Noruega mantiene un pulso con Elon Musk de un billón de dólares

La decisión deberá tomarse en la junta anual el 6 de noviembre en Austin, Texas, aunque los votos electrónicos de los accionistas deberán llegar antes de la medianoche del 5 de noviembre. La bonificación aparece condicionada al cumplimiento de metas ambiciosas, como alcanzar una capitalización bursátil de 8,5 billones de dólares, desde los aproximadamente 1,5 billones de dólares. Musk afirma que necesita el paquete de compensación para mantener el control de la empresa y seguir impulsando sus proyectos más ambiciosos, especialmente en inteligencia artificial y robótica. El paquete incluye acciones que le permitirían mantener o aumentar su influencia en el consejo directivo. Musk seguiría centrado en el desarrollo del robot humanoide Optimus y en lograr vehículos autónomos, en definitiva seguir persiguiendo prioritariamente posicionarse como líder en inteligencia artificial, más allá del negocio automotriz.

Todavía se considera probable que Musk obtenga su billón de dólares, dado el amplio apoyo que ha obtenido de los inversores en el pasado y el respaldo que Tesla disfruta por parte de su gran base de accionistas minoristas. Las leyes en Texas, donde Tesla trasladó su sede el año pasado, permiten a Musk votar en nombre de su propia participación, lo que le concede el 15,3% del poder de voto, incluidas las acciones restringidas otorgadas en agosto. Pero las críticas directas a la compensación y los votos contra dos directores de la junta directiva de Tesla agregan incertidumbre al resultado de la votación programada para el jueves, puesto que otros inversores europeos también pueden volverse contra el CEO siguiendo los pasos del fondo noruego.

La hasta ahora indiscutible figura de Musk comienza a ser cuestionada abiertamente desde el accionariado de Tesla. «Es mucho más probable que los votantes europeos se dejen influir por el rumbo de Norges, debido al apoyo general de los principios y preocupaciones ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en su filosofía de inversión», considera Francis Byrd, socio de la consultora Alchemy Strategies Partners. Byrd y otros consultores esperan que las recomendaciones de Tesla prevalezcan en la reunión, ya que los principales accionistas permanecen fieles a Musk. NBIM es el único de los 10 principales inversores externos de Tesla que ha revelado sus intenciones de voto antes de la reunión hasta el momento.

La junta directiva de Tesla está presionando para que los accionistas den su aprobación y su presidenta, Robyn Denholm, ha advertido incluso que Musk podría dejar la empresa si eso no ocurre. Alega que, si bien el paquete podría otorgar acciones por valor de hasta un billón de dólares durante 10 años, se deducirá el coste de esas acciones en el momento de la adjudicación, lo que hará que el valor para Musk sea ligeramente menor, de unos 878 mil millones de dólares. También aduce que su CEO no ganará «nada» a menos que el valor de mercado de la compañía crezca sustancialmente. Los grandes inversores están sometidos a presión por parte de la Administración Trump y esto impide conocer a ciencia cierta cuanta oposición real hay a Musk en el interior de Tesla. Lo que si es seguro es que NBIM no actúa en solitario.

Varios grupos han intentado anteriormente bloquear pagos récord a Musk, incluido el plan de compensación de 56.000 millones para 2018 que los inversores volvieron a aprobar el año pasado, a pesar de varias cuestiones legales abiertas, pero hasta ahora nadie ha podido vencer su determinación. Esta vez, al margen del resultado de la votación, se percibe una oposición más sólida. Aunque no es el mayor accionista, NBIM es uno de los inversores institucionales más influyentes del mundo, y su voto tiene peso en todos los mercados internacionales.