Sanidad aconseja a las embarazadas tomar precauciones con el virus Zika

La posible expansión del virus Zika a España hace recomendable que la población extreme las precauciones, especialmente las embarazadas. Así lo indicó ayer el director general de Salud Pública y Adicciones, Manuel Molina Boix, al considerar que «tarde o temprano» aparecerán casos en población autóctona debido a la actual expansión de la enfermedad.

Las gestantes que sufren esta enfermedad pueden dar a luz niños con microcefalia, es decir, con el cráneo más pequeño, con las consecuencias neurológicas que ello puede implicar en un futuro, tal y como se ha empezado a detectar en países como Brasil.

Molina Boix explicó que el virus Zika «se transmite por la picadura del mosquito tigre», y que pertenece de la familia del Dengue y la fiebre Chikungunya, enfermedades que hasta hace unos años solo se localizaban en la zona del África subsahariana. Hasta el año 2013 no se registró ningún caso en Suramérica, pero desde entonces se ha producido una diseminación por todo el continente, Norteamérica y el Caribe. A nivel nacional, se han registrado dos casos recientes de Zika en Cataluña, según detalló Molina Boix. El director general cree que tarde o temprano se diseminará dada la evolución histórica en otros países y la presencia del mosquito tigre en España.

No obstante, desde la Dirección General de Salud Pública y Adicciones confirmaron ayer que en la Comunidad Autónoma no se ha detectado ningún caso, ni entre la población autóctona ni importado por parte de personas que hayan viajado a países donde es prevalente esta enfermedad.

En cambio, durante el pasado 2015 sí que se registraron cinco casos de Chikungunya importados por personas que habían viajado al Caribe y América del Sur. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos publicó la semana pasada una alerta aconsejando a las embarazadas que no viajen a Brasil y países del entorno, donde el Zika es prevalente y se han descrito casos de microcefalia en recién nacidos.

Aunque una picadura del mosquito tigre no tiene por qué producir necesariamente el virus, Molina Boix recomendó extremar las precauciones, empezando por evitar la diseminación de los mosquitos. En estos casos, un 80% de la prevención tiene que ver con cuidados personales y caseros, mientras que el 20% restante depende de medidas de salud pública, como fumigar los focos donde se crían las larvas.

Las zonas de riesgo suelen encontrarse habitualmente en el entorno doméstico, como en maceteros y recipientes en los que se acumula agua, y que deben evitarse porque en esos lugares proliferan las larvas.

Molina Boix pidió a las embarazadas que tomen precauciones elementales para evitar las picaduras, como cubrirse los brazos y las piernas con ropa, utilizar repelentes autorizados para mujeres en estado de gestación, protegerse con mosquiteras en lugares con muchos mosquitos, cerrar las ventanas o utilizar el aire acondicionado, así como evitar viajar a países en los que está plenamente establecida esta enfermedad.

Cuidado con los antecedentes

Si se tienen antecedentes recientes de una picadura de mosquito y aparecen síntomas como dolor en los músculos, malestar y fiebre, lo aconsejable es acudir a la consulta porque estos casos pueden quedar «infradiagnosticados o no diagnosticados». Las embarazadas deben acudir a la unidad de medicina fetal.

En caso de que el médico o el especialista diagnostiquen la enfermedad, los afectados por el virus deben permanecer aislados y confinados en casa durante los días infectivos, es decir, desde el segundo al séptimo día, con el fin de evitar que la picadura del mosquito hembra disemine la enfermedad. Molina Boix concluyó que una vez contraído el virus no hay tratamiento posible, salvo realizar un seguimiento exhaustivo.