¿Transición o transacción energética? Jaume Franquesa analiza las contradicciones de las renovables
Errata Naturae publica 'Molinos y gigantes', el libro del antropólogo catalán sobre las luchas sociales contra el despliegue eólico
El motor narrativo de dos de las películas del momento, 'As bestas' y 'Alcarràs', es la irrupción de proyectos para la instalación de energías renovables ... en el apacible mundo rural, donde la promesa de dinero fácil a cambio de unas tierras poco productivas es tentadora. Y desencadena dudas, traiciones e incluso crímenes porque amenaza la identidad de las comunidades locales y la integridad del paisaje. Esta tensión la analiza el antropólogo catalán Jaume Franquesa, profesor en la Universidad de Búfalo (Nueva York), en 'Molinos y gigantes' (Errata Naturae), la reedición en español [traducido por Elena Pérez San Miguel] de un libro publicado originalmente en 2018 por la Universidad de Indiana (EE UU), con un prólogo que aporta contexto y actualidad.
La tesis del autor no sorprenderá a ningún lector que se adentre en sus densas y bien documentadas 512 páginas: la sustitución de los combustibles fósiles por energías renovables tiene, de momento, más de transacción económica que de transición ecológica.
Franquesa, doctor en Antropología Social por la Universidad de Barcelona e investigador y docente en Estados Unidos desde 2011, centra su potente relato de ecología política en las luchas sociales en el sur de Cataluña debido al despliegue de parques eólicos (y centrales nucleares en décadas anteriores), aunque las consecuencias de la irrupción de los enormes molinos de viento en el horizonte de Tarragona es una lección especialmente valiosa en el momento actual: cuando el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico está acelerando la implantación de grandes plantas fotovoltaicas en todo el país e incluso ha rebajado las exigencias ambientales para acelerar el alicatado de miles de hectáreas con placas solares.
«La transición ecológica requiere de un mundo rural vivo que no sea un territorio de sacrificio»
«Esta es una cuestión que no puede enfocarse solamente desde la política energética; es una cuestión de desarrollo territorial en la que hace falta planificación, participación y sobre todo una toma de decisiones democrática. Tenemos que pensar qué país queremos porque fiar la solución a quienes han sido protagonistas del problema es un mal punto de partida», advierte el autor del libro, en unas declaraciones recogidas por la agencia Efe, en alusión al «oligopolio» de las grandes compañías.
Franquesa retrata el mundo rural como un territorio de sacrificio que no deja de ser explotado y transformado; tradicionalmente, para la provisión de alimentos, y ahora para el despliegue de las energías renovables. Un proceso engañoso, opina, porque no se están sustituyendo realmente las energías fósiles, sino que se añaden «nuevas formas de generación y un aumento del consumo».
Como las muelas
Mientras tanto, la factura del recibo de la luz sigue aumentando: «La energía es como las muelas, en las que no reparas hasta que te molestan. Me refiero a un problema de suministro o a un subidón de la factura», aclara.
¿Necesitamos tantos megavatios a pleno rendimiento? El profesor de Investigación del CSIC Fernando Valladares asegura que no. En una conferencia ofrecida el miércoles en Murcia, enmarcada en el ciclo 'Voces para el planeta' de Fundación Mediterráneo, defendió que se puede mover el mundo y mantener un alto nivel de vida con mucha menos energía, y apostó por un progresivo decrecimiento económico para reducir el consumo de recursos naturales.
También es partidaria de echar el freno la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier), que preside el murciano Miguel Ángel Martínez-Aroca. Esta agrupación de pequeños productores solares advierte de que se está produciendo una burbuja de renovables, equiparable al 'boom' inmobiliario de hace dos décadas, alentada por el Gobierno central: según el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), se necesitan en España 40.000 megavatios de energía solar fotovoltaica hasta 2030, pero entre el Ministerio y las comunidades autónomas se están tramitando proyectos por 120.000, lo que triplica la potencia estimada que supuestamente se necesita para hacer la transición ecológica. Y ni el país está lo bastante electrificado ni hay españoles suficientes para consumir toda la energía verde que se está planteando, avisa Anpier.
EL LIBRO
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Título. 'Molinos y gigantes'
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Autor. Jaume Franquesa
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Editorial. Errata Naturae
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Traducción. Elena Pérez San Miguel
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Precio. 24 € (512 páginas).
Jaume Franquesa y Anpier coinciden en la necesidad de que los habitantes de la España rural participen de los beneficios de las instalaciones solares y eólicas que van a dominar el panorama en las próximas décadas. Porque lo más eficiente, barato y sostenible es consumir en cercanía la energía generada, en lugar de transportarla a cientos de kilómetros de distancia mediante grandes infraestructuras que suponen un gran impacto en el medio ambiente, añadido al de los espejos solares y los molinos.
«El desarrollo de las energías renovables», afirma el autor, «puede y debe conducir a rehacer los puentes entre el mundo rural y el urbano, entre el campo y la ciudad, en vez de acrecentar su separación. El principal argumento de este libro es que la transición ecológica, para serlo realmente, requiere de un mundo rural vivo».
«Hay que reducir el consumo»
«El grueso de la nueva producción de energías renovables se destina a satisfacer una demanda creciente. Todo el mundo sabe que la transición energética depende, además de que se instalen más renovables, de que dejemos de utilizar otras fuentes energéticas;lo que no todo el mundo sabe es que no se hace. El sur de Cataluña nos lo deja bien claro, igual que nos recuerda que no todo tiene que ver con producir más, ya que difícilmente se podrá dar tal transición si no se reduce el consumo energético», avisa Jaume Franquesa en el prólogo de 'Molinos y gigantes'.
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