Miguel Sánchez dribla la presión y exige al PP que aparte ya a su líder

Ciudadanos tiene la llave del Palacio de San Esteban guardada dentro de una urna electoral para que la use quien consiga abrirla. Así se puede resumir la estrategia del partido naranja en la inédita crisis institucional que vive la Región por la imputación judicial de su presidente. Su portavoz en la Asamblea Regional, Miguel Sánchez, aseguró que apoyará la moción de censura del PSOE siempre que sea «para convocar elecciones y dar la voz a los murcianos». Pero rechaza que Rafael González Tovar sea presidente de la Comunidad, porque «los murcianos no le votaron ni de cerca y cosechó los peores resultados del PSOE en la Región».

En el calendario de los dirigentes nacionales y regionales de la formación naranja aparece marcado en rojo la fecha del próximo lunes, día 27 de marzo, porque es cuando finaliza el plazo que había dado al PP para que propusiera un candidato que pueda sustituir al actual presidente y mantener, así, el pacto de investidura que ambos partidos firmaron en 2015. Pero los populares no contemplan ese escenario y Ciudadanos se sacude cualquier responsabilidad señalando tanto a su izquierda como a su derecha ideológica. Miguel Sánchez cree que los socialistas «no pueden pretender quitar del sillón al presidente Pedro Antonio Sánchez para cogerlo como sea, porque lo mejor, lo más honesto y coherente es tener altitud de miras y darle voz a los murcianos».

Sin embargo, PSOE y Podemos rechazan la posibilidad de ir a elecciones, en caso de triunfo de la moción de censura. Aseguran que, en el cumplimiento de los plazos que exige la ley, no sería posible convocarlas antes de seis meses, por lo que se celebrarían a final de este año. El gobierno elegido en esa cita se mantendría solo hasta el cuarto domingo de mayo de 2019, es decir, poco menos de año y medio. Además, calculan que organizar unas elecciones costarían entre cuatro y cinco millones de euros. Es demasiado dinero para tan poco tiempo, resumen.

«Se creen imprescindibles»

Tras advertir de que el PP «aún está a tiempo de solucionar el bloqueo institucional» al que ha «abocado» a la Comunidad, Miguel Sánchez considera que «lo que toca ahora ante esta situación de bloqueo es que hablen los murcianos» en las urnas. En su opinión, Pedro Antonio Sánchez «pone por encima de la estabilidad de la Región su interés personal», pero el PP está aún a tiempo de «cambiar a un presidente sospechoso, que no cumple la ley», y al mismo tiempo no perder la Comunidad. Actualmente Murcia, añadió, «está sin gobernar, el presidente es un rey desnudo y aún no lo sabe». «Nos encontramos atrapados los murcianos entre dos personalidades que creen que son imprescindibles, con egos superlativos», añadió Miguel Sánchez, quien aseguró que su partido no tiene miedo a las urnas.

El PSOE debe «entender que nuestra hoja de ruta está y sigue clara. Y debe elegir entre un presidente imputado, indigno y sospechoso, sin palabra, o darle la voz a los murcianos, porque no valen personalismos ni quítate tú para ponerme yo. Eso no fue lo que dijeron los murcianos en las urnas».