Los últimos peces guitarra del Mediterráneo occidental se refugian en Cabo de Palos
Oceana propone al Ministerio preservar más hábitats de interés en la costa de la Región para llegar al objetivo europeo del 30% de superficie marina protegida
Una de las especies más escasas del Mediterráneo ha encontrado un refugio seguro entre La Manga y Cabo de Palos. A entre diez y doce metros de profundidad, una pequeña población de peces guitarra sobrevive a una dinámica negativa que ha acabado con ellos en el Golfo de Cádiz y también en las costas de Francia e Italia. Los escasos ejemplares cartageneros son seguramente los últimos de la vertiente occidental del viejo Mare Nostrum, explica a LA VERDAD Ricardo Aguilar, director de Investigación y Expediciones en Europa de Oceana, organización internacional dedicada a la conservación del medio marino que ha documentado su presencia en aguas de la Región de Murcia.
Los peces guitarra ('Rhinobatos rhinobatos'), en peligro crítico de extinción, permanecen casi inmóviles sobre la arena, en pequeños grupos de tres o cuatro ejemplares. Con un tamaño de entre 80 centímetos y un metro y medio, estos peces de aspecto prehistórico emparentados con las rayas nadan lentamente y se enredan fácilmente con todo tipo de artes de pesca.
Su alarmante escasez también se debe a que en su día se traficó abundantemente con la especie para su exhibición en acuarios, aunque su baja tasa reproductiva tampoco les ayuda en una supervivencia cada vez más difícil: es ovovivíparo y pare entre 8 y 14 crías una o dos veces al año tras casi nueve meses de gestación. Todo un 'embarazo'.
Para garantizar la conservación de los singulares peces guitarra sería necesario ampliar hacia el norte la Reserva Marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas, defiende Ricardo Aguilar, puesto que la población localizada por Oceana se encuentra fuera de sus límites.
Entre los hábitats que sería necesario blindar, los fondos de maërl de Águilas y los corales bambú del Seco de Palos
Esta es una de las propuestas para preservar la biodiversidad marina en la Región que acaba de plantear esta organización científica y conservacionista al Ministerio para la Transición Ecológica en el marco del proyecto Life Intemares, cuyo objetivo es alcanzar la protección del 30% de la superficie marina española en 2030 –en estos momentos es del 12%–, de acuerdo con los compromisos de la Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea y la Declaración de Emergencia Climática del Gobierno central.
Proyecto Life Intemares
Para alcanzar esa proporción es necesario declarar nuevas Áreas Marinas Protegidas (AMP) o ampliar las actuales. Ese proceso está en marcha en la Región con las campañas emprendidas por el Instituto Español de Oceanografía, en colaboración con la Universidad de Alicante; el IEO prepara un informe para que el Ministerio incluya en la Red Natura 2000 los fondos situados en la franja litoral desde Cabo de Palos a Cabo Tiñoso, en el entorno de La Azohía.
Oceana, que colabora en la iniciativa Life Intemares, ha trasladado al panel de expertos de este proyecto de investigación las conclusiones de sus campañas en el litoral de la Región durante la última década, tiempo en el que han realizado casi cincuenta inmersiones con un robot submarino que llega hasta los mil metros de profundidad.
Entre los hábitats importantes que es necesario blindar, Ricardo Aguilar menciona los fondos de maërl de Águilas: acumulaciones de algas rojas coralinas que crecen a razón de un milímetro al año y que pueden alcanzar hasta diez metros de espesor. En Águilas se han localizado en una profundidad de algo más de veinte metros, aunque pueden encontrarse a más de cien. «Estas formaciones están protegidas en teoría, pero el problema es que no sabemos bien dónde están, aunque sí en este caso», informa el director de Expediciones de Oceana.
Otros tesoros, en aguas de Cartagena, son las gorgonias de profundidad en el entorno de la isla de las Palomas; los corales bambú entre Cabo de Palos y el Seco de Palos, que crecen en una sonda de 400 metros y están muy amenazados; y los pockmarks, al norte de esta montaña submarina:grandes campos de cráteres formados por escapes de fluidos.
«Los fondos marinos son los grandes olvidados y desconocidos», se lamenta Aguilar. «Investigar en el mar es complicado y se necesita una tecnología cara, aunque afortunadamente esto está cambiando y ya se hace un trabajo de exploración muy importante. Aunque lógicamente el desconocimiento es mucho mayor que en los ecosistemas terrestres».
Una red de espacios litorales «conectada y bien gestionada»
«España sigue avanzando hacia una mayor protección marina. En tan solo unos años, se ha pasado de proteger menos del 1% de la superficie marina a más del 12% actual. Gracias a este gran logro, España es uno de los pocos países europeos que ha superado el umbral de cobertura comprometido con el Convenio de Diversidad Biológica (CBD), establecido en el 10%», destaca el Ministerio para la Transición Ecológica.
En estos momentos, los esfuerzos se dirigen a alcanzar el 30% de protección en 2030 mediante la declaración de nuevas Áreas Marinas Protegidas y gestionadas de forma eficaz, tal y como marcan la Estrategia de Biodiversidad 2030 de la Unión Europea y la Declaración de Emergencia Climática del Ejecutivo central. «Debemos fortalecer la red de espacios marinos protegidos y lograr que esté bien gestionada, conectada y que sea ecológicamente representativa», destacó el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, durante la última reunión de coordinación del proyecto Life Intemares, que se encuentra en el ecuador de su ejecución. Como objetivo intermedio, existe el compromiso de alcanzar una cobertura de más del 15% de superficie marina protegida en 2023. Para ello, se están realizando estudios oceanográficos en nueve nuevas áreas, algunas en aguas de la Región, que podrían ser objeto de declaración en el marco de la Red Natura 2000. Desde el inicio del proyecto, en 2017, se ha implicado directamente a más de 770 organizaciones y sectores profesionales relacionados con el medio marino en diversas actuaciones.