Un vértigo del industrial que disparó a los Yepes obliga a aplazar el juicio 'sine die'
La Audiencia ordena que Valentín Sánchez, que afronta 28 años de cárcel, sea examinado por un forense para comprobar su estado
Trece años han tenido que pasar para que la Audiencia Provincial fijase en su agenda de este miércoles el arranque del juicio contra el empresario abaranero Valentín Sánchez, acusado de disparar contra tres hermanos Yepes en 2011, después de que estos presuntamente lo agrediesen junto con sus dos hijos. A la vista, sin embargo, le surgió un impedimento de última hora, que obligó a aplazarla 'sine die'. El industrial envió un escrito al tribunal, a las 13.19 horas de este miércoles 3 de julio, apenas unas horas antes del arranque de la vista, informando de que había sufrido un «síndrome vertiginoso», que le impedía sentarse en el banquillo. Un problema de salud que llevó a los magistrados de la Sección Segunda a ordenar el retraso de la vista, pero que ya han ordenado que sea comprobado por los forenses del Instituto de Medicina Legal.
El tribunal había reservado cinco sesiones para celebrar el juicio contra el empresario, que afronta hasta 28 años de prisión por tres presuntos asesinatos en grado de tentativa. En el banquillo también se sientan los hermanos Yepes, para los que el fiscal solicita penas de dos años (Javier), de tres (David) y de seis años de prisión (José Manuel) por presuntos delitos de lesiones y coacciones. El letrado del industrial, Raúl Pardo-Geijo Ruiz, eleva hasta los 45 años la petición de cárcel para los tres integrantes del clan de los Yepes. En concreto, pide 15 años para cada uno por supuestas amenazas condicionales, lesiones físicas y psíquicas y robo con violencia e intimidación, con las agravantes de alevosía y abuso.
La Audiencia tenía previsto iniciar el juicio este miércoles en una sesión vespertina nada habitual, pero el letrado del industrial explicó a la Sala que habían remitido horas antes un escrito a la Audiencia comunicando el problema de salud de su cliente. Además, remarcó, había telefoneado para asegurarse de que la información llegaba al estrado. El escrito presentado por Pardo-Geijo venía acompañado de un informe en el que un médico de familia acredita que Valentín Sánchez sufre un «síndrome vertigonoso» que le incapacita para desplazarse fuera de su domicilio, durante un plazo no inferior a quince días. El facultativo señala, asimismo, que está incapacitado para realizar actividades de su vida diaria, necesitando la ayuda de un segunda persona.
Ante este informe, el fiscal interesó el aplazamiento del juicio y que el acusado sea examinado, cuanto antes, por un médico forense. Al entender que su ausencia en la vista está justificada, el Ministerio Público no pidió la adjudicación al Estado de la fianza de 30.000 euros que el industrial ofreció en 2012 para salir de prisión; ni la aplicación de una medida cautelar extra. El tribunal decidió ordenar que este mismo jueves se gestione el exámen del procesado por parte de un forense. Este profesional tendrá, al final, la última palabra de cuál es el estado de salud del empresario abaranero y si es factible que se siente en el banquillo.
Una fatídica bala
El ataque se produjo en Abarán en la tarde noche del 22 de diciembre de 2011. Tres de los hermanos Yepes, José Manuel, Javier y David, se desplazaron hasta un polígono industrial y penetraron en la nave de electricidad de Valentín con la aparente voluntad de obligarle a entregar, mediante amenazas y el uso de la fuerza, unos boletines para contratar el suministro eléctrico en unas viviendas que habían adquirido en Ricote. Cuando localizaron a Valentín, que estaba acompañado de dos de sus hijos, según sostiene el fiscal, le exigieron la entrega de los boletines, iniciando una discusión que acabó con un disparo fatídico.