La Audiencia aplaza dos meses más el derribo de las discotecas de Atalayas
El tribunal acepta la petición de familiares de las víctimas y concede un plazo más amplio para ordenar periciales sobre el estado de los edificios
La Audiencia Provincial ha aplazado dos meses más la demolición de las naves donde estaban ubicadas las discotecas Teatre y Fonda Milagros, en Murcia, en cuyo incendio fallecieron 13 personas. La Sección Segunda, en un auto reciente, considera «limitado» el plazo de un mes que la titular del juzgado de Instrucción número 3 de Murcia concedió a las partes para realizar sus estudios periciales sobre el terreno y amplía ese plazo a dos meses a partir de este momento.
Los magistrados, en un escrito al que LA VERDAD ha tenido acceso, estiman parcialmente el recurso que presentó el abogado Pedro López Graña, uno de los abogados de la acusación particular, que representa a familiares de los afectados, contra la decisión de la instructora de fijar un mes para el derribo. Esta parte solicitó un plazo de medio año para que las partes pudiesen indagar, con su medios, sobre la situación de los locales y argumentó la necesidad de ese tiempo por la presencia de hechos de gran complejidad y por el hecho de que las familias carecen, inicialmente, de los mismos recursos que puedan tener los investigadores policiales.
La Sala atiende, en parte, esa petición pero remarca que el derecho de las familias «no puede ser un absoluto». Subrayan que ese derecho colisiona con la necesidad de asegurar que «no se produzcan nuevos terribles episodios contra la vida o la integridad física de otras personas que, de demorarse en exceso la demolición de unos inmuebles declarados administrativamente en estado de ruina inminente y a cuya demolición se ha requerido administrativamente a la propiedad de los mismos, pudieran verse afectadas por una caída o desplome repentino».
La Audiencia incide en que dos abogados de familiares ya han propuestos sus propios peritos y considera que en el plazo de dos meses será posible realizar esas pruebas antes de tirar abajo el edificio. Contra esta decisión de la Sala ya no cabe recurso.