Valentín Sánchez, pero advierte de que el tratamiento puede haber «enmascarado» la dolencia
La Audiencia Provincial ha decidido suspender el juicio contra el empresario abaranero Valentín Sánchez, acusado de disparar contra tres hermanos Yepes en 2011 -después de que estos presuntamente lo agrediesen junto con sus dos hijos- en aras a su «padecimiento físico». El tribunal dictó hace unos días una providencia, a la que LA VERDAD ha tenido acceso, tras recibir el informe que encargó a un médico forense después de que el principal procesado de esta causa no acudiese a la primera vista alegando un «síndrome vertigonoso», según explicó su abogado defensor, Raúl Pardo-Geijo Ruiz.
Los magistrados de la Audiencia aplazaron la vista, para la que ya habían reservado cinco sesiones, pero exigieron que un facultativo del Instituto de Medicina Legal (IML) examinase el estado de Valentín Sánchez. El forense, en su escrito, explica que durante la exploración del acusado no pudo «objetivar» el cuadro vertiginoso que dice sufrir, pero remarcó que el empresario está en tratamiento y que esos medicamentos pueden llegar a «enmascarar» la dolencia.
El médico, que sí apreció en el acusado una «visible reacción adaptativa ansioso-depresiva al proceso judicial», aconsejó que acudiese a la vista «en unos 5-7 días para garantizar la mejoría del cuadro». Remarcó que no encontraba «impedimento alguno» para que pudiese ser juzgado transcurrido ese plazo. Ante este informe, sin embargo, la Sala ha decidido suspender el juicio, al no poder ceñirse ya a las sesiones establecidas, y sostiene que queda pendiente de fijar nueva fecha.
El tribunal deberá ahora buscar un hueco en su apretado calendario para el juicio contra el empresario, que afronta hasta 28 años de prisión por tres presuntos asesinatos en grado de tentativa. En el banquillo también se sientan los hermanos Yepes, para los que el fiscal solicita penas de dos años (Javier), de tres (David) y de seis años de prisión (José Manuel) por presuntos delitos de lesiones y coacciones. El letrado del industrial, Raúl Pardo-Geijo Ruiz, eleva hasta los 45 años la petición de cárcel para los tres integrantes del clan de los Yepes. En concreto, pide 15 años para cada uno por supuestas amenazas condicionales, lesiones físicas y psíquicas y robo con violencia e intimidación, con las agravantes de alevosía y abuso.
Hasta 28 años de cárcel
El ataque se produjo en Abarán en la tarde noche del 22 de diciembre de 2011. Tres de los hermanos Yepes, José Manuel, Javier y David, se desplazaron hasta un polígono industrial y penetraron en la nave de electricidad de Valentín con la aparente voluntad de obligarle a entregar, mediante amenazas y el uso de la fuerza, unos boletines para contratar el suministro eléctrico en unas viviendas que habían adquirido en Ricote. Cuando localizaron a Valentín, que estaba acompañado de dos de sus hijos, según sostiene el fiscal, le exigieron la entrega de los boletines, pero este les indicó que quien podía dárselos era el promotor.
Ello provocó la violenta reacción de los hermanos, lo que llevó a David a asestarle presuntamente una bofetada al mayor de los hijos de Valentín, quien se desplomó y comenzó a ser apaleado en el suelo. A su vez, Javier Yepes empezó a asestar puñetazos y patadas al menor de los Sánchez, mientras José Manuel Yepes acorralaba al empresario y le colocaba el cuchillo en el cuello. Valentín hijo logró zafarse de David y echó a correr hacia la calle. Por su parte, el industrial convenció a José Manuel de que iba a entregarle los certificados. Se sentó al ordenador y dijo que el problema estaba solucionado, de manera que los tres hermanos Yepes salieron de la nave y se montaron en la furgoneta para retornar a Ricote. Fue entonces cuando el empresario empuñó una pistola para la que tenía licencia de tiro olímpico y corrió tras el vehículo de los agresores. En ese momento supuestamente realizó tres disparos. Una de las balas acabó impactando en David, de 28 años, y provocándole una paraplejia.