La aprobación de los presupuestos regionales también puede pasar por una abstención

En el caso de la Región de Murcia, el fracaso en la tramitación presupuestaría se produciría si Vox vota en contra con PSOE y Podemos. Por eso, son dos opciones de negociación las que tiene el PP con ellos, el apoyo y la abstención. Si no lo consigue, la única forma de salvar la prórroga (o un adelanto electoral, algo que niegan por activa y por pasiva desde el Ejecutivo) sería que otro grupo parlamentario se abstuviera. Pero el PP lo descarta por completo. En el caso de Podemos, ni lo contempla y hablan de «elucubraciones» para referirse a la posibilidad de que lo haga el PSOE, formación poco interesada en ir de nuevo a las urnas en la Comunidad. Por eso, fuentes del PP lo reconocen así: «Es difícil que alguien que no sea Vox haga posible que tengamos presupuestos el próximo año».

Un ejemplo de que los dos grandes partidos no están por la labor es lo dicho por el coordinador Autonómico y Local del PP, Elías Bendodo, en un video filtrado este martes de su intervención ante cargos locales en el Senado. Según Bendodo, «si hay Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno cree que salva la legislatura». Sin embargo, lo mismo esperan en territorios como la Región de Murcia y el resto de comunidades donde el PP tiene que sacar adelante sus cuentas anuales en minoría y tras la ruptura de los acuerdos alcanzados con Vox: aprobar sus presupuestos y salvar la legislatura. A Murcia hay que añadir Castilla y León, Extremadura, Valencia, Aragón y Baleares. Pero también hay una frase que, en este contexto, se ha podido escuchar estos días en la Región: «Los de Vox no son como los de Ciudadanos». La formación liderada a nivel nacional por Santiago Abascal demostró en julio que estaba dispuesta a llevar hasta sus últimas consecuencias las líneas rojas marcadas al PP, con quien rompió sus acuerdos de gobierno a nivel autonómico.

Ya se lo habían demostrado a los populares en la investidura de Fernando López Miras, donde casi apuran el plazo para una repetición electoral, o desmarcándose para intentar una nueva reforma de la ley del Mar Menor. Y ahora, una vez que Abascal ya ha puesto sus condiciones para dar el sí a los presupuestos en las comunidades donde antes gobernaban, la partida parece que va a seguir dirimiéndose a otros niveles, lejos de Murcia y con el trasfondo de cuestiones como la inmigración o la seguridad. «Si la negociación obedeciera a intereses de la Región, sería sencillo y nos pondríamos de acuerdo», reconocen fuentes del PP.