El embarcadero del Hornillo de Águilas afronta seis meses de obras para su puesta a punto
Los trabajos de la primera fase prevén la limpieza de los pilares para determinar el estado de conservación de la estructura
Los trabajos de rehabilitación del embarcadero del Hornillo de Águilas, declarado de Bien de Interés Cultural (BIC), arrancaron este miércoles. Las obras, que tienen un plazo de ejecución de seis meses y cuentan con una inversión de un millón, son sufragadas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que aporta 750.000 euros, y las arcas locales. Las labores de puesta a punto de esta emblemática infraestructura se centrarán en los primeros 54 metros, donde se sustituirán tableros, se instalará mobiliario urbano y luminarias y además se llevará a cabo un estudio para conocer el estado que presenta la estructura.
El proyecto de rehabilitación consta de tres fases. El director de obra de Albaida Infraestructuras, Ramón López, explicó este miércoles que «en esta primera fase estamos tratando de marcar un criterio de intervención, ya que el embarcadero nunca antes había sido remodelado. Ahora nos centramos en limpiar todos los pilares que constituyen la estructura vertical, de tal manera que podamos evaluar los daños que tienen. Todo ello nos servirá para marcar un modo de actuación, que nos permitirá diferenciar qué elementos hay que sustituir y cuáles hay que restaurar y cuáles pueden ser reparados».
Según el director de los trabajos, «el embarcadero no se encuentra en mal estado, a pesar de sus 120 años de historia. Durante su funcionamiento sufrió deterioros por el lugar donde se encuentra y el trabajo que soportaba, pero los ingenieros de la explotación le aplicaron un tratamiento de protección que lo ha conservado bastante bien». Añadió que esta estructura «está en muy buen estado para el uso que tiene ahora, ya que no deberá soportar trenes cargados de minerales ni hierro, como ocurría antes. De todos modos, va a estar mucho mejor cuando acaben los trabajos».
Por su parte, la concejala Maido Simó señaló que «hoy es un día de alegría para Águilas. En un plazo de seis meses podremos ver este primer tramo finalizado. Nos encontramos ante una obra viva. Si se demoran los trabajos, estará justificado, porque hay que restaurar el embarcadero con el mayor criterio y la mejor profesionalidad».
Más inversión
A preguntas de LA VERDAD, fuentes municipales explicaron que, «de cara a las siguientes fases, la idea del gobierno local es volver a solicitar la ayuda del 1% Cultural al Ministerio». Por el momento, la convocatoria para pedir la subvención no ha salido, pero el equipo socialista de Mari Carmen Moreno espera conseguir de nuevo la inversión suficiente para continuar remodelando los siguientes metros de esta emblemática estructura, que cuenta en total con 163 metros de longitud. Todo ello hasta que la puesta a punto esté finalizada por completo. «De hecho, una vez finalizada la primera fase, los vecinos y visitantes podrán disfrutar de este primer tramo ya restaurado», puntualiza el gobierno local.
El embarcadero del Hornillo fue uno de los principales puentes de España que unieron el mar y la minería. Su historia comenzó en 1887, cuando la Compañía Inglesa del Ferrocarril del Sur ejecutó el tramo Águilas-Lorca y solicitó una concesión para construir el embarcadero del Hornillo, una infraestructura que sirvió para la explotación masiva de minerales procedentes de la Sierra de Bacares, en Almería. Estos llegaban a Águilas a través del ferrocarril y eran cargados en el muelle. Comenzó a funcionar a principios del siglo pasado, y entre agosto de 1903 y abril de 1936 llegó a soportar un tráfico de más de once millones de toneladas de mineral.