Los acusados de matar a un ciezano en Madrid, ante la Justicia a partir de este lunes

La Audiencia Provincial de Madrid tiene previsto iniciar mañana la vista, ante jurado popular, contra los tres sospechosos del crimen de 'El Murciano' -como era conocido en la zona-, que conmocionó a su Cieza natal. En el banquillo se sentará David M., el presunto autor intelectual del homicidio; y sus dos supuestos ejecutores, José R. H. y Manuel O. La Fiscalía reclama para el primero penas que suman 17 años y tres meses de prisión y quince años y tres meses de cárcel para los otros dos por presuntos delitos de homicidio y robo con violencia en grado de tentativa -con la agravante de disfraz-. A los dos últimos, el Ministerio Público les reconoce una atenuante de reparación del daño porque ya han consignado 25.000 euros para comenzar a resarcir económicamente a los familiares del acusado en caso de condena. Las acusaciones particulares, sin embargo, van más allá, apuntan a un presunto asesinato ejecutado mediante grupo criminal y reclaman para ellos la mayor de las penas: la prisión permanente revisable.

El principal sospechoso, David M., y uno de sus supuestos compinches, Manuel O., se conocieron tres días antes del crimen en un establecimiento llamado XT, en Madrid. Según explica el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, David le propuso a Manuel llenarse los bolsillos cometiendo un robo y repartiéndose luego el botín. Una propuesta que, al parecer, Manuel aceptó de buena gana y a la que sugirió que sumasen a un tercero: José R. H.

Desde un primer momento, los tres sospechosos tuvieron claro que su objetivo era Juan Miguel. Tal y como sostiene la Fiscalía, David presuntamente dio a los otros dos instrucciones sobre el horario de cierre del bar No Tardes, que regentaba el ciezano; del lugar donde la víctima aparcaba su coche cuando volvía a casa con la recaudación del día; y de dónde tenían que dirigirse una que vez que le diesen el palo.

Ya en la medianoche del 6 de marzo se encontraron para llevar adelante sus planes y encaminaron sus pasos hacia el bar de Juan Miguel, pero ese era el día libre de la plantilla y encontraron la persiana bajada. El grupo, sin embargo, decidió volver a intentarlo al día siguiente, la noche del 7 de marzo. Era noche de partido en el cercano Wanda Metropolitano y la caja sería importante. Los procesados supuestamente se desplazaron de nuevo al local, cerciorándose de que estaba abierto. Cuando comprobaron que el ciezano iba a cerrar, David M. supuestamente se marchó a su casa, donde aguardaría a los otros dos. Antes, sin embargo, según explica el fiscal, les proporcionó cazadoras negras, pasamontañas, bragas de cuello y un cuchillo a cada uno, «asumiendo los tres la posibilidad de causar la muerte a alguna de sus víctimas».

José R. H. y Manuel O. se marcharon hasta el aparcamiento de la calle Albaida, en Madrid, en una zona poco alumbrada y cercana a la casa de Juan Miguel donde sabían que este dejaba su Dogde y esperaron hasta que llegó la pareja. La acusación particular que ejerce el abogado José Basilio Gómez Sánchez, en representación de los familiares de Juan Miguel, sostiene que los dos asaltantes les hicieron una «emboscada». Manuel O. se encargó de la copiloto, la compañera sentimental del ciezano, a la que sorprendió con un cuchillo mientras le advertía: «No te bajes o te rajo». Mientras tanto, sostiene esta parte, José R. H., debido a su corpulencia y a sus conocimientos de artes marciales, se acercó al asiento de Juan Miguel y «sin permitir que saliera del vehículo le asestó una puñalada mortal y totalmente certera en el cuello».

Tras este ataque, sostiene el fiscal, los dos hombres huyeron al portal de la casa del tercer sospechoso. Allí se quitaron la ropa y se la entregaron a David M. junto con los cuchillos que habían empleado en el asalto y este presuntamente se encargó de meterlos en una bolsa y lanzarlos a un contenedor. En su desesperada huida olvidaron la recaudación, el objetivo que presuntamente les llevó a cometer el crimen.