Denuncian la «salvaje alteración» del Paisaje Protegido de Cuatro Calas de Águilas
La ampliación «ilegal y de noche» del acceso a la playa de La Carolina arrasa especies vegetales y perjudica a la fauna, advierte Amacope
La asociación ecologista Amacope de Águilas denuncia que, desde hace ya más de un mes, se están realizando unas actuaciones sin autorización, «y por tanto ilegales», para ensanchar un camino que facilite el paso de vehículos a la playa de La Carolina y, por tanto, aumente la presión sobre el espacio natural. «Estas obras están provocando la destrucción del Paisaje Protegido, declarado por la Ley 4/1992 de Ordenación y Protección del Territorio de la Región. Además, es lugar de importancia comunitaria (LIC) y forma parte de la Red Natura 2000.
Ante el atentado a la protección oficial de que goza la zona, que, como recuerda a Amacope a las autoridades competentes, perjudica a los reptiles y eleva el riesgo de atropello, hay que añadir que los destrozos del entorno se producen «dentro de hábitat de interés prioritario 1510 (estepas salinas mediterráneas), donde ya han arrasado varias especies de flora silvestre protegidas a nivel regional como vulnerables ('Salsola papillosa', 'Periploca angustifolia' y 'Allium melananthum) y de interés especial ('Limonium insigne', 'Lycium intricatum', 'Teucrium freynii' y 'Teucrium lanigerum')», detallan.
Y aseguran que estas denuncias ya se pusieron en conocimiento de la Guardia Civil a través de su web oficial, en julio. «Informamos de que se estaban cometiendo impunemente, con alevosía y nocturnidad, utilizando la noche para intentar que los trabajos pasen desapercibidos y dándose a la fuga los responsables cuando son descubiertos», pero sin desistir en su ejecución.
Desde Amacope, piden al Ayuntamiento de Águilas, a la Comunidad y a la Guardia Civil que «asuman su responsabilidad sobre los hechos presuntamente delictivos y adopten medidas para poner fin de inmediato a dicha actividad al margen de la ley», de la que destacan su incidencia negativa en aves en peligro del espacio natural, como el alzacola rojizo y la curruca tomillera, que hacen sus nidos por estas fechas, precisamente «sobre las especies vegetales ahora dañadas».
